Esta vez seré más extenso. Quisiera esparcir diferentes tópicos, sin proponerme cerrar el tema. Sólo pongo puntos suspensivos a esta serie de entrega sobre diversos aspectos contenidos en el diario de Caamaño en Cuba 1967-1973.

  1. El diario, Claudio, Hamlet y yo

Claudio Caamaño, Hamlet Hermann y yo — de modos diferentes, nunca renunciamos a honrar la memoria de Román — habíamos manejado del diario de Caamaño en Cuba. Es un documento cuyas informaciones intercambiábamos y compartíamos.

Lo conocíamos en detalle . Sabíamos de su importancia , pero también de sus limitaciones . De alguna manera, somos parte de su asunto, testigos y protagonistas .

Entendíamos que su contenido aporta importantes indicios de lo sucedido en Cuba; pero que requiere de fuentes documentales y testimoniales que están fuera de sus páginas para completarlo y entender la historia subterránea que encierra.

Sin referenciarlo y contextualizarlo, el diario se limita a notas sobre hechos puntuales y cotidianos; a imágenes concretas y a una que otra reflexión .En esas condiciones no permite emitir un juicio seguro y definitivo sobre ninguno de los aspectos anotados por que Caamaño .

Hamlet se dedicó a biografiar a Caamaño y a historiar los acontecimientos en torno a su proyecto guerrillero . Sus numerosas obras abarcan los diferentes escenarios de la trama de nuestro Héroe Nacional posterior a la guerra de abril de 1965: Playa Caracoles, Londres, el entrenamiento guerrillero y los principales protagonistas de esa aventura en Cuba: Román y El Fiero.

Hamlet era un investigador infatigable. Poseía y manejaba fuentes e instrumentos ilimitados que cada vez incorporaba al conocimiento de esa historia, sin contar su propia experiencia y el conocimiento personal de Caamaño, de quien era amigo de infancia.

Sin embargo, Hamlet no estaba conforme con todo lo que había escrito sobre el tema Caamaño-me consta-. Entre las fuentes que le faltaban hay una de mucho peso y, por tanto,  indispensable para cerrar ese capítulo: los archivos sobre Caamaño en mano del gobierno cubano.

Esa era la fuente que Hamlet se encaminaba a manejar para completar su búsqueda sobre el proyecto guerrillero de Caamaño.  Antes de su fallecimiento estaba encantado con la idea de un viaje a Cuba al que quería arrástrame, con el propósito de consultar esos archivos, haciendo realidad la promesa que le habían hecho los cubano.

2.Ante el fracaso del plan de desembarco en República Dominicana en mayo de 1970

En los años de permanencia de Caamaño y sus hombres en Cuba hay un punto de inflexión que el diario no aclara, que toca tangencialmente, pero que es fundamental en esta historia : el fracaso del plan de desembarco en República Dominicana pautado para mayo de 1970.

Conocer en detalle esa situación en el contexto histórico de Guerra Fría,  en nuestro país y en Cuba, permite entender todo de una vez , así como apreciar la personalidad de Caamaño.

El encuentro que aquí se narra acerca de esa grave circunstancia— la punta del iceberg del conflicto en la organización en el pasado y en el futuro — puso a prueba el liderazgo de Caamaño, evidenciando que era un líder ecuánime, comprensivo; sobre todo, positivo y propositivo, como se refleja la nota del diario correspondiente al 27 de junio de 1970:

“Converso ampliamente con compañeros del CC, nos planteamos necesidad de salirles al paso a comentarios derrotistas y que entendemos están motivados por nuestra situación actual (entrevista pendiente con Fidel). En sentido general no sólo existe intranquilidad sino indignación por parte de los compañeros con más madurez política. Me planteo efectuar conversación colectiva con todos los compañeros y exponer todos los comentarios inquietantes y actitudes de diferente tendencia; con el objetivo de un fortalecimiento ideológico general ante esta situación dificultosa por que pasamos.

En nuestra discusión nos planteamos enfoque profundo de actitud Revolución cubana.

Les planteo a compañeros considero ha llegado el momento de utilizar otro medio para definir nuestra situación con respecto a la Revolución cubana. Les planteo escribir una carta-documento a Fidel, donde expondré ampliamente nuestras consideraciones.

Esto sí, con la altura necesaria y el respeto que se merece el máximo dirigente del hermano pueblo de Cuba, no obstante, plantearé consideraciones muy serias y que entiendo tiene sus inconvenientes.

