Al bajar las escaleras de mi casa, una de las bolas de cristal que componen la lámpara que está colgada en el techo se desprendió, causándome tremendo susto. Inmediatamente otras bolas empezaron a caer como especie de granizo sobre la escalera, una de las bolas rompió un vidrio de los que sirven de pasamanos.

¡La ansiedad se apoderó de mí!.

Comencé a tener pensamientos repetitivos sobre qué pude haber hecho antes para que no se deteriorara la lámpara, y empezaran a desprenderse las bolas. Mire hacia el techo y cruzó por mi mente la idea de que el resto de la lámpara caería por completo dañando toda la escalera y lo que era peor, que los vidrios hirieran a alguien que estuviera bajando o subiendo. ¿Qué pasaría si lastimaran a uno de mis sobrinos pequeños?, ¿a mi hija?, ¿a la persona que me asiste en el hogar?

En ese momento solo pensaba en lo peor. Estaba mareada, me faltaba el aire, creo que mi presión arterial bajó o subió, no lo sé, todo daba vueltas.

Transcurridas unas horas, tomé el celular para ver en las redes sociales lugares que vendieran artículos de iluminación, mientras más páginas sobre el tema veía, menos recordaba lo ya visto. Volví a sentir mucha ansiedad.

La ansiedad es una afección donde la persona tiene preocupación y sentimientos de miedo, terror o intranquilidad excesiva.

Buscando en Google información sobre los trastornos de ansiedad, encontré que hay muchos tipos, desde obsesivo compulsivo…, hasta nuevas variantes dentro del trastorno de ansiedad generalizada. Un psiquiatra brasileño de nombre Augusto Cury, le llama "El mal del siglo”. Este brasileño asegura haber descubierto el "síndrome del pensamiento acelerado" (SPA), una condición que afecta a miles de personas.

La cantidad de información que nos llega, hace que los recuerdos se despierten y viajen en el momento presente, sin anclarse en ninguna parte, por lo que el individuo pierde el foco y la concentración. Por ejemplo, al leer una página de un libro o periódico, en especial, si es en formato digital, no se recuerde nada de lo leído, esto provoca trastornos emocionales y baja tolerancia al estrés.

Millones de niños, niñas, adolescentes y adultos, a causa del exceso de información, de actividades propias de las redes sociales y la intoxicación digital, editan la construcción de pensamientos y emociones de forma exagerada, sin necesidad de que tengan traumas previos.

Síntomas de ansiedad:

-Falta de sueño

– Dificultad para quedarse dormido

– Despertarse cansado,

– Nudos en la garganta

– Trastornos intestinales.

-Bruxismo

– Falta de concentración

– Déficit de memoria. Las personas tienen problemas para recordar fechas, nombres de personas, citas, y actividades diarias.

—Pensamientos repetitivos sobre el pasado o el futuro.

-Déficit de concentración.

A las personas con trastorno de ansiedad se les hace difícil enfrentar los problemas, y los conflictos aumentan enormemente, porque las personas ansiosas tienen un umbral bajo para la frustración, son intolerantes a los contratiempos, están constantemente irritables y tensas.

La ansiedad afecta a todas las personas, no importa la edad, raza, nivel cultural o educacional, no nos permite que desarrollemos un razonamiento profundo y esquemático. La capacidad de pensar o debatir ideas no se cultiva porque saltamos de un pensamiento a otro. Las personas con alto nivel de ansiedad piensan mucho, pero sus pensamientos tienden a ser estériles, y sus respuestas son menos inteligentes. Les falta profundidad y asertividad.

Prevención:

Suelte el celular o la tableta, viva el presente, observe las cosas bellas a su alrededor, las flores, el verde de los árboles, la música, pero, sobre todo, "RESPIRE”. A través de nuestra respiración podemos aliviar un poco la ansiedad.

Recomendación:

Si siente ansiedad de forma recurrente, busque ayuda con un profesional de salud mental. Yo, por mi parte, estoy yendo a terapia.

Merliz Rocio Lizardo Guzmán. Aprendiz de la conducta humana.