El presidente Danilo Medina se dirigió al país y al mundo el 16 de agosto del 2016 ante la presencia de 36 invitados especiales, entre los cuáles se encontraban presidentes, vicepresidentes, ministros plenipotenciarios, jefes de Estado y de gobiernos, representantes diplomáticos acreditaros en el país, así como senadores, diputados y funcionarios nacionales.

Su intervención en esa ocasión la inició valorando las grandes jornadas bélicas de los héroes de la Restauración de la República, fecha que forma  parte esencial de nuestras efemérides patrias, que cada año celebran el gobierno y diversas instituciones del Estado, para que el pueblo mantenga viva en su memoria tan importante gesta nacional.

En ese momento histórico el jefe del poder ejecutivo decía las siguientes palabras:

“Señoras y señores, quiero comenzar estas palabras recordando una vez más la fecha que conmemoramos en el día de  hoy. Como cada 16 de agosto, conmemoramos el aniversario del Grito de Capotillo”.

“En un día como éste, hace ahora 153 años, un grupo de hombres y mujeres heroicos se levantó para alcanzar la mayor conquista que puede lograr un pueblo: la conquista de su patria”.

“Y es en esta fecha tan significativa, cuando tengo el honor de estar ante todos ustedes, representantes de todas nuestras instituciones y de las naciones hermanas, para recibir nuevamente el mayor honor que se le puede conferir a un ciudadano: ser elegido presidente de su país”.

“Aquellos héroes de 1863, con su valerosa hazaña, nos entregaron el mayor legado que podíamos heredar: la nación dominicana”.

“Y, junto a ese valioso legado, nos transmitieron también una gran responsabilidad: la responsabilidad de cuidar esta patria, de seguir construyéndola y de seguir sirviéndola sin descanso”.

“Y eso es lo que vamos a hacer. Ese es nuestro compromiso renovado con todos ustedes”,

“Pueblo dominicano, prometo que dedicaré los próximos cuatro años a servir a nuestra Patria, a cuidar de nuestra tierra y a hacer crecer cada día su grandeza.

El estadista que ya había cumplido cuatro (4) años al  frente del Estado dominicano, entendía prudente mencionar una parte significativa de las personas que en su vida familiar, política y personal les ayudaron a alcanzar, por segunda ocasión, esta meta tan deseada por hombres y mujeres del país y del mundo. Para la ocasión se refirió a todos de la siguiente manera:

“Señoras y señores, no puedo continuar estas palabras sin agradecer una vez más, a todos aquellos que han hecho posible que yo esté hoy aquí”.

“Hoy como hace cuatro años, vuelvo a repetir estas palabras: Me inclino humildemente y agradecido ante Dios”.

“Para pedirle de nuevo que me mantenga siempre en el camino de la justicia, del amor, de la humildad, de la compasión y del equilibrio”.

“Pedirle que nunca me deje conducir por la soberbia, el odio, la frialdad, la insensibilidad, la vanidad, la indiferencia, la arrogancia y la prepotencia”.

“Agradecer a mi familia, a mi padre Juan Pablo, a mi querida esposa Candy y a mis hijas, Sibely, Vanessa Daniela y Ana Paula por apoyarme siempre en este camino de servicio, que también supone muchos sacrificios para ellas”.

“Gracias a mi compañera Margarita Cedeño de Fernández, a quien felicito por haber sido elegida nuevamente como vicepresidenta de la República”.

“Gracias a los compañeros del Partido de la Liberación Dominicana y a todos los partidos aliados, por llevar a todos los rincones del país nuestro mensaje de unidad. Gracias al sector externo, por su alegría y apoyo incondicional”.

“Pero muy especialmente, y por encima de todo, ¡Gracias, una vez más, al pueblo dominicano! Gracias por confiar en nuestra palabra y por poner nuevamente en nuestras manos el timón de esta gran nación”.

El señor presidente se jactaba de señalar frente a la Asamblea Nacional, invitados especiales y el país que como regularmente da seguimiento a esa cita a través de los medios de comunicación, que en su recién concluida gestión de gobierno (2012-2016) había logrado el más extraordinario proceso de desarrollo que ningún otro jefe de Estado había alcanzado.

El presidente Medina en su discurso establece que:

“Hace exactamente cuatro años que, de pie, en esta misma tribuna, les propuse construir un sueño juntos”.

“Vivíamos entonces tiempos de incertidumbre en todo el mundo y, sin embargo, el pueblo decidió depositar su confianza en nuestro proyecto de desarrollo con equidad social, democracia y paz”.

“Hoy, con humildad, pero también con satisfacción, puedo decirles que he trabajado sin descanso estos cuatro años para honrar la confianza que depositaron en mí.  Y, por supuesto, estoy decidido a honrarla cuatro años más con el trabajo”.

“En todo este tiempo,  hemos demostrado que, con esfuerzo y con unión, los sueños se conquistan”.

“Paso a paso, hemos hecho realidad nuestra promesa de renovar la política, de transformar el país, de llevar esperanza a los lugares más apartados”.

“Estamos muy cerca de lograr lo que parecía imposible, un crecimiento de 7% durante 3 años consecutivos. Si, como indican las previsiones del Banco Central, cerramos el año así, eso significaría que el crecimiento promedio de nuestro país durante el período 2013- 2016 ha sido 8 veces superior al crecimiento promedio de América Latina estimado por la CEPAL”!

El mandatario, hijo aventajado de las huestes moradas continua en su alocución ofreciendo cifras extraordinarias que los centros financieros nacionales y algunos internacionales le prepararon para la ocasión, cifras, que según él y su equipo económico, habían transformado radicalmente la forma de vida del pueblo dominicano. Definitivamente sus palabras no se correspondían con la realidad social y económica que vivían los dominicanos en esos momentos y contradicen los indicadores planteados por la CEPAL, en su informe (2017):

“En estos cuatro años, nuestra economía ha crecido incluso más de lo que esperábamos. Concretamente 1.5 veces más de lo que nos propusimos como meta en el programa de gobierno 2012-2016”.

