La formación del jurista Américo Lugo, en una primera etapa, se expresó en varios textos: ¿Es arreglada al Derecho Natural la prohibición de la investigación de la paternidad? / ‘Diferencias entre el estatuto personal francés y el estatuto personal dominicano’. ‘De la intervención en Derecho Internacional’.

 

1893 ‘Diferencias entre el estatuto personal francés y el estatuto personal dominicano’. Es un ensayo de derecho comparado: código Napoleón (penal-civil) – códigos dominicanos (penal-civil), Lugo compara varias materias: la nacionalidad, el matrimonio, la defunción y los derechos civiles, sobre estos derechos atenciona su pérdida: muerte civil/estados de incapacidad /interdicción legal que ‘consiste en la privación del ejercicio de los derechos civiles’ y la degradación cívica que, en general ‘consiste en la privación de todos los derechos cívicos o políticos’.

 

1897 En diciembre, Puerto Plata, Américo Lugo dicta una conferencia con el tema: ‘De la intervención en Derecho Internacional’, en lo que concierne al estudio de la evolución del pensamiento sociopolítico de Lugo el texto revela importantes singularidades: 1) la influencia de la Sociología de Hostos. 2) la defensa del Derecho como herramienta para que los pueblos alcancen la civilización. 3) se da por sentado la existencia de la nación dominicana y de la República dominicana/el Estado dominicano. 4)un pensador francés encuentra que ‘la América hispana’ esta caracterizada por la anarquía, revoluciones incesantes, barbarie popular y la debilidad gubernativa: “todo está haciendo de estos pueblos unos enemigos irreconciliables del género humano”.

 

Resalta la vehemente defensa de Lugo,  refuta punto por punto al francés, al que le recuerda que: “Todas las Repúblicas hispanoamericanas fueron colonias” de la potencias europeas sometidas por estas a un ‘mal régimen gubernativo de la metrópoli’, su respuesta se redondea calificando al francés de ´politico sin principios e historiador sin dignidad’ y solicitando que de América este señor sólo merece “desprecio y olvido”.

 

1899 Justo en el momento en que se inicia el proceso de formación del pensamiento social y político de Lugo aparece ‘Sobre Política’, se escribe en un momento dramático de la historia nacional: “Ante el espectáculo de una revolución que presenta todos los caracteres de una evolución verdadera”, se presentaba “la ocasión de reconstruirnos, la rara oportunidad de introducir el derecho en nuestra vida pública”, en “hora tan solemne como esta, en que toda la parte sensata del país está dispuesta a sostener un buen gobierno”,

 

Entendía que con el ajusticiamiento de Ulises Heureaux se debió iniciar un nuevo momento de la historia política nacional, su premisa era que: “La sustitución de un régimen por otro, es uno de los actos más serios y delicados de la vida política”, por ello aconseja tener un ‘programa definido’ que “debe ser uno como resumen de las necesidades y aspiraciones legítimas del pueblo”, seleccionar la burocracia estatal ‘debe ser tal que responda a los propósitos del programa’.

 

En esos “instantes supremos para la patria” se publica ‘Sobre Política’, texto en el que aparecen  rasgos muy importantes que serán líneas definitorias y definitivas en la evolución del pensamiento sociopolítico de Lugo, nuestro objeto de estudio, el liberalismo/descentralización del poder político, el formalismo jurídico, el romanticismo idealista y el elitismo social.

 

El liberalismo lo conduce a la crítica del centralismo político, su  análisis sobre la nueva situación política creada con el ajusticiamiento de Lilís parte de la premisa de que ‘la hermosa revolución’ tenía que sustituir ‘el antiguo régimen’/‘el régimen fatal’, debió ser un ‘cambio radical de institución’ que diera lugar a un nuevo ‘Estado jurídico’, pero el Gobierno Provisional (Horacio Vásquez/septiembre/1899) “ha dejado en pie el antiguo régimen” / “El antiguo régimen es el centralismo y el centralismo está en pie”,

 

Lugo hace la ‘exacta definición y descripción de nuestro sistema gubernativo’: “Centralismo es predomino del Poder Ejecutivo sobre las demás funciones de gobierno; el Poder Ejecutivo invade legalmente la jurisdicción de lo electoral, legislativo y judicial; pone la mano en todo; es dueño exclusivo de la fuerza pública; y en virtud de discrecionales facilidades, tiene la ciudadanía a su merced, a merced las arcas nacionales, y la honra y la dignidad nacionales a merced”.

