La obra Cirbenmundo transido Enredo gris de postpandemia, guerra y ciberguerra (2023), de Andrés Merejo, es de vital actualidad: trata acerca del cirbermundo en tiempo transido.

Es preciso destacar este elemento en todas las obras de este autor: el discurso autobiográfico y de lo social se apropia del discurso filosófico de la tecnociencia.

En ese sentido, Merejo incorpora su experiencia al expresar su temor ante la ciberguerra de estos tiempos y su afán por preservar la paz mundial . No eran todavía los tiempos del mundo virtual sino del temiblemente real :

“Nací y me desarrollé en el mundo caracterizado por la Guerra Fría (…) Apenas cumplía los 16 años, cuando los valores humanistas comenzaban a gestarse en mi conciencia, luchando contra la posible amenaza de una Tercera Guerra Mundial.

La primera vez que ingresé a los Estados fue en noviembre de 1984, participé junto a mi hermano Jesús Merejo y su esposa Edita González ,en una marcha hacia Washington (Capitolio), en pro de la paz y en contra de las armas nucleares”.

Luego, la conciencia contra la guerra y en pro de la paz de aquellos años juveniles se traslada hoy en el tiempo de la ciberguerra:

“Hoy como ayer, sigo pensando en que la paz nos lleva al entendimiento, al consenso entre las partes envueltas en conflicto…”

En la incorporación de su subjetividad en el quehacer filosófico, a menudo, Merejo expresa su filosofía cibernética en clave poética. En la obra Filosofía para tiempos transidos y cibernéticos, se vale de un proverbio del poeta Antonio Machado para indicar cómo es la mirada del navegante del ciberespacio:

”El ojo que ves no es ojo porque tu veas; es ojo porque te ve.“ Así describe su propia mirada.

En la obra Cirbenmundo transido Enredo gris de pospandemia, guerra y ciberguerra nueva vez Merejo se apoya en Machado.

El libro comienza con una cita del poeta sobre el cómo el caminante hace el mismo el camino al caminar:

“ Todo pasa y todo queda,

Perro lo nuestro es pasar,

pasar haciendo caminos,

caminos sobre la mar(la mar).”

Así mismo, nos dice , es su filosofía.

“Siempre buscando caminar sin un punto estacionario y sin caminos rectilíneos que terminan en petrificaciones.”

Merejo se ve como filósofo: “En ir y venir del pensar, del decir y del hacer.”

Y así nos dice que Cirbenmundo transido Enredo gris de pospandemia, guerra y ciberguerra   es una obra que “se mueve en un enfoque del pensar el acontecimiento en este siglo XXI, distinto a otros pensadores que han construido su propio camino en la medida en que fueron pensando lo acontecido.”

Este texto es una reflexión sobre el modo de pensar del autor. Esto es algo que no debe soslayarse . En ese pensar como haciendo camino al andar Merejo se encuentra con Camus.:

“La angustia, el miedo, lo transido, lo absurdo y el riesgo , son hilos que se entrecruzan con la urdimbre narrativas de La peste”. Merejo cita la novela de Albert Camus :

“Sin embargo, en cuatro días, la fiebre dio cuatro saltos sorprendentes: dieciséis muertos, veinticuatro, veintiocho y treinta y dos…”

Cita también el cuento “El miedo”, de Guy de Maupassant:

“El miedo (y los hombres más audaces pueden tener miedo) es algo espantoso, una sensación atroz ,una especie de descomposición del alma, un borroso español del pensamiento y del corazón.”

Esas referencias son expresiones de un pensar activo y procesual de un sujeto que no renuncia a ser él mismo. Eso lo vemos cuando Merejo interpela al lector de su obra con esta sentencia: “No se puede comprender los acontecimientos del mundo sin el cibermundo, de la política sin la ciberpolítica.