“Pero, sobre todo, ha crecido el optimismo, la autoestima y la igualdad en nuestro país. Porque ese crecimiento, está llegando cada vez a más personas”.

“Este modelo nos ha permitido sacar a más de 900,000 dominicanos de la pobreza. Dicho de otra forma, en ninguna otra gestión, en un período gubernamental de cuatro años -desde la muerte del Tirano Trujillo- había disminuido tanto la pobreza como en el pasado cuatrienio”.

“Y este modelo nos ha permitido también superar con creces la cifra de 400,000 puestos de trabajo que nos propusimos. De hecho, al 30 de julio alcanzamos los 462 mil empleos”.

Independientemente de que el entusiasmo embargaba los sentidos del gobernante nacido en Arroyo Cano, San Juan de la Maguana cuando ofrecía datos que los organismos financieros nacionales y algunos internacionales de habían facilitado para incluirlos en su pieza discursiva en ésta segunda cita de su vida política con la historia de la nación, la realidad que vivían las grandes masas sociales en barrios y municipios de todo el país, era otra. Este ofrece datos extraordinarios sobre el crecimiento de la sociedad dominicana en uno de sus nervios más sensibles de todo grupo poblacional, y cito:

“Yo he hablado muchas veces de la construcción de una sociedad de clases medias y en estos cuatro años hemos trabajado juntos para que esa clase media creciera”.

“El gobierno ha invertido en la gente y la gente ha respondido con esfuerzo y superación”.

“El resultado que hemos logrado es que nuestra clase media pasara de un 20.7% a conformar el 30% por ciento de la población, según la medición hecha en abril de este año 2016”.

“Y a esta nueva clase media vamos a darle aún más impulso, porque necesitamos que se consolide, que permanezca con ingresos dignos, que crezca y que abandone para siempre la condición de vulnerabilidad”.

“Ese es el resultado de la estabilidad económica. Y para que incorporemos cada vez a más familias, es fundamental que continúen los excelentes indicadores macroeconómicos que exhibe nuestro país en estos momentos”.

“La expansión económica del país se ha logrado con estabilidad de precios y reducción del déficit del sector público no financiero”.

Las cifras económicas expuestas por el mandatario reelecto continuaban dándole la razón sobre el manejo dado en los recién concluidos cuatro años, a las riquezas producidas por el país.

Maquilladas o no, las cifras contables, resultan evidentes ya que fueron aportadas por los organismos nacionales e internacionales que regularmente las facilitan, pues le permitían al gobernante justificarse matemáticamente ante el auditorio real y el mediático.

“La inflación promedio del período 2013-2016 se sitúa en torno al 2.5% anual, lo que constituye el menor promedio histórico para un período gubernamental de los últimos 46 años”.

“Además, el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos del país se redujo en casi 5 puntos porcentuales del PIB, al bajar de -6.6% a -1.9% a finales del año 2015”.

“La inversión extranjera directa, en el período 2012-2015 mantuvo un flujo promedio anual de US$2,400 millones, logrando que el país se consolide como el principal destino de inversión extranjera directa en la región de Centro América y El Caribe”.

“El notable desempeño de la economía dominicana se reflejó en una caída significativa del nivel de riesgo país, indicador por excelencia asociado a la percepción de riesgo de los inversionistas internacionales sobre la seguridad de una economía, situándose el mismo por debajo del promedio de la región”.

“Y otro hecho relevante en materia económica es que hace apenas unos días la República Dominicana saldó el total de los compromisos contraídos con el Fondo Monetario Internacional. Esto significa que desde  1975 a la fecha, es decir en 41 años, es la primera vez que no tenemos deuda pendiente con el FMI, como lo reconoce el propio organismo en su carta de felicitación al país”.

Al parecer, y sin ninguna apariencia, para el segundo presidente que las huestes moradas instalan en el Palacio Nacional, su primera gestión de gobierno ha provocado un vuelco trascendente a la economía dominicana, y tras ella se ha desarrollado un cuatrenio pletórico de bondades familiares y personales. Con este segundo mandato la transformación será extraordinaria, según expone el hombre bendecido por la gracia divina para ocuparse por segunda vez de los destinos de la nación:

“Dominicanos y dominicanas, todas estas cifras y resultados son importantes por dos razones: la primera, porque son la base sobre la que podemos construir un país estable, con empleo, bienestar y progreso”.

“Y la segunda, porque los beneficios de esas cifras llegan a la gente”.

“Este crecimiento y el que esperamos seguir logrando en los próximos años, lo vamos a seguir poniendo al servicio de las grandes mayorías, al servicio de todo el pueblo dominicano”.

“La estabilidad financiera y el manejo responsable de las finanzas es lo que nos va a permitir seguir avanzando en nuestra revolución”.

“Esa revolución pacífica y silenciosa, pero imparable, que está transformando el país y lo va a seguir transformando”.

“Día a día, proyecto a proyecto, estamos llevando soluciones y sumando voluntades, en todo el territorio nacional”.

“Educación de calidad, salud para todos, democratización del crédito, acceso a viviendas dignas, empleo de calidad y seguridad social. Son conquistas esenciales, que parecían imposibles y ahora se han vuelto irrenunciables para la gran familia dominicana”.

“Soy consciente de que los progresos alcanzados han hecho que las expectativas para el nuevo período de gobierno sean altas”.

“La gente vuelve a tener esperanzas y tienen mi palabra de que haremos todo cuanto esté en nuestras manos para no defraudarlas”.

