El martes pasado 27 de marzo, recibí la triste noticia del fallecimiento de Génove Gneco Medina a quien tuve la suerte de conocer y con quien compartí muchos años de mi vida, en el campo profesional y familiar.
Todo lo que podamos decir sobre Génove Gneco, sería poco, partiendo de sus atributos y cualidades, pocas vistas en estos tiempos y de grandes valores para los que tuvieron la oportunidad de tratarlo y de recibir sus savias enseñanzas.
Conocí a Génove Gneco, en un salón de clases de la UASD, a la sazón de impartirle una docencia de Matemáticas Financiera II, continuación de la Matemáticas Financiera I, que había sido impartida por otro profesor y a quien los alumnos esperaban y habían seleccionado para mantener la continuidad. Sin embargo, a ese profesor le era imposible impartirla. Génove, como representante del curso, asumió la palabra requiriendo al profesor que habían seleccionado, le expliqué su imposibilidad y todo quedó aclarado, ya que aunque con vehemencia reclamó el derecho de sus compañeros de esa misma manera de manera racional comprendió la situación.
Paradójicamente, ese comienzo representó el inicio de nuestras magníficas y fructíferas relaciones profesionales que se extenderían a lo largo de mas de 30 años. Ese tiempo me brindó la oportunidad de conocer un ser humano lleno de una gran inteligencia y sapiencia, de grandes atributos morales, de un gran patriotismo, de un defensor de los derechos humanos, de una gran sed de enseñanza a sus alumnos, razón de sobra por la que le llamaron “ El maestro Génove Gneco”. Allí en la universidad donde se formó, ahí mismo dejó un gran legado a miles de estudiantes que tuvieron la oportunidad de beber de su gran sabiduría y sobre todo de lo mucho que se empeñaba para que ninguno de sus discípulos se quedara sin la comprensión de lo tratado en las cátedras. Así mismo, en su ejercicio extra docente, supo como consultor, llevar a cabo una labor apegada a los principios técnicos y éticos de la buena práctica de la profesión. Esto con solo un ejemplo de su vertical comportamiento, se puede ver si contamos la experiencia que vivió en labores extra profesoral que realizaba en la UASD, referente a los trabajos de tesis de los estudiantes que estaban en la postrimería de sus carreras.
A este respecto, vale la pena señalar, que de manera irregular, un político de alto renombre, estaba presentando una tesis para obtener un título en la rama de ingeniería, para lo cual presentó una tesis de grado que había plagiado de una Universidad de Centro América, pero gracias a la buena labor de investigación y de llegar siempre a la verdad desarrollada por “ El maestro”, el intento fraudulento del político quedó frustrado. Las consecuencias de esta actuación para “El maestro”, prontamente se hicieron sentir ya que fue persistentemente amenazado y tuvo que recurrir a situaciones que le impidieron por algunos días llevar a cabo una vida normal.
Los atributos de “El maestro Génove Gneco”, no se quedaban ahí, habría que indicar su grandísima humildad, que se valora mucho mas cuando la encarna un ser humano de su categoría, de gran inteligencia, amplísimos conocimientos y su gran pasión por la lectura. Nunca le interesó atesorar o acumular riquezas siendo un hombre muy desprendido y siempre dispuesto a darle al necesitado el dinero que ocasionalmente llevase con el.
Un gran hombre se nos ha ido, esperemos que se reproduzcan muchos maestros como Genove Gneco Medina, para el beneficio de nuestras generaciones presentes y futuras y por el bien de nuestra educación universitaria que así lo requiere cada día mas.