El polideportivo Luciola Pión Guerrero, de Higüey, uno de los centros colectivos preparados como albergue para familias vulnerables frente al huracán Fiona, sirvió de refugio a perros que desorientados buscaban protección la noche del impacto.

Entre las paredes fortificadas del antiguo y conocido complejo deportivo nos alojamos miembros de la Defensa Civil que se posicionaron un día antes en el Este para socorrer a la población.

A las familias que protegíamos se sumaron algunos perros del entorno que, al igual que nosotros, se aseguraban de estar resguardados para enfrentar la fuerza destructora de los vientos del huracán.

Los pronósticos sirvieron a la Defensa Civil para colocarse horas antes del impacto de Fiona en el Este.   Los modelos del evento acertaron en la trayectoria, sin embargo, la velocidad de los vientos nos parece fueron más intensos.

Lo que se pudo sentir esa madrugada del lunes 19 de septiembre eran vientos superiores a los 150 kilómetros por horas. El poder devastador del huracán derribó los árboles que protegían el polideportivo.

Quedaron en pie algunas matas y la lluvia combinada con los vientos las dejaron frágiles.  Fiona nos arrinconó a una pequeña área reforzada de la estructura.  Los techos, letreros, árboles y objetos diferentes volaban en la oscuridad traspasando y golpeando todo lo que encontraba a su paso.

Los perros del vecindario, “los viralatas”, corrían despavoridos.  El gua, el silbido del viento, el ruido de los metales arrastrados desconcertaba a los refugiados. Las llamadas de emergencias, demandando auxilio al director provincial de la Defensa Civil, se intensificaban cada minuto.

Personas y animales que llegaban buscando refugio para protegerse de Fiona recibieron ayuda. Ofrecimos apoyo a todo ser vivo que llegaba al centro: personas y animales.

Obviamente, aplicando las medidas de lugar recomendadas para ese escenario. Al igual que las personas, los animales tienen derecho a ser protegidos en situaciones de emergencias.

El martes 4 de octubre pasado se celebró el Día Mundial de los Animales, a ellos dedicamos los esfuerzos de proteger la vida animal, así como hicimos la madrugada en la que el huracán Fiona azotó la Altagracia.

Seguir educando a la población sobre el cuidado y protección de los animales en cualquier situación, y de manera especial en condiciones de peligro, como cuando se aproxima una tormenta o huracán, es una tarea en la cual se debe seguir insistiendo.