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Flor del Alba Cruz Valdéz, presidenta y líder estudiantil de la FUR.

En medio de una creciente tensión, Argentina se prepara para un Paro Nacional en Defensa de la Educación Pública el próximo 23 de abril, como respuesta a las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, que amenazan el funcionamiento del sistema educativo en todos sus niveles.

Flor del Alba Cruz Valdéz, presidenta y líder estudiantil de la Federación Universitaria de Rosario (FUR), se ha convertido en símbolo de la defensa de la educación pública. Tras apoyar la convocatoria, fue blanco de ataques racistas y xenófobos en las redes sociales. Su historia personal refleja los desafíos y la resiliencia de los migrantes en busca de oportunidades educativas.

Nacida en la República Dominicana y llegada a Argentina a los 8 años, Flor del Alba enfrentó los desafíos de la adaptación a una nueva cultura y entorno. A los 17 años, logró ingresar a la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde no solo demostró excelencia académica, sino también un compromiso activo con las causas estudiantiles.

Su participación en el centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y su elección como presidenta de la FUR la posicionaron como una voz influyente en el movimiento estudiantil. Sin embargo, recientemente se enfrentó a un desafío aún mayor: un ataque de odio y discriminación en las redes sociales después de convocar a movilizaciones en defensa de la universidad pública.

A pesar de haber recibido más de 40 comentarios racistas y xenófobos, Flor del Alba respondió con valentía y determinación, reafirmando su identidad y su compromiso con la educación pública. El respaldo que recibió por parte del rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, así como de diversos sectores sociales como La Asociación de Mujeres Afrodescendientes en Argentina Teatro en Sepia (TES), el Área de Género de la Comisión 8 de Noviembre María Remedios del Valle, y la Asociación de Dominicanos Unidos en Argentina, evidenció la solidaridad y el apoyo hacia su causa. Además, repudiaron los ataques recibidos y se sumaron activamente a la defensa de la educación pública y al reclamo de los universitarios, haciendo un llamado enérgico en contra del racismo y la xenofobia, enfatizando la importancia de promover la inclusión y el respeto hacia todas las personas, sin importar su origen o identidad.

El Paro Nacional en Defensa de la Educación Pública del 23 de abril se centra en la exigencia de un aumento significativo del presupuesto para la educación pública y la recomposición salarial para docentes y trabajadores del sector. Además, reclama una mayor participación estudiantil y docente en la toma de decisiones sobre el rumbo de la educación pública, así como la defensa de la libertad de expresión y el derecho a una educación de calidad para todos.

La convocatoria a este paro ha sido respaldada por una amplia coalición de estudiantes, docentes, científicos y trabajadores de la educación, preocupados por el futuro de la educación pública en Argentina. Entre las acciones planificadas se encuentran marchas, clases públicas en la calle, abrazos simbólicos a edificios universitarios y acciones de solidaridad internacional.

La necesidad de defender la educación pública radica en su papel fundamental como garante de la igualdad de oportunidades y del acceso a una educación de calidad para todos los ciudadanos. En un contexto de creciente desigualdad social y económica, la educación pública juega un papel crucial en la construcción de una sociedad más justa y democrática. El desfinanciamiento de la educación pública no solo afecta a los estudiantes y docentes, sino que también pone en riesgo el desarrollo científico, tecnológico y cultural del país. La educación pública es un pilar fundamental del progreso y el bienestar social, y su defensa es una responsabilidad de toda la sociedad argentina.