Ahora, una advertencia acerca de lo que entiende por cibermundo dirigida a los que creen que el cibermundo se reduce a tecnología y a soporte físico: el cirbermundo somo nosotros los humanos en situación de la realidad virtual:

“No se puede pensar el concepto de cirbermundo como tecnología ,ni  menos como técnica”. Eso es solo “plataforma o soporte de construcción virtual. Lo esencial es el “ artífice” de la realidad virtual :el “sujeto cibernético articulado al lenguaje ,al discurso y la sociedad”; lo cual un proceso de construcción y la expresión que “implica un discurso de valoración ,una postura y una ética en el mismo corazón de ese mundo digital.”

En su filosofía Merejo da al concepto transido una dimensión compleja y más rica e impactante que la significación de uso común en la lengua. Para eso, recurre a la bibliografía filosófica y al psicoanálisis:

“Aquí, lo transido deviene un concepto filosófico complejo en el que convergen la angustia existencial (Kierkegaard y Heidegger) con la afectiva (Freud) y todo el abatimiento humano cargado de intenso dolor moral y de precariedades sociales y de la sociedad del riesgo (Merejo,2017;2018) impregnados de experiencias de vidas conocidas como situaciones limites (Jaspers,2017) en las “que tengo que vivir forzosamente en una situación ,que no puedo vivir sin lucha ni sufrimiento, que tengo que morir.”

Lo transido es así : angustia que desborda lo psicológico y penetra lo existencial de los seres humanos atrapados en un porvenir catastrófico.

En esta obra, lo transido tiene dos manifestaciones: la COVID 19 como pospandemia y la ciberguerra, sobre todo a raíz de la intervención rusa en Ucrania. Son dos momentos que conforman la situación transida, sumamente crítica, que hoy sufre la humanidad.

“Lo transido envuelto en lo que fue la pandemia” es de una naturaleza extremadamente trágica: abismo, desamparo, reducción de la vida a la nada:

“La pandemia produce un abismo en el sujeto que deja entrever lo irreconciliable entre lo finito de infinito, ante los límites de su propia subjetividad, desamparada y suspendida en la nada, que según (Kierkegaard(1965),será esta nada que engendra la angustia”(…)lo cual escapa al cuadro psicológico del sujeto para enclavarse en la propia existencia.”

Esa condición no desaparece en la pospandemia: queda en el sujeto un “fondo transido”. Se siente atrapado en un peligroso riesgo:

“Después de la pandemia se quedará en el sujeto, en su fondo transido, en su vivir más allá de los entes, de la distopia y la utopía; la propia angustia ,en cuanto ser sujeto para la muerte (entropía) como posibilidad propia y absoluta e insuperable por nosotros los seres humanos, lo que significa no quedarnos atrapados en un riesgo como el Coronavirus y en el pensar que uno va a morir.”

La probabilidad de una conflagración mundial bajo la forma de la ciberguerra de mano de las armas nucleares es aún más real y mortal que la pospandemia. Afirma Merejo:

“Vivimos en un tiempo cibernético transido, donde las regresiones belicistas pueden arrastrarnos, como puntualiza Edgar Morin, a una conflagración mundial, ya que un “número creciente de Estados que posee armas nucleares y el desarrollo de su producción hará que su empleo sea cada vez menos improbable.”

La capacidad tecnológica se expresa en los modos y artefactos cada vez más eficaces en los que se incluyen los drones y el hackeo, etc. Esas son hoy unas de las tantas manifestaciones de esta ciberguerra , como la que se observa en Ucrania.

En su filosofar en este tiempo cibernético y de la Inteligencia Artificial Merejo, advierte, junto a otras voces, la terrible situación, llamando a la paz, una paz hasta ahora desoída por los Estados involucrados en la guerra.

Merejo no pierde su óptica de filósofo y no trata de hacer tecnología en sus escritos relacionados con el cirbenmundo. Es un filósofo que filosofa sobre el cibermundo; lo cual incluye un conocimiento filosófico e informático que se expresa en los conceptos y en la lógica de su exposición.

Pero, atención, lo principal en Merejo no es eso, sino la perspectiva personal que asume en su discurso. Él incluye su yo en su decir, su historia, su vida, su semblanza, asumiéndose como sujeto. Eso me complace sumamente.