La crisis sanitaria producida por la pandemia de la COVID-19 demostró que los países industrializados no estaban preparados para enfrentar un problema de salud de tal magnitud. Mientras que la guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto al desnudo las dependencias de los países industrializados y en vías de desarrollo de los hidrocarburos, los granos, las grasas, las proteínas y los medicamentos.

Vistos los desafíos a los que está expuesto nuestro país, los actores sociales y comunitarios deberíamos definir una estrategia de articulación social para respaldar las investigaciones que está llevando a cabo la Procuraduría Anticorrupción desde alrededor de dos (2) años.

Como sabemos, un grupo de exfuncionarios se aprovechó de sus funciones públicas para apoderarse descaradamente de los recursos y los bienes propiedad del Estado dominicano. Lo peor de esta situación es que la mayoría de estos exfuncionarios transita por las calles en sus lujosos carros o jeep, viven en mansiones millonarias y viajan por el mundo en sus lujosos yates y aviones privados, mientras que el 33% de la población dominicana vive en una espantosa miseria.

En tal sentido, con los recursos económicos que recupere la Procuraduría Anticorrupción al concluir las investigaciones y las condenas que espera el pueblo dominicano se podrá hacer frente a los problemas de salud que enfrenta el país, generar nuevos empleos para los jóvenes y los adultos desempleados, mejorar la calidad de la educación, prevenir y perseguir la delincuencia y la criminalidad e invertir en el saneamiento ambiental.

Además, el movimiento de articulación social debe exigir que los recursos recuperados al finalizar los procesos judiciales se utilicen para fortalecer el Sistema Judicial Dominicano y el pago de las deudas públicas internas y externas que tiene nuestro país.

Los problemas socioeconómicos y ambientales son factores aglutinantes que sirven de vasos comunicantes para articular y movilizar a los sectores comunitarios y sociales dispuestos a hacer oír sus voces para que se profundicen las investigaciones sobre los casos de corrupción que se están ventilando actualmente y se incluyan otros casos bien conocidos por la Procuraduría Anticorrupción.

Partir de lo vivencial y avanzar hacia otros aspectos de articulación social novedosos le dará un espaldarazo a la Procuraduría Anticorrupción en el proceso de investigación en marcha. No obstante, la creatividad y la constancia son claves para iniciar y mantener un proceso de articulación social transparente e inclusivo.

Según las experiencias chilenas y colombianas, un proceso de articulación social requiere de estrategias para evitar que el movimiento no se desinfle o se contamine a corto y mediano plazo. Como psicólogo social y planificador estratégico me atrevo a afirmar que la mayoría de los sectores de la clase media de nuestro país (médicos, enfermeras, agrónomos, contadores, ingenieros civiles, arquitectos, administradores, abogados, etc.), estamos dispuestos a involucrarnos en un proceso de articulación social anticorrupción que se haga sentir a todo lo ancho y largo de la República Dominicana.

En tal sentido considero que periodistas, locutores, sacerdotes, pastores, cineastas, profesionales de las distintas áreas del saber, campesinos, medianos y péquenos comerciantes y empresarios, estudiantes, maestros, intelectuales, amas de casa, líderes comunitarios, sociales, deportivos, entre otros, deberíamos autoconvocarnos para respaldar las investigaciones que está llevando a cabo la Procuraduría Anticorrupción.

Si partimos de las experiencias de Chile y Colombia vemos que un proceso de articulación social no necesita de grandes recursos para articularse y mantenerse si hacemos uso de las redes sociales y la creatividad.

Atrevámonos a ser parte de un proceso de articulación social que exija se persiga a todos los corruptos, que se les juzgue y se les despoje de los recursos y los bienes que estos se robaron de las arcas públicas, sin que hayan vacas sagradas.

Manolo, Patria, Minerva, María Teresa, Esteban Díaz Jaquez, Caamaño, Goyito, Amaury, Juan Bosch, Peña Gómez, Orlando Martínez, Sagrario Díaz, Los Palmeros, entre otros, levantaron sus voces y entregaron sus vidas propugnando por el uso honesto y transparente de los recursos y los bienes del Estado dominicano.

¡Enarbolemos los principios éticos y de transparencia en la Gestión Pública, ya que nuestros hijos y nietos merecen vivir en un país más justo e inclusivo para todos y que los actos de corrupción sean cosas del pasado!

“Si puedes soñarlo, puedes hacerlo”. Walt Disney