Las mujeres han jugado un papel trascendental en la lucha por la democracia del pueblo dominicano. En el siguiente escrito publicado hace 22 años, Raúl Pérez Peña (Bacho) restituye esta historia revolucionaria encarnada por las mujeres catorcistas, en particular por Aniana Vargas. En honor a sus combates y esperanzas, urgentes para los cambios que necesita nuestro presente, reproducimos este texto.
Aniana, el símbolo*
Doña Francia Cisneros viuda Villalba cumple en diciembre 90 años de edad. Doña Francia presidió la Federación de Mujeres Dominicanas en los tiempos de su fundación en los años 60. Al igual que doña Marina Mieses, Doña Luz Cabrera, Doña Francia y decenas de mujeres catorcistas, son testimonio de una lucha sin tregua por las reivindicaciones democráticas del momento, impulsando un importante frente de masas en las luchas sociales y por los derechos de la mujer.
Ahora que se conmemorará el 42 aniversario del asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, y 39 años de la insurrección de noviembre de 1963 contra el gobierno golpista del triunvirato, saltan a la memoria como documentos fílmicos, aquellos capítulos, aquellos rostros, aquella vergüenza que no dejaba brechas para la indolencia social, ni para el servilismo al poder extranjero.
En esos espacios de la vergüenza nacional siempre ha roto lanzas Aniana Vargas. Su firmeza en los principios la hace una digna exponente de la continuidad de la Raza Inmortal y de los que levantaron aquella bandera abrazada por Manolo y Minerva.
Aniana Vargas reúne en su cara la rebeldía de doña Conina Cuello y la sonrisa de doña Guillermina Puigsubirá Miniño. Aniana suma la intransigencia de Polo Rodríguez a la amplitud política de Juan Miguel Román. Aniana Vargas integra en su historia misma la verticalidad de Papilo Lalane José con la visión del bosque (y no de un árbol), de Pipe Faxas Canto. La serenidad revolucionaria de un Amín Abel, y el temple de resistencia de un Amaury Germán, son expresiones de la trayectoria de Aniana Vargas.
Por esa historia es que Aniana significa tanto para los dominicanos. Por esa integridad es que Aniana pasa a ser un verdadero símbolo de la lucha social de nuestro pueblo en este despegue de siglo.
Un momento histórico que luce ominoso a partir de los niveles de corrupción y sinvergüencería que exhibe sin inmutarse la claque política que gobierna el país desde hace casi cuatro décadas. Pero un momento histórico que al propio tiempo emite señales auspiciosas porque las huellas del poder de los partidos de la corrupcracia, hace revivir una aguda conciencia política en las masas dominicanas.
Aniana Vargas es símbolo de lucha y de valores precisamente en esa perspectiva que anuncia nuevos tiempos y nuevas esperanzas para el pueblo dominicano.