Objetivos:

  1. a) Definición de la Revolución Cubana ante nuestras consideraciones y puntos de vista, así como apoyo o negación a nuestra entrada al país en forma masiva, etc.
  2. b) Enfoque objetivo de aspectos negativos de los métodos utilizados por “aparato” con nosotros.
  3. c) Nuestra decisión de no esperar más sin una definición puesto que consideramos debiéramos de estar en nuestra patria con las armas en la mano defendiendo nuestro pueblo, combatiendo contra los enemigos comunes de la humanidad.”

Debido al abandono del compromiso de Fidel Castro con Caamaño y, en general, con la causa dominicana, ese fue un difícil momento que generó desconcierto en la tropa y descontento con el mando, en particular con Caamaño. Hubo prácticamente una sublevación en el campamento de entrenamiento.

Sin embargo, Caamaño encaró la situación apelando a su baza más importante: la honestidad. Dijo a los compañeros la verdad, expresada en estos planteamientos :

“nos planteamos necesidad de salirles al paso a comentarios derrotistas…”

“fortalecimiento ideológico general ante esta situación dificultosa por que pasamos.”;

“ha llegado el momento de utilizar otro medio para definir nuestra situación con respecto a la Revolución cubana.”;

“plantearé consideraciones muy serias y que entiendo tiene sus inconvenientes.”

  1. Cartas a Vicenta Vélez

Aunque escasos, en el diario podemos descubrir aspectos de la vida familiar y sentimental de Caamaño( Román) en Cuba, como son los borradores de tres cartas a su mujer Vicenta Vélez.

Esas cartas permiten hacernos una idea del fuerte vínculo de apego de Caamaño a su mujer y sus hijos, a quienes expresa amor, cariño y deseos de rencuentro desde la lejanía del campo de entrenamiento.

También nos muestran el lugar que Caamaño daba al aspecto personal en relación con su deber en ese momento: el trabajo de entrenamiento en Cuba y de preparación de la guerra de guerrillas en República Dominicana.

En ese sentido, son muy significativas estas expresiones en esas misivas :

“Te echa de menos no obstante el mucho trabajo que tengo…”

“primero que nada, la Patria, la lucha armada, la lucha de liberación, luego tú y nuestros hijos…”

“no sé pues si podré ir antes por allá, lo deseo, aunque primero está nuestro deber…”

1.Carta del 27 de octubre de 1970

Mi amor.

Un fuerte abrazo para las niñas y gran alegría para mí al saber que están todas bien.

Te echa de menos no obstante el mucho trabajo que tengo, buen síntoma de mis sentimientos y mi gran amor por ti. (Estás en estado). Me alegra mucho que te encuentres bien y sin pasar por los malos ratos de la otra vez, tanto Mayo como Jesús me dicen que hasta tiene agilidad, esto es magnífico.

Te recomiendo hacer un pequeño esfuerzo y no engordar demasiado para que mantengas ese buen estado de salud. Recibí los dulces y me vienen muy bien, te devolveré la atención con muchos besos.

Román

Dile a Silvia que la quiero mucho, besitos para la Poli y ella

R

  1. Carta del 1 de enero de1971

Felicidades, amor mío.

Mis deseos para este nuevo año, primero que nada, la Patria, la lucha armada, la lucha de liberación, luego tú y nuestros hijos, créeme que los echo de menos, no por la fecha, se entiende, sino por ustedes, y mi cariño entrañable.

Cuando nazca Román “(el pequeño)”, cosa que deseo de veras, ya he planteado desde que lo permitan las diversas condiciones iniciar tu entrenamiento, esto así por dos razones: primero, la patria necesita de todos sus hijos, y segundo, así estaremos más cerca por nuestras ideas y actividades prácticas y por nuestras relaciones humanas.

Te quiero.

Román

3.Carta de 1971( no precisa el mes ni el día, pero a la circunstancia a la que alude es la evaluación en los primeros meses de ese año del ejercicio de entrenamiento previo al desembarco en RD en mayo de 1970)

Mi amor querido.

Con mucho trabajo producto de nuestro esfuerzo, aprovecho la venida de Enrique para escribirte.

Comenzamos hoy el análisis del ejercicio que hemos titulado como nuestro, “Primer recuento militar” en la organización. Creo que causará profundo impacto en todos nosotros, por su amplitud, objetivos y práctica democrática que alcanzará en un desarrollo. Antes de ayer tuvimos un acto político donde se resumió el ejercicio y se habló del internacionalismo proletario, de Cuba y Santo Domingo, de la ligazón histórica de nuestro pueblo de Máximo Gómez y como tiene que ser al hablar de revolucionarios ejemplares, de héroes populares, se habló del Che y de su ejemplo; de nuestra línea y disposición para la lucha armada popular; de nuestra preparación combativa, de nuestro pueblo y la victoria; escuchamos también nuestro himno nacional y estuvimos por frente a nuestra bandera. Trato de resumirte así lo que causó gran emoción en todos nosotros.