El gobernante aprovecha  la oportunidad para dirigirse a aquellos grandes grupos humanos que supuestamente conoce y esperan las ejecutorias de su gobierno. Con esas palabras persigue excusarse ante los cientos de miles de ciudadanos  que en una parte del país, no han sido todavía tomados en consideración:

“Señoras y señores, en este momento, si me lo permiten, quiero dirigirme brevemente a las miles de personas y a las miles de familias que nos están viendo por televisión; desde sus casas o sus centros de trabajo; desde sus barrios o sus pueblos”.

“Déjenme decirles, con honestidad, que sé que aún nos queda mucho por hacer”.

“Y sé también que, aunque me hayan dado una amplia mayoría de los votos para gobernar, no me han otorgado un cheque en blanco”.

“Por el contrario, me han dado la enorme responsabilidad de hacer más y mejor y de seguir avanzando con paso firme”.

“Conozco las dificultades por las que todavía pasan muchas familias y las demandas insatisfechas que aún esperan respuesta”.

“Las conozco bien y me duelen, porque he recorrido este país de punta a punta y, sobre todo, porque soy igual que ustedes”.

“Soy hijo de este pueblo, de sus alegrías y de sus sufrimientos”.

“La lucha de ustedes es mi lucha. Siempre lo ha sido y siempre lo será”.

El presidente en su segunda gestión se define como hombre humilde del pueblo llano, y cito:

“Querido pueblo dominicano, yo nunca olvido de dónde vengo y, en días como hoy, menos que nunca”.

“Nací en una familia sencilla del campo dominicano, fui alumno de nuestras escuelas públicas y discípulo del profesor Juan Bosch”.

“Los valores inculcados por mis padres me han protegido siempre de los malos pasos y mi deseo de servir a este país me ha llevado, no sin sufrimiento, al lugar en que me ven hoy”.

“Ha pasado el tiempo, pero en mi interior no me siento distinto. Lo importante no ha cambiado”.

“Da igual si estoy en Arroyo Cano, en el Palacio Nacional, aquí en el Congreso, o visitando cualquier comunidad en el lugar más apartado del país. Esté donde esté, soy un hijo de nuestro pueblo”.

“Y entiendo que muchos de ustedes me dieron su confianza porque saben que mientras yo esté aquí, en este país está gobernando uno de los suyos”.

“Uno que piensa y siente como ustedes. Uno que ama a su país como ustedes los aman también y que cree en su potencial”.

“Y no estoy gobernando solo. Lo estoy haciendo de la mano con todos los dominicanos y dominicanas”.

El gobernante manifiesta su deseo de servir  a su pueblo de manera humilde desde el cargo que por segunda ocasión le ha dado la sociedad dominicana, veamos:

“Hace cuatro años les dije que mientras yo fuera Presidente, aquí se iba a gobernar con la gente y para la gente”.

“Hoy, con la mano en el corazón, renuevo mi promesa y les digo:”

“Hay un momento para soñar y un momento para hacer realidad los sueños. Ahora no estamos soñando, estamos trabajando. Y vamos a seguir trabajando juntos para convertir los sueños en realidad!”

“Porque como decía nuestro líder y compañero, el profesor Juan Bosch: “No basta con tener ideas, hay que hacerlas realidad en lo grande y en lo minúsculo”.

“Mi único deseo, para los próximos cuatro años, es seguir sirviéndoles”.

“Mi única razón para continuar en la política es, como les he dicho muchas veces, que nuestro trabajo cambie las vidas de las personas”.

“Que con nuestra labor diaria seamos capaces de llevar bienestar y felicidad a esas familias que ahora nos escuchan y que aún esperan un futuro mejor”.

“Eso fue lo que soñamos y aprendimos junto al profesor Juan Bosch y esa es ahora la responsabilidad y el trabajo que debemos cumplir”.

“Construir una Patria más justa y más solidaria. Hacer de la política un instrumento de cambio y de servicio”.

“¡Vamos a gobernar con la gente!”

El tribuno aventajado de Arroyo Cano es reiterativo en los planteamientos externados ese día para favorecer el bienestar de la sociedad dominicana, cuyos objetivos persiguen convertir una parte significativa de la clase baja y media baja en clase media total. Esas ideas dejan en el subconsciente de los espectadores reflexivos, la sensación de que su gobierno ha partido de cero y para nada positivo han contribuido los tres períodos gubernamentales de su antecesor colega, amigo y compañero de luchas partidarias Leonel Fernández Reyna, para favorecer a las mujeres y hombres de esta tierra bendita:

“Señoras y señores, cuando hablo de gobernar con la gente y para la gente, hablo de cumplir las grandes aspiraciones de nuestro pueblo y las grandes tareas pendientes para el desarrollo del país”.

“Este es un proceso que comenzamos en el año 2012, pero que hoy entra en una nueva fase.”

“Hoy comienzan cuatro años de profundización y aceleración de los cambios.”

“Cuatro años de consolidación de un modelo de sociedad más justo, inclusivo y menos desigual.”

“Cuatro años de reducción sustancial de la pobreza, de afianzamiento de la clase media y de creación masiva de empleos dignos.”

“Cuatro años de modernización y universalización de los servicios públicos de calidad.”

“Cuatro años para multiplicar nuestras conquistas y hacerlas irreversibles!”

“Cuatro años en los que vamos a pisar el acelerador y asegurar que los avances lleguen a todos los lugares del país!”

“En definitiva, cuatro años para hacer más y mejor!!”

Sin rubor alguno se refiere, como otros presidentes del país a un tema que está de manera permanente en la agenda de campaña de cada uno de los que han aspirado a la presidencia de la República en el país: La pobreza humana. Luego, en discursos protocolares como el presente, se trae a colación más bien como un mea culpa, que como un compromiso real de solución ante los grandes grupos sociales:

“Amigos y amigas, tenemos muchas metas trazadas. Metas ambiciosas, pero realistas, que están nuevamente plasmadas en nuestro programa de gobierno 2016- 2020.”

