Desde su exilio mexicano Almoina fingía ser aliado de Trujillo, el 4 de febrero de 1949 le escribe a su ‘admirado presidente y muy querido amigo’: ‘Mi mayor deseo es y será siempre laborar en la medida de mis fuerzas a favor de la política de S. E. que ha hecho de la República Dominicana un Estado modelo. En este sentido le ofrezco incondicionalmente mis servicios para que dentro o fuera de la embajada en México tenga S. E. la bondad de favorecerme con alguna posición desde la cual demostraré la lealtad y cariño que le profeso. Cualquiera que sea, al respecto, su decisión. Le asegura su gratitud y reitera su amistad su seguro servidor don José Amoina’.
Descubierto como el autor del ‘Informe Confidencial’ y de ‘Una satrapía en el Caribe’: “Inmediatamente un agente de Trujillo visitó a Almoina en México, con una copia subrayada del libro, advirtiendo a su autor que tenía breve plazo para publicar otro libro con su nombre que fuera favorable y laudatorio a Trujillo, su familia y a sus colaboradores severamente enjuiciados en su obra”, amenazado, Almoina escribió “Yo fui secretario de Trujillo”, libro publicado después de su asesinato era laudatorio de Trujillo.
No obstante; el trujillismo comenzó a planificar el asesinato de Almoina, el 12 de noviembre de 1949 el Dr. Ramón Brea Messina, Embajador dominicano en Caracas, ‘un dominicano fiel admirador’ de Trujillo ‘y de todo cuanto’ a él atañe, le remite al jefe el ‘Informe Confidencial’, le dice que de la lectura de ‘pocas páginas (…) pude darme cuenta de la asqueroso, falaz y vergonzante que es para Almoina el que se haya atrevido a escribir bajezas y falsedades semejantes sobre vuestra persona con calumnias inadmisibles que tocan a vuestro honor, a de vuestra honorable familia, así como a colaboradores de vuestro gobierno’.
En su misiva Brea Messina califica al documento como un ‘mamotreto’ y reiteradamente solicita al dictador castigo para Almoina: “creo que este insolente y mal agradecido ‘gachupín’ debe pagar bien caro tal desatino” / “pido castigo para este gusano vil de Castilla, que pagó tan canallamente vuestra protección”.
Sobre el asesinato de Almoina hay versiones, la de Bernardo Vega dice que varias semanas antes de morir Almoina se sentía perseguido, no se atrevía a dormir en su casa, el 4/mayo/1960, Ciudad de México, Almoina caminaba hacia su oficina, fue atropellado por un automóvil, del vehículo salieron dos asesinos cubanos / gansters cubanos armados que le hicieron tres disparos en el cuerpo, al día siguiente (5/mayo/1960) murió, tras dar declaraciones a la policía en las que involucró a Trujillo.
Antonio Servando Medina y Francisco Manuel Quintana Valdez, los dos asesinos cubanos / gansters cubanos, fueron contratados en Santo Domingo, ingresaron a México con pasaportes colombianos provistos por J. Abbes, ejecutado el asesinato escaparon a Miami, extraditados a México, enjuiciados confesaron que habían sido pagados por agentes de Trujillo e implicaron a Oswaldo Díaz Fernández, empleado de la Embajada dominicana en México, el juez del caso descargó a Díaz Fernández por falta de pruebas, él como buen trujillista regresó al país y en 1966 Balaguer ‘lo premió con un cargo en su gobierno’. Por último, esta versión no deja claro si el FBI, y, la CIA estuvieron informados del plan de Trujillo para matar al gallego Almoina, un informante / calié de ellos.
Euclides Gutiérrez Félix anota que el 4-mayo-1960 “lo atropelló un automóvil, del cual salieron dos individuos armados que hicieron varios disparos sobre el cuerpo de Almoina, derribado ya en el suelo”. Reconoce que fue un crimen del tirano: ‘el oficial de la Policía que fue a México y que organizó la muerte, en 1960, fue Osvaldo Díaz Fernández (…) Trujillo lo ascendió a capitán, lo nombró gobernador de San Pedro de Macorís y fue por espacio de doce años director de Infotep en el gobierno de Balaguer’ / ‘lo que en realidad sucedió’ fue que Almoina ‘murió víctima de un accidente automovilístico organizado por agentes de la tiranía que desempeñaban funciones diplomáticas en México, quienes planificaron el crimen y contrataron a los ejecutores’.
La versión de Salvador Morales Pérez plantea que una ‘plaga de espías a sueldo de Trujillo, dominicanos y de otros parajes del Caribe’, existía ‘una red de espionaje al servicio de los aparatos de inteligencia de Trujillo’ que asediaban al gallego. Para matar a Almoina John Abbes García contrató a esbirros cubanos, eran un ex policía y un ex soldado del régimen de Batista, los pistoleros cubanos llevaron a caba su misión el 4/mayo/1960, a las 7:40 AM Almoina fue embestido por un automóvil al cruzar la calle, una vez derribado se bajó uno de los sicarios para balearlo y en seguida se dieron a la fuga en dirección al aeropuerto, en donde tomaron un avión con destino a Miami. Los gatilleros cubanos recibieron el pago de ‘15, 000 dólares que le llegaron por conducto especial la víspera del atentado’ y para viajar usaban pasaportes colombianos que les fueron entregados en Santo Domingo por Abbes García.
