En estos días se ha puesto en funcionamiento una maquinaria que busca denostar a las figuras más preponderantes y cercanas al presidente Luis Abinader con motivo de la cercanía del 16 de agosto, fecha que utiliza el mandatario para realizar cambios en la administración pública.
En sus propósitos malsanos, los adversarios del régimen del presidente Luis Abinader, de manera irresponsable y repulsiva, pretenden involucrar en actos reñidos con la moral política a un hombre como el doctor Antoliano Peralta, conocido por todos como uno de los profesionales del Derecho más transparentes del país y del Gobierno.
Tanta gente no puede estar equivocada al ponderar su conducta diáfana en el ejercicio de la profesión de abogado y en su desempeño como consultor jurídico del Poder Ejecutivo. Está claro que su mención en los pasquines y rumores puestos a circular no solo va más allá de hacerlo saltar de la posición, sino que también quiere socavar la imagen del Gobierno con miras a los comicios de mayo de 2024.
Sin embargo, las insinuaciones desmedidas contra el doctor Antoliano Peralta se deben también a presiones por chantajes de políticos, empresarios y comunicadores sociales, a los cuales él ha negado servicios y ventajas que están fuera de la línea trazada por el presidente Luis Abinader Corona.
El doctor Antoliano Peralta, profesional de éxito, permaneció en su oficina de abogado durante décadas, llevando casos jurídicos de envergadura y participando en tertulias literarias, y su transcurrir en el diario vivir era alegre y sereno. Bastó, sin embargo, que se integrara al proyecto político de Luis Abinader, donde tuvo roles protagónicos, para que se iniciara un ataque en su contra. Los hechos están ahí, a la vista de todos.
Que los enemigos del doctor Antoliano Peralta sigan pariendo sus ratoncitos y descarguen su veneno de reptil.
Casi siempre, los rumores y pasquines provienen de sujetos tóxicos, maleados y utilizados por fuerzas oscuras para provocar noticias falsas que traen confusión y generan implicaciones de tipo moral, económico y político.
Esta vez, a los enemigos del Gobierno “el tiro les salió por la culata”; la puntería les falló porque el consultor jurídico cuenta con una impronta que, en el tiempo que lleva en el cargo, lo hace acreedor de la confianza del presidente Luis Abinader. Ante la sociedad, su imagen se mantiene fresca y prístina. Su apellido, Peralta, me recuerda el eslogan de la compañía Barceló, autoría de Belarminio Arias Taveras, (alias Belanche): “Los veganos somos buenos todos”. Antoliano Peralta proviene de una familia humilde, honesta, trabajadora y respetable. En su pueblo de Miches, la gente también dice: “Los Peralta son buenos todos”.
El doctor Antoliano Peralta es un magnífico ejemplo de pulcritud. No se le puede acusar de prepotente pues su temperamento se lo impide; un profesional que ha dado sobradas muestras de lealtad a su presidente y a sus amigos.
Por suerte, la tecnología utilizada hoy día permite identificar los procedimientos de los facinerosos y las cavernas desde donde operan. Está al tanto de sus acciones degenerativas, vacuas, mostrencas y macabras. También les hace saber qué sectores financian sus propagaciones anodinas. Que sepan, los que se han dado a la tarea de atacarlo, que no es tan simple que él se entregue a la indagación perezosa de sus enemigos.
El pasquín, como el rumor, nunca han tenido credibilidad y aquellos que los emplean rara vez llegan a tener especificidad. Por esa razón, el escritor con criterios concretos los rechaza porque no llegan a penetrar en los sentidos; se quedan flotando en la superficialidad y se deshacen en eso: en nada. En cambio, cuando se trata de la verdad esta se relaciona con el mundo de las cosas, es decir, con las percepciones objetivas.
Los que intentan achicar la imagen bien labrada del consultor jurídico del Poder Ejecutivo, todavía no se han dado cuenta que con el triunfo de Luis Abinader, aquí, hubo un eclipse político y que los pasquines y rumores no van a torcer las agujas del reloj del cambio histórico.
Que los enemigos del doctor Antoliano Peralta sigan pariendo sus ratoncitos y descarguen su veneno de reptil. Nada de eso lo tumbará del caballo que tomó prestado al Quijote. Cuando se sirve a un Gobierno como el de Luis Abinader nada hay que temer. No cabe duda de que el desempeño del consultor jurídico se exhibe espontáneo, fluido y responsable, cuestión que no nos debe extrañar.
Fijaos bien: detrás de los pasquines y rumores, puestos a circular con el fin de descalificar moralmente al doctor Antoliano Peralta, hay dirigentes del propio Partido Revolucionario Moderno (PRM) con la mirada puesta en el 16 de agosto. Sin embargo, el consultor jurídico se vale del refrán: Águila no caza moscas.