“Hoy no les hablaré de todas, pero sí de algunas áreas clave en las que queremos marcar un antes y un después de nuestra gestión.”

“En primer lugar, vamos a seguir reduciendo la pobreza, sin descanso.”

“Dicho en números, esto significa que, adicionalmente a lo ya logrado, al menos otros 830 mil dominicanos más saldrán de la pobreza.”

“Y nuestra meta para la pobreza extrema, que es aún más urgente, es reducirla a la mitad. Es decir, que más de 350 mil personas superen para siempre la miseria. Para ello centralizaremos varias iniciativas que nos permitirán ir en ayuda de los que más lo necesitan.”

“Para lograr estas metas vamos a poner en marcha un Plan Integral de Superación de la Pobreza Extrema, no solo para combatirla a corto plazo, sino para combatir las causas que la originan y  romper la cadena de reproducción intergeneracional de la misma. Es decir, para evitar que haber nacido en condición de pobreza se transmita a la siguiente generación casi como una condición inevitable del destino.”

Su alocución continúa favoreciendo  la vida del ser humano con planes y proyectos fugases que cambian de un gobierno a otro. Realmente, estos han demostrado ser fuentes de enriquecimiento instantáneo de amigos circunstanciales de campañas y de partidos a los cuáles hay que gratificarlos con la devolución de sus inversiones políticas en el menor tiempo posible. Más que buscar una solución definitiva al aspecto salud y bienestar social de la gente, casi  todos nuestros gobernantes y sus estructuras de poder, han  jugado al clientelismo perverso ante una sociedad carente de recursos económicos, pero, sobre todo, en el caso de estadistas irresponsables, de un frío y oscuro panorama permanente de vida:

“Por supuesto, vamos a aumentar la cobertura de la Tarjeta Solidaridad y otros programas de transferencias, pero sobre todo vamos a sumar esfuerzos para atajar conjuntamente todas las dificultades que llevan a familias y comunidades a recaer en la pobreza.”

“Dicho plan incluirá intervenciones habitacionales y de mejoramiento del entorno, incluyendo su seguridad, así como creación de empleos,  programas de desarrollo local y expansión de las redes de seguridad social, tanto a través del seguro familiar de salud como de las transferencias condicionadas.”

“También incluirá la creación de capacidades y desarrollo del capital humano y la protección especial de grupos vulnerables.”

“De la misma forma, expandiremos y consolidaremos la estrategia Quisqueya sin Miseria a través de programas especiales dirigidos a la adolescencia, la juventud, las mujeres, la población envejeciente y en condición de discapacidad.”

“Y junto a este esfuerzo, vamos a establecer estrategias de formación y creación de empleo, para apoyar de cerca a nuestros jóvenes y nuestras mujeres en los barrios y en los campos del país.”

El mandatario en su discurso aborda un concepto que a todas luces se creía superado luego de cincuenta y siete (57) años de vida democrática:

“De manera especial quiero destacar nuestro compromiso de alcanzar, en coordinación con la Junta Central Electoral, un sistema universal de documentación civil para toda la población dominicana, de modo que se facilite el acceso a la seguridad social y los diversos programas sociales.”

“Un niño sin documentación es un niño sin identidad y sin futuro. Nuestro compromiso es alcanzar un 100% de registro oportuno y disminuir sensiblemente los niveles de sub-registro tardío.”

“Como ven no nos vamos a conformar con soluciones parciales cuyos efectos se desvanecen al poco tiempo.”

“Actuando al mismo tiempo sobre todas las dificultades que tienen a nuestra gente encerrada en la pobreza, conseguiremos liberar a comunidades enteras de esas cadenas, para que puedan desarrollar todo su potencial con verdadera libertad.”

Como parte de su estrategia de afianzamiento gubernamental el presidente, Danilo Medina establece rasgos  metodológicos que desde su particular perspectiva y con la asesoría de su equipo económico, resultaron favorables en su gestión anterior, criterios que deben continuar en vigencia e introducirle algunas modificaciones funcionales:

“Amigos y amigas, como ya hemos demostrado en estos cuatro años, la mejor forma para que una familia salga de la pobreza para siempre es haciendo que la gente tenga un trabajo digno.”

“Por eso, el empleo será nuevamente un eje fundamental de nuestras políticas y en los próximos cuatro años crearemos, como mínimo, otros 400 mil puestos de trabajo.”

“Lo haremos apoyando a los sectores productivos, a los emprendedores y dando facilidades para la formalización de empresas.”

“Lo haremos  mejorando aún más el acceso al financiamiento, pero también avanzando en la agenda por la competitividad y el desarrollo que mantenemos con todos los empresarios, desde el más grande al más pequeño.”

“Solo tenemos que volver la vista atrás brevemente para ver todo lo que hemos logrado en un sector como el campo. ¡Nuestros productores agropecuarios están viviendo un verdadero resurgir!”

“Otorgamos más de 57 mil millones de pesos en créditos a los productores.”

“Quintuplicamos el número de seguro agrícolas y mejoramos las infraestructuras, con miles de kilómetros de carreteras, caminos vecinales, canales,  lagunas y pozos.”

“Como resultado, la pobreza rural se redujo en 11% y se produjeron 132,4 millones de quintales de alimentos, lo que constituye un récord histórico.”

“Por supuesto, en los próximos cuatro años seguiremos apostando por el campo.”

“Para eso, ampliaremos hasta 70 mil millones de pesos el acceso al crédito, manteniendo las tasas especiales y dedicaremos 15 mil millones adicionales a un fondo para la introducción de nuevas tecnologías.”

“Nuestra meta es llegar a 2020 con un aumento de las áreas de producción agrícola de un 10% y un 48% en las áreas bajo ambiente protegido.”