Gravemente herido con ‘tres plomazos’ Almoina fue hospitalizado, desde su lecho exclamaba ‘Fue Trujillo. Fue Trujillo’, falleció el 5/mayo/1960 a las 12:43. No se discute que en la operación asesina los ejecutores fueron los dos cubanos Francisco Manuel Quintana Valdés y Artemio Servando Molina Fernández.
Pero la red de la trama criminal fue de mayores proporciones, Morales Pérez investigó en la prensa mexicana, en ella y en el juicio por confesión de los asesinos se vinculó al ‘diplomático dominicano Oswaldo Díaz Fernández apodado “El Cejijunto”, a quien se le atribuye ser el cerebro de la celada’ / ‘Desde la primera comparecencia los reos señalaron al Consejero de la Embajada dominicana en México, Oswaldo Díaz Fernández, como el arquitecto intelectual del crimen. En su afán de salvarse o aliviar los cargos, los detenidos confesaron haber sido comisionados por John Abbes García para realizar el servicio especial’ / ‘señalaron al diplomático dominicano Oswaldo Díaz Fernández como el cerebro de la operación homicida’ / ‘Las declaraciones de los sicarios implicaron al consejero de la Embajada dominicana Oswaldo Díaz Fernández’.
El espionaje y la trama criminal contra Almoina incluyó una ‘línea italiana del complot’, el auto, un Chevrolet, utilizado por los asesinos cubanos era propiedad de la Embajada de Italia. La investigación de Morales Pérez le dejo claro que: ‘La acción no se redujo a los dos pistoleros cubanos’, de parte de las autoridades mexicanas ‘se desdeño’ la participación de ‘línea italiana’ en la enrevesada trama criminal.
Los gatilleros antillanos escaparon a Miami, ‘en cuanto llegaron’ inmediatamente fueron a las oficinas del FBI: ‘entregaron las pistolas que portaban y dieron su versión acerca del encargo dado por los agentes dominicanos. el FBI los dejó en libertad y estuvieron trabajando en Miami hasta su arresto para la extradición’, lo que les dio tiempo para solicitar asilo político, denegada la solicitud, en agosto fueron extraditados a México.
En sus declaraciones a las autoridades mexicanas ‘los pistoleros dieron rienda suelta a declaraciones que incriminaban a Trujillo como quien los contrató para llevar a cabo la operación asesina. Orden que les fue transmitida por el entonces Jefe del Servicio de Inteligencia Militar de la dictadura John Abbes García’, y, como ya hemos dicho, implicaron al diplomático dominicano Oswaldo Díaz Fernández como el cerebro / arquitecto de la operación asesina.
Pensamos que son varias las posibles causas / razones del asesinato de Almoina: las críticas a Trujillo y su familia (el cuestionamiento a su padre y de la paternidad de Ramfis), las críticas a su régimen, a sus funcionarios y la mentalidad criminal de sátrapa. Una poderosa razón de Trujillo para ordenar el asesinato de Almoina pudo ser que: ‘fue eliminado en Ciudad México por agentes pagados por la dictadura trujillista debido a que se dedicó en medio de bebentinas que él había sostenido relaciones maritales con la esposa del Jefe’. / “en 1960, Trujillo fue informado por sus agentes mexicanos que en reiteradas ocasiones Almoina, cuando compartía con amigos afirmaba que había mantenido relaciones sexuales con la esposa del dictador” / “Personas ligadas a los servicios de inteligencia del régimen revelaron años después, ya muerto Trujillo, que Almoina había sido asesinado porque en varias ocasiones afirmaba entre contertulios que le acompañaban e ingerían bebidas alcohólicas, que en su corta permanencia en Santo Domingo había tenido relaciones sexuales con María Martínez”.
A pesar de todas las evidencias de que el asesinato de Almoina fue uno de los tantos crímenes de Trujillo, llama nuestra atención el hecho de que algunos trujillistas se esfuerzan en ocultar la responsabilidad del tirano en este crimen: ‘Después que se conoció la obra Amoina fue abatido a tiros (…) Aunque se le atribuye a Trujillo hoy no se ha establecido si fueron familiares heridos o quiénes los autores de la muerte del señor Almoina’. COJANLO. El Nacional, 26/12/2002.
Euclides Gutiérrez Félix, el senador más joven de Trujillo, se esfuerza en buscar una excusa que exculpe a Trujillo del crimen: ‘según testimonios de aquel entonces, no ocurrió como represalia por las injurias, infamias y calumnias que vertió’ en su libro / ‘Quien puso a Trujillo en eso fue ese equipo de intelectuales, que fue la inmensa mayoría que cooperó con Trujillo. Trujillo no tenía nivel intelectual para idear en ese momento una medida de esa naturaleza’. Nos preguntamos: ¿Para ‘idear una medida de esa naturaleza’ (matar a Almoina) necesitaba Trujillo ‘nivel intelectual’?
Consultas
-Víctor Grimaldi (2007), Sangre en el Barrio del Jefe. /95.
-