 

Con ese sistema de gobierno, el centralismo, tenemos como resultado: ciudadanos con ‘incompletos derechos individuales’, ‘ayuntamientos sin autonomía ni personalidad juridica’, gobernaciones inútiles, ‘tribunales donde el poder judicial yace postrado de debilidad y de impotencia’, ‘congreso que comparte sus atribuciones propias con el Ejecutivo’. Para Lugo el centralismo es un fenómeno sociopolítico profundo ya que entre nosotros ‘el centralismo es legal’: “Dentro de nuestras leyes cabe (…) un déspota, que solemos llamar tirano (…) y vive holgademente un tirano”, el centralismo ‘tiene hondas raíces en la tradicion’ y es ‘causa de todos nuestros males’, el personalismo, el centralismo, ‘el falso principio de autoridad, son ‘meras manifestaciones’ de una ‘enfermedad política mortal’.

 

La crítica al centralismo del poder lleva a Lugo a proponer la descentralización en el sistema de gobierno: “sólo la descentralización podría salvarnos”. La propuesta de la descentralización gubernamental es la expresión de uno de los elementos fundamentales del pensamiento de Lugo de este momento/1899: “los mejores sistemas de gobiernos son aquellos que más se acercan al ideal de la política: el gobierno del pueblo por el pueblo (…) desgraciado el país que no tira sus lineas encerrar en la estrecha orbita de la necesidad las atribuciones del poder”. La descentralización del gobierno implicaba una crítica al caudillismo/personalismo: “Los pueblos no tienen salvadores” / “buscar salvadores es la primera manifestación de nuestro fetichismo político”; en todo caso salvadores pudieran ser Billini, Francisco Henríquez y Carvajal y Hostos “por haber emprendido una gran reforma”. Lugo, el liberal de este período es claro: “Los dominicanos deben gobernarse conforme a derecho”.

 

Consecuente con el formalismo jurídico, propio de su formación de abogado, piensa que: “La condición suprema para la fundación de un Estado de derecho es un profundo concepto del derecho” / “para gobernar es necesario poseer un profundo concepto del derecho”, pero advierte que ‘en las alturas del poder’ flotan ‘falsas, empíricas ideas jurídicas’, así que desde los inicios de su vida intelectual Lugo visualiza en la clase dirigente, a la que él pertenece, un obstáculo  para ‘la fundación de un Estado de derecho’.

 

El romanticismo idealista se expresa al pensar que: “Política es amor y tolerancia. Gobernar es amar, porque gobernar es dirigir la educación de un pueblo. Gobernar es tolerar, porque es armonizar las parte que forman el todo”. El  elitismo social lo lleva a pensar que: “El estado habitual de los pueblos que no alcanzan intenso grado de cultura jurídica, es el de inercia de reposo”, consecuentemente, en nuestro país, los gobernantes dominicanos tendrían que considerar ‘la iniciativa individual’ (sociedades comerciales, industriales, agrícolas, benéficas, artísticas, recreativas), por igual a la ‘prensa discreta e ilustrada’ y ‘la callada opinión de los hombres de valor dominicanos y extranjeros’ / “Debieron solicitar pública y constantemente la opinión de los ciudadano ilustrados. No lo hicieron, y las consecuencias de la ineptitud han sido tan trascendentales como las de la mala fe”. El gobierno debe ‘llamar a su lado a la ciudadanía que posee ‘las virtudes de la ilustración y la dignidad’ / “llamar a su lado a los hombres de mayor valer”, es decir a ‘la parte sensata del país’, esta ‘exigua minoría’: “es un águila que mantiene su vuelo triste y solitario en la callada región de lo ideal’ y, además, ‘tiene los defectos de la timidez o de una exagerada consideración por sí propia’ / ‘la grandeza nacional se mide y se aprecia solamente por el valor individual de cada ciudadano’.

Consultas:

-Américo Lugo (1993), Obras Escogidas.

-Américo Lugo (1899), Sobre Política. Vetilio A. Durán  dice que se publicó en 1899, en varias ediciones del periódico El Nuevo Régimen. Luego aparece en A Punto Largo/1901. ‘Lugo hacía exploración desde una perspectiva elitista’. Cassá (2000), Américo Lugo. P.11.