El segundo presidente constitucional de las huestes moradas expone sus planes y sus proyectos sobre los distintos sectores y aspectos de la vida nacional, ante un buen grueso de invitados nacionales e internacionales y aprovechaba el solemne escenario para mencionar su programa estrella y varias estrategias fundamentales para el desarrollo del país, cuyas riendas había asumido por primera vez el 16 de agosto del año 2012:

“A solicitud de la ciudadanía,  expandiremos el Programa de Visitas Sorpresa y continuaremos compartiendo sus experiencias con los países amigos que sigan interesándose por nuestros avances.”

“Vamos a ampliar también el crédito para los exportadores agropecuarios, a través del nuevo Banco Nacional de Exportaciones.”

“Y vamos a continuar los programas de trazado de bovinos, y todas las iniciativas de erradicación de plagas.”

“Construiremos y rehabilitaremos cientos de kilómetros de caminos vecinales y carreteras rurales, permitiendo que nuestros productores puedan, fácilmente, transportar sus productos a los principales centros de consumo del país.”

Medina favorece resueltamente el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, y en tal sentido establece los siguientes criterios ante el escenario de la Asamblea Nacional:

“Amigas y amigos, por supuesto, también hemos apoyado al conjunto de nuestros productores en los demás sectores, no solo en la agropecuaria.”

“Y muy especialmente a los pequeños, que son los más numerosos y generadores de empleo.”

“Por eso hemos establecido también una alianza permanente con las pymes, a través de la Iniciativa Presidencial para el Apoyo, Promoción y Desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.”

“Y vamos a continuar implementando políticas públicas que permitan a nuestros pequeños y medianos emprendedores un mejor acceso al crédito y ser cada vez más competitivos, productivos e integrados en las cadenas globales de valor.”

“Hemos abierto las puertas del crédito, con más de mil millones de dólares canalizados al sector en el pasado período de gobierno.”

“Estamos impulsando, además, distintas leyes que incentivarán que el dinero de la banca privada fluya a las Mipymes, como la ley de Garantías Recíprocas, o la ley de Garantías Mobiliarias, que corresponde a una de las iniciativas más innovadoras en materia de inclusión financiera en América Latina y el mundo.”

El tema  resulta de su particular interés y externa criterios funcionales y operativos que su gestión de gobierno impulsará en los próximos cuatro años. Sus planteamientos envían un contundente mensaje de bonanza económica a los integrantes principales y medios del sector:

“A lo largo de los próximos cuatro años otorgaremos al  sector al menos 300 mil créditos en condiciones favorables a través de Banca Solidaria y el Banco de Reservas.”

“Reduciremos a la mitad los trámites actuales de constitución de una empresa micro o pequeña, para que el plazo no sea mayor de 24 horas y su costo no sobrepase los 500 pesos.”

“Implementaremos 30 Centros Pymes, para beneficiar a más de 30 mil empresas con servicios de capacitación, asesoría empresarial y asistencia técnica.”

“Fortaleceremos la Red Nacional de emprendimiento, apoyando las iniciativas de sus actores para beneficiar a más de 25 mil personas del ecosistema emprendedor.”

“Capacitaremos al menos 12 mil nuevas MIPYMES y emprendedores en gestión y administración de sus empresas y finanzas.”

“Y aquí habrá, además, un enfoque especial en nuestra juventud. Con  programas para que logren su primer empleo, realicen pasantías, y reciban  capacitación técnico-profesional.”

“Porque este país solo tiene futuro si logramos formar una nueva generación de jóvenes, bien preparados, sanos, con valores y con un puestos de trabajo bien remunerado.”

El segundo alumno aventajado del profesor Juan Bosch que logra alcanzar las escalinatas del Palacio Nacional, dedica en su intervención discursiva de ese 16 de agosto del 2016, tres páginas para encausar aspectos cardinales sobre la educación básica y media, la superior, así como los planes y programas de alfabetización. Ese renglón fundamental para el desarrollo sostenido de una nación pobre, y en vías de desarrollo, había estrenado a partir del año 2012, la aplicación del 4% de su Producto Interno Bruto (PIB) de su presupuesto para conjurar males eternos de nuestro sistema educativo primario, y cito:

“Señoras y señores, ustedes ya han visto cómo ha cambiado la educación en nuestro país.”

“En cuatro años hemos acometido una labor que llevaba décadas pendiente. Con la inversión del 4% del PIB, la firma del Pacto Educativo, las miles de aulas construidas y la jornada extendida, hemos convertido la educación en un verdadero derecho.”

“También realizamos significativos aumentos al salario de los docentes, llegando a un incremento promedio de 60% e invertimos como nunca en su formación.”

“A todo este proceso lo hemos llamado revolución educativa y esta revolución educativa va a continuar y mejorar!”

“Vamos a construir sobre los logros ya alcanzados y vamos a incluir al 100% de los estudiantes en la jornada extendida.”

“Expandiremos también la educación en la primera infancia, con el Plan Quisqueya Empieza Contigo, hasta llegar a 1,200 unidades de servicio.”

“Vamos a garantizar atención integral a más de 730,000 niños y niñas, para seguir cuidando y protegiendo la nueva generación de dominicanos.”

“Y seguiremos apostando por la excelencia en nuestra educación.”

El estadista define bondades que serán facilitadas a los sacrificados maestros del sistema escolar básico y medio. Esos criterios operativos que con el extraordinario presupuesto que año tras año maneja el Ministerio de Educación, se convirtieron en una pobre funcionalidad administrativa para construir nuevo planteles, implementar el desayuno escolar y aumentar la calidad de vida del magisterio nacional. Los escándalos mediáticos en este aspecto fueron constantes y con escasas soluciones. De todas maneras, resulta fundamental retrotraernos al momento en que el presidente establece los puntos de vista mediante los cuales considera que su gestión ha hecho una “revolución educativa”:

“En los próximos cuatro años no vamos a construir tantas aulas, pero sí vamos a poner toda nuestra atención en que estas aulas estén llenas de profesores motivados y bien formados.”

