Argentina es uno de los países más grande tanto en términos territorial de América, ocupando el cuarto lugar en extensión (2.791.810 km2 en la parte continental y 965.597km2 correspondiente al continente de la Antártida) y el segundo en América Latina, luego de Brasil, que tiene el territorio más grande. La población argentina de 46,849,153 habitantes (año 2022), ocupando el tercer lugar en número de habitantes en Suramérica, luego de Brasil y Colombia (219,477,794 y 51,609.000 habitantes respectivamente).

La producción de Argentina es principalmente de soja, maíz, trigo, girasol y cebada, carnes y productos lácteos. La agricultura representa mas del 10% de su producto interno bruto (PIB), aunque este sector emplea solo el 5.3% de total de empleados y el sector servicios e industrial son los que aportan el mayor número en términos de empleos, 66.1% y 28.6% respectivamente. Sus exportaciones de bienes representan el 70% de sus exportaciones totales y particularmente de oleaginosas y cereales, con más del 50%.

El año 2001 marcó un antes y un después de la economía y la vida de los argentinos, la cual cambio radicalmente en términos de bienestar, por la gran crisis, que se fundamentó principalmente en que producto de la situación de crisis expresada en la caída del producto interno bruto de 4.4% en el año a menos -10.9% en el año 2002 y que impulsó a restricciones al retiro de dinero a los ahorrantes de los bancos, en lo que se denominó “el corralito” y que a la vez genero una situación en la cual la gente prefería tener dólares y le huía a tener  pesos argentinos, por la acelerada devaluación de esta moneda.

En un escenario económico en el cual el PIB se prevé, según del Fondo Monetario Internacional, que finalizando el año 2023 caiga al nivel de 1.8% y siga en caída en el 2024 a 1.3% y con tasa de inflación en el presente año de alrededor del 60%, que se agrega a las crisis de inflación e hiperinflación que por décadas ha sufrido la Argentina. La tasa de pobreza al 2022 llego al 36.5% y la tasa de desempleo a 11.5% (Fuente: Emmanuelle Mansart-Monat, revista El Economista)

A partir de la situación descrita en las pasadas elecciones nacionales del 22 de octubre, fue elegido como presidente a Javier Milei, en segunda vuelta, el candidato del partido La Libertad Avanza, partido de extrema derecha, , que en la primera vuelta había obtenido el 29.9% de los votos y que para la segunda vuelta obtuvo el 55.65% de los votos válidos, convirtiéndose en el candidato más votados con 14 554 560 de ciudadanos argentinos que votaron por él, pero a la vez será el presidente en la historia de Argentina con menos apoyo legislativo y que no ganó ninguna de las gobernaciones provinciales.

Milei como un representante genuino de la extrema derecha promueve el libre mercado en su máxima expresión, y la reducción del tamaño del Estado, propio de la corriente neoliberal, así como la eliminación del Banco Central y la dolarización de la economía argentina; el mismo se ha declarado como un aliado incondicional de los Estados Unidos y a la vez romper relaciones diplomáticas y comerciales con Brasil y China, dos de los principales socios comerciales de Argentina. El rompimiento con estos dos socios comerciales partiendo de los resultados del año 2022 en donde las exportaciones hacia Brasil 14.3% y hacia China 9.1% y cuanto a las importaciones desde China fue de 21.5% y desde Brasil 19.7%.

Con relación a Estados Unidos para el año 2022 las exportaciones fueron del 7.5% y las importaciones de 12.7%. Esto evidencia que Estados Unidos de ningún modo va  a suplir la ausencia de relaciones comerciales con Brasil y China (33.4% de exportaciones y 40% de importaciones). Lo que implicaría una reducción de la entrada de divisas a la economía y de desabastecimiento de productos importados, la cual pasaría de un superávit en la balanza comercial actualmente a un déficit en la misma, con las implicaciones que esto acarrea en términos de endeudamiento externo.

Que Dios encuentre confesados a los argentinos, para que no vuelvan a vivir la crisis del año 2001, con un presidente que, de cumplir sus promesas, produciría una gran debacle de la economía argentina.