El trabajo que realizamos nos tomará como lo tenemos programado hasta el día 24 de este mes, no sé pues si podré ir antes por allá, lo deseo, aunque primero está nuestro deber. Creo que para el 15 ó 16 podría hacer viaje relámpago.

El ejercicio ha sido un éxito rotundo y lo que hemos aprendido y el salto cualitativo de todos nosotros de palpar (aunque la práctica ya lo demostró) en cada actividad del momento actual. Tengo hoy aún más (…)

Me alegro mucho de que los niños estén bien y que a jefe lo estés llevando a la playa, para ellos todo mi cariño, el que va unido estrechamente con el de mi pueblo.

Te quiero como nunca.

Román

  1. Caamaño : la honestidad y otros valores

Ahora sí, dejo plasmado lo que creo sobre Caamaño por la lectura del diario y otros documentos; por experiencia propia a través del trato y el conocimiento personal del hombre.

La honestidad es el tópico central del pensamiento de Caamaño en su diario. La honestidad fue el elemento principal de su vida y sus discursos. En la guerra de abril y en Playa Caracoles. En su momento de gloria y en el de su inmolación.

Honestidad es el concepto describe su actitud ético-política en toda su trayectoria de vida, como lo afirma Claudio Caamaño (2007) en su obra Caamaño guerra civil 1965.

La honestidad de Caamaño afirma Arlette Fernández (2013) en su obra Coronel Fernández Domínguez, fue la razón por la cual el coronel Rafael Fernández Domínguez se le acercó para invitarlo a participar en el movimiento del 24 de abril:

“ ¿Por qué Caamaño?

Al volver de Puerto Rico de ese viaje que hizo al país en diciembre de 1964, el joven inspirador y líder del Movimiento constitucionalista me contaba que en una reunión que tuvo con el coronel Caamaño él le invitó a unirse al grupo que había dejado formado y que el coronel Caamaño le pregunto cuál era la razón de que él le propusiera tomar parte del levantamiento que se proyectaba, a lo que el coronel Fernández Domínguez respondió: “Porque usted es un hombre honesto”. (p.160)

El diario escrito en Cuba permite descubrir a un Caamaño que, progresivamente, va orientándose hacia un pensamiento de izquierda, particularmente bajo la orientación de la revolución cubana y del Che. Ese nuevo pensamiento reposa, principalmente, en el ideologema guerra de guerrillas. Además, revolución, antiimperialismo y socialismo. Los ideologemas soberanía nacional y honor se incorporan a este pensamiento, pues, aunque no son nuevos, adquieren significaciones distintas a las que tenían en la guerra de abril.

Ese período posterior a la guerra de abril de 1965 está marcado por un cambio radical de los contextos pragmáticos y sociohistóricos. Quien escribe el diario en Cuba no es ya el presidente Constitucional y coronel del ejército dominicano. Esas funciones pertenecen al pasado. Como pertenece al pasado su función de agregado militar en la embajada dominicana en Londres.

Todo eso significó la renuncia a un modo de vida y a un esquema político e ideológico. Por tanto, el discurso constitucionalista de la guerra de abril y la sujeción al deber y al espíritu de cuerpo del militar convencional ya no forman parte de su nuevo perfil.

A partir de noviembre de 1967, fecha de su arribo a Cuba, la relación de Caamaño con el ejército y el gobierno dominicanos es la de un rebelde y un desertor. En adelante, sólo tiene en su haber el indiscutible mérito de ser el héroe de la guerra de abril y el propósito, presente en el discurso de renuncia del 3 de septiembre de 1965, de continuar la lucha para lograr las reivindicaciones del pueblo, fracasadas con la firma del Acto Institucional que puso fin a la guerra.

La elección de Cuba como el lugar a partir del cual reiniciaría la lucha era ya un indicador de un giro hacia la izquierda, hacia una actitud más radical  con respecto a las posiciones que sustentaron su misión hasta la guerra de abril.

Eso implica una ruptura en la concepción política e ideológica que Caamaño alimentará durante ese largo periodo de permanencia en Cuba. Sin embargo, hay evidente continuidad en dos aspectos.

Uno es la visión militar de la política, que se imponía de suyo por su profesión de militar de carrera, a la que nunca renuncio; visiones que, finalmente, logró fundir en su proyecto político-militar al abrazar el método guerrillero.

El otro aspecto permanente en la personalidad y el comportamiento de Caamaño lo constituye el conjunto de valores que lo acompañaron siempre y fueron el motor de sus grandes decisiones en los diversos tramos de su biografía.