“Es por eso que nuestra prioridad en términos de educación pre universitaria será la formación de docentes de excelencia en nuestras aulas universitarias.”

“A quienes estudien magisterio, les daremos becas para el pago de la universidad, pero también un estipendio mensual para que puedan estudiar a tiempo completo.”

“Para este programa seleccionaremos los mejores estudiantes del país, quienes cursarán un programa de estudio con profesores universitarios nacionales e internacionales del más alto nivel.”

“También reforzaremos a nuestros directores: buscaremos los candidatos de todo el país con mayores habilidades de liderazgo, comunicación y pedagogía y les ofreceremos maestrías en dirección en programas nacionales e internacionales.”

“De igual forma, para la capacitación de los maestros en servicio, ampliaremos el programa de formación en la escuela, para que cada escuela tenga su propio plan de mejora atendiendo a sus condiciones específicas.”

“En resumen, los maestros y maestras van a recibir todo el apoyo que necesitan para ser los protagonistas de esta segunda fase de nuestra revolución educativa.”

La educación superior solo ocupa una minúscula proyección de las ocasiones que en mayor medida facilitan al gobierno que él preside y cualquier otro, situarse de manera preferente en el subconsciente de actuales y futuros electores. En este renglón clave del desarrollo sostenido del país no cuentan los procesos investigativos y las alianzas estratégicas con instituciones nacionales e internacionales para llevar a cabo tareas científicas que favorezcan nuestras siembras, la salud humana y animal; además, clima, medio ambiente, así como el impulso al conocimiento operativo de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Su intervención es muy elocuente pero los aspectos que señalo brillan por su ausencia y cito:

“También reforzaremos como nunca la educación superior. Para ello, estaremos ofreciendo al menos 20 mil becas nacionales para distintas carreras de grado y posgrado, tomando en consideración las áreas de mayor necesidad para nuestro desarrollo productivo.”

“Además, ofreceremos 10 mil becas internacionales de maestrías y doctorados para jóvenes profesionales, en ramas prioritarias para el futuro de nuestro país.”

“Y ampliaremos el exitoso programa de inglés por inmersión, ofreciendo becas para más de 150,000 jóvenes, tanto en la educación secundaria como universitaria, para que puedan insertarse en la sociedad del conocimiento y mejoren sus oportunidades de encontrar empleo rápidamente.”

Al juramentarse por segunda ocasión, Danilo Medina Sánchez, impulsa desde ese día un amplio conjunto de acciones para combatir el permanente problema de la alfabetización en el país. Planta los criterios mediante los cuáles su gobierno ha enfrentado ese preocupante aspecto de la sociedad:

“Quiero además, dedicar unos minutos a hablar de nuestro  Plan Nacional de Alfabetización.”

“Hasta la fecha, fruto del esfuerzo llevado a cabo por todo el país, hemos logrado alfabetizar a cientos de miles de dominicanos.”

“Esta es sin duda una excelente noticia y nos llena de satisfacción haber coordinado este esfuerzo sin precedentes.”

“Sin embargo, aún no estamos por debajo del 5% que nos permite declarar a nuestro país libre de analfabetismo.”

Tres páginas de su intervención  discursiva retratan de cuerpo entero un mal general que año tras año, gobierno tras gobierno, representa una gran preocupación para las miles de familias de limitados recursos económicos. Interpretando el perfil de los aspectos planteados por el mandatario sobre el tema salud en todas sus particularidades, admite que durante la finalizada gestión de gobierno, es  muy poco lo que se ha avanzado en un renglón de tanta importancia para cualquiera y cualquier gobernante que, como él, desea seguir gravitando en torno a las estructuras de poder. Esa valoración se desprende de los siguientes criterios, los cuales forman parte integral de su pieza discursiva:

“Señoras y señores, otra área que es vital para la formación de capital humano y el desarrollo de nuestro país, es la salud.”

“En los últimos años hemos multiplicado los centros de atención, hemos extendido la cobertura del seguro, y hemos abaratado los medicamentos.”

“Pero nuestro objetivo va más allá. Queremos una reforma integral del sistema.”

“Ha llegado el momento de que juntos, gobierno y sociedad, asumamos el reto de transformar nuestro Sistema de Salud.  No será un camino fácil, pero debemos emprenderlo si queremos llevar verdadero bienestar a la gran familia dominicana.”

“Vamos a poner en marcha un plan completo para garantizar servicios oportunos y con calidad,  además de reducir sustancialmente el gasto familiar. La atención de salud no puede seguir siendo un factor de empobrecimiento y de angustia para miles de dominicanos y dominicanas. Vamos a trabajar para que la seguridad social  ofrezca verdadera protección del derecho a la salud y la previsión social para todos y todas.”

“Comenzaremos por desarrollar el Sistema Nacional de Salud, con la integración de todos los servicios del Ministerio de Salud Pública y del Instituto Dominicano de Seguro Social  en una Red Única de Servicios Públicos de Salud.”

Continúa estableciendo criterios que perfectamente pudieron ser manejados y superados en su anterior gestión de cuatro años. Lamentablemente para la sociedad, los ministros designados por éste ocuparon más tiempo en diatribas con el Colegio Médico que en atender las necesidades de los pacientes, y cito:

“De la misma forma, vamos a fortalecer el Ministerio de Salud Pública como órgano rector del Sistema de Salud. Así, profundizando la separación de funciones y la descentralización, vamos a avanzar hacia un verdadero Ministerio de Salud.”

