El pasado sábado 12 de noviembre, cumplió 90 años de vida una mujer muy especial, Ana Daisy García Gutiérrez, mi madre.
Celebrar la vida de Ana Daisy García es celebrar la presencia vital de una mujer que cada día ofrece grandes enseñanzas en cada uno de sus cuatro hijos e hijas, 9 nietos/nietas y 3 biznietos/biznietas y en todas las personas que fueron sus estudiantes.
La vida de Ana Daisy ha estado y está impregnada de honestidad, transparencia, coherencia y compromiso. Una de sus principales enseñanzas vitales que tienen impacto como fundamento de mi vida son el coraje y la responsabilidad desde el esfuerzo y la sinceridad, aunque cause dolor.
Proveniente de una familia humilde de Moca, provincia Espaillat, su padre Francisco García (cariñosamente Fransua), barbero, quien tenía dominio de varios idiomas (alemán, francés e inglés) de forma autodidacta y su madre Heroína Gutiérrez con una gran sensibilidad social se convirtieron en su referente permanente de vida y esfuerzo.
Sus ojos muestran la audacia y valentía de una vida tesonera. En la década de los 50, junto a Isabel Dolores Acosta fueron las primeras mujeres abogadas de Moca, su pueblo natal. El ejercicio del derecho supuso el enfrentamiento de obstáculos propios de una sociedad en la dictadura trujillista y un patriarcado agresivo contra mujeres que erosionan los patrones sexistas y tradicionales.
Ana Daisy García es un hito en la historia del magisterio en la República Dominicana. Posterior a su titulación como abogada realizó la carrera de educación en la UNPHU y décadas más tarde la maestría en Educación Superior en INTEC.
Su ejercicio docente inició en el Liceo Unión Panamericana como maestra de ciencias sociales en el nivel secundario, para luego ser parte del sistema educativo como técnico, directora del Departamento de Educación en Población y Directora de Medios Educativos. Paralelamente, estuvo ejerciendo la docencia por más de 40 años (hasta los 82 años) en la UASD donde dirigió la maestría de Historia y formó a una gran cantidad de maestros y maestras en el área de la pedagogía y didáctica de las ciencias sociales. El magisterio le da sentido a su vida. Sus enseñanzas se extienden a miles de profesionales del magisterio y otras áreas en todo el territorio nacional.
El aporte al sistema educativo trascendió las aulas, siendo una de las personas claves en el proceso de reforma curricular del Plan Decenal en la década de los 90 cuando dirigía currículo y medios educativos.
Observarla en la docencia, como la observé en una clase modelo de historia cuando ella tenía 80 años de edad me ofreció ver a la maestra de maestros. Su dominio de las técnicas de enseñanza con una gran destreza otorgándole al estudiantado el rol de sujetos activos en el proceso de aprendizaje acompañado de la maximización del uso de los recursos didácticos con gran magistralidad.
Ana Daisy García que cumplió recientemente sus 90 años enseña un modelo de vida desde la autenticidad, sencillez, honradez y apego a los más altos valores humanos. No se limita físicamente y deja un gran impacto personal y social en todas las personas que la rodeamos y queremos. Ser su hija es signo de orgullo y admiración.