“También como parte de esta transformación institucional, quiero anunciar hoy la firma de un decreto que elimina la comisión de reforma del sector salud, cuyas funciones damos por completadas.”

“Paralelamente, desarrollaremos un nuevo modelo de atención con servicios de primer nivel y Atención Primaria de calidad cercanos a las familias y comunidades, para que la salud llegue a todos por igual.”

“Completaremos la remodelación y reequipamiento de los hospitales y transformaremos su modelo de gestión, con más autonomía hospitalaria y mayor profesionalización. Seleccionaremos el personal asistencial y directivo mediante concursos y aplicaremos una política salarial que reconozca los méritos y el buen desempeño, que reduzca las injusticias salariales acumuladas y garantice a los trabajadores de la salud las pensiones dignas que merecen.”

Medina continúa valorando y contemplando medidas necesarias para el sector que, por su naturaleza funcional, los dos gobiernos de su partido bajo las orientaciones ejecutivas del Dr. Leonel Fernández Reyna, más el que concluye en ese momento, bajo sus ejecutorias, pudieron favorablemente implementar para beneficio del pueblo dominicano, y cito:

“Desarrollaremos una Red de Emergencias de Salud Integrada, que garantice la atención de los pacientes con  situaciones de emergencia y su traslado ordenado y seguro, cuando deban ser referidos a otros centros hospitalarios.”

“Vamos a fortalecer y extender progresivamente el sistema 9-1-1 por el territorio nacional, a fortalecer los Centros de Coordinación de Emergencias (CRUED)  y a realizar un esfuerzo conjunto entre el sector público y el sector privado, para que nunca más un paciente tenga que ver su vida en peligro por no ser aceptado en el centro médico más cercano porque no dispone de los recursos necesarios.”

“Completaremos la Red de CAIDS. En los próximos 4 años, además de los 3 Centros de Atención Integral a la Discapacidad ya existentes, pondremos en marcha dos centros más y completaremos la articulación con la red del INAIPI y la red del Servicio Nacional de Salud.”

“Así mismo, desarrollaremos el programa de Tamizaje de Recién Nacidos para detección temprana de posibles enfermedades congénitas, para todos los niños del país. Nuestra meta es que todo niño y niña nacidos en la República Dominicana tenga la oportunidad de ser tempranamente diagnosticado y adecuadamente atendido si tiene una enfermedad congénita que afecte su desarrollo.”

“Además, fortaleceremos la atención infantil articulando las Estancias Infantiles a la Red de establecimientos del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia.”

“Para garantizar el acceso a medicamentos de calidad a precios justos para todos, realizaremos un esfuerzo coordinado entre la seguridad social, PROMESE, el Servicio Nacional de Salud con los productores, importadores, dispensadores de medicamentos y proveedores de servicios, bajo la rectoría del Ministerio de Salud Pública.”

Un tema tan sensible como la salud de una nación es considerado en su nueva propuesta de gobierno como un bien que se alcanzaba mientras más tarjetas de atenciones para cada especialidad obtenga el ciudadano de manos de los planes sociales del Estado: No conforme con esa debilidad institucional, el mandatario valida la afiliación de cada ciudadano a los planes de pensiones puestos bajo responsabilidad de los grupos bancarios. Este mal de fondo se desacredita constantemente frente a la sociedad, pues el afiliado difícilmente puede disfrutar de esos recursos dispuestos para garantizar su existencia digna después de retirarse de la vida laboral activa, y cito:

“Vamos a seguir avanzando hacia la cobertura universal del seguro familiar de salud.  Hemos logrado que cerca del 70% de la población ya esté afiliada, incluyendo prácticamente a la totalidad de la población más vulnerable. Impulsaremos  reformas que permitirán que al menos el 90% de toda nuestra población sea afiliada a la Seguridad Social, incluyendo a los pensionados, y a las personas con discapacidad.”

“De esta forma, el Plan Básico de Salud cubrirá las principales necesidades y problemas de salud, y así reduciremos el gasto familiar en medicinas.”

“Paralelamente, vamos a mejorar la previsión social. Nuestro sistema de pensiones necesita garantizar un retiro digno a nuestros trabajadores. El ahorro en las cuentas de capitalización individual debe asegurar a los ahorristas un rendimiento que haga posible los niveles de pensión que la población necesita y espera. Simultáneamente impulsaremos el sistema de pensiones de reparto del Estado y respaldaremos iniciativas para mejorar los subsidios y pensiones laborales.”

“Vamos a garantizar pensiones dignas y seguros de salud a los trabajadores públicos y, además, otorgaremos al menos 50,000 pensiones solidarias para envejecientes pobres en todo el país.”

“Todas estas medidas tienen un único objetivo: mejorar el día a día de nuestra población.”

“Desarrollar un sistema de salud y de seguridad social más efectivo, con más calidad y más accesible, que brinde los servicios que nuestra gente necesita.”

“En resumen, pondremos al alcance de las grandes mayorías la atención, la protección y el bienestar que todavía no alcanzan a todos por igual.”

Definitivamente, el estadista nativo de Arroyo Cano, San Juan de la Maguana, continúa tratando aspectos nodales como los problemas de vivienda, seguridad nacional y reforma de la Policía Nacional, la ley de Extinción de Dominio; el desarrollo de los servicios del Sistema 9-11, la implementación de un Plan de Seguridad Nacional. También se refiere al manejo del agua como fuente de vida y salud, al extremo de asumir sus próximos cuatro años de gestión como el cuatrienio del agua. Destaca las infraestructuras viales que a nivel nacional llevará a cabo el Ministerio de Obras Públicas en los próximos cuatro años. Plantea la modificación del transporte y la creación de empresas para ofrecer un servicio  más eficiente y a un precio más accesible a la familia dominicana; promete la creación e implementación del instituto del transporte como una solución vital y real a uno de los temas de mayor preocupación en la población nacional; creará mediante decreto el Ministerio de Energía y Minas como mecanismo que impulsará soluciones estratégicas a un área de vital importancia para el desarrollo del país. Sus propuestas contemplan articular el sector como parte funcional del pacto eléctrico, asimismo pone toda su fe en la construcción y puesta en funcionamiento de la planta Punta Catalina, como estructura que solucionará las más grandes necesidades de energía eléctrica en todo el país. La inversión de los recursos del pueblo dominicano en esa planta, todavía provocan serias preocupaciones en la psiquis de todos los integrantes de la sociedad. Aborda la necesidad de ampliar la cobertura de las redes digitales a todo  el país, implementando la plataforma de Banda Ancha, reduciendo el costo que los usuarios deben pagar por ésta. No deja pasar la solemne ocasión para renovar su compromiso con llevar a cabo una gestión transparente, libre del flagelo de la corrupción administrativa en las instituciones del Estado. Los  casos desde el 1996 hasta el presente, han sido tan extraordinarios que naciones hermanas y organismos financieros internacionales han externado puntos de vista que reclaman una acción urgente y sistemática para disminuir o solucionar su efecto a lo interno de las estructuras de gobierno. Clama porque el Poder Judicial, el Legislativo, los partidos políticos y el Congreso Nacional, lleven a cabo acciones colegiadas, de forma que emitan junto al gobierno leyes, y disposiciones que penalicen el amargo proceder de funcionarios que actúan al margen de la ética.

Tantas propuestas de trabajo en un discurso inaugural de la gestión de un gobernante sólo persiguen fijar en el subconsciente de sus acólitos la continuidad de su ejercicio gubernamental.  En la oposición y cierta parte del público en sus hogares, también deducen la actitud mesiánica de quien dirige la alocución en esos momentos.

Cada gobernante al asumir la conducción de un Estado tiene serios y fueres compromisos con quienes lo ayudaron a llegar a obtener el primer poder de una nación: el ejecutivo. Ellos y sus respectivos equipos de trabajo persiguen continuar detentando el poder el mayor tiempo posible, porque esa permanencia les garantiza incidencia en los sectores productivos y facticos del Estado-Nación.

En tal sentido, resulta difícil a cualquier gobernante tomar la decisión de continuar dirigiendo o la de concluir su gestión. Sólo la voluntad política del líder que encabeza y controla los grupos que le rodean y apoyan, puede controlar con firmeza esas extraordinarias y a veces perversas apetencias de poder.

Los desmedidos intereses de poder del grupo del presidente Danilo Medina Sánchez dentro de su estructura partidaria eran tan grandes, que provocaron  la división de un partido que se consideraba indivisible. Ese equipo llegó a la conclusión de que con o sin Danilo Medina Sánchez como candidato, debía preservar el poder del Estado. Lamentablemente para sus planes, entendieron que con cualquier candidato garantizaban de nuevo la Presidencia de la República, criterio que la sociedad rechazó. A ello se suma una gestión de ocho (8) años con bajos niveles de tolerancia ante las más sentidas necesidades del pueblo dominicano. Convirtieron la nación, y aún continúa en cierta forma bajo el criterio de una cruzada de beneficencia pública, haciéndolo cada vez más dependiente del favor del gobierno, estrategia que se traduce a favor del partido en el poder, y dentro de esa cadena de diversos engranajes políticos, en el favor que cada ciudadano pasa a deberle a cada activista o militante activo de la organización que le ha gestionado una ayuda.

La intención era, y así se percibía, la instauración del partido único y del gobierno único en el país. Esa metodología de gobierno bajo un esquema democrático se presentó en la hermana República de México por más de cincuenta años. El partido que llevó a cabo esa hazaña fue el Revolucionario Institucional (PRI). Con sólo ganar la convención interna, el candidato se podría considerar el seguro presidente de la nación mexicana.

En una alocución dirigida a la militancia del Partido de la Liberación Dominicana, en el mes de enero del año 2014, el doctor Leonel Fernández, siendo presidente del PLD, vaticinó que esa organización política se mantendría en el poder hasta el año 2044, fecha en que se cumple el bicentenario de la creación de la República.

Como se puede advertir, Leonel Fernández se adelantó por mucho a lo que podrían ser los acontecimientos políticos en una nación con un comportamiento tan cíclico, como la dominicana.

En sentido práctico el ex-presidente y ex-líder de las huestes moradas entendía que al salir del escenario político los líderes tradicionales de la segunda mitad del siglo veinte (XX): Bosch, Balaguer y Peña Gómez, él y su partido quedaban solitarios para dirigir el Estado dominicano. Esa percepción quedó de manera latente en su subconsciente, y en un momento de emoción y orgullo político lo exteriorizó en el escenario del congreso del partido que en enero del 2014 renovó sus cuadros. La militancia creyó en su premonición y se animó aún más tras el poder del Estado y tras los organismos del partido que daban acceso al poder político y económico de la nación.

La estabilidad política, económica y mediática que consolidó el Partido de la Liberación Dominicana  luego de las dos gestiones consecutivas del doctor Leonel Fernández Reyna era extraordinaria. Las fuerzas activas de la nación se replegaron y dejaron en total libertad de dirigir los destinos del país a los líderes de esa organización. Esa hegemonía partidaria había surgido producto del antecedente funesto que la gestión del ex-presidente Hipólito Mejía Domínguez (2000-2004) había dejado en el paladar y la conciencia de cada habitante del país.

Por suerte para la República Dominicana, el antidemocrático antecedente del Partido Revolucionario Institucional de México, no fue tan extenso en nuestro suelo. Con tan solo veinte (20) años de gestión, la sociedad nacional, entendió que debía darle un descanso a los dos presidentes que mayor período de tiempo han gobernado en lo que discurre del siglo veinte y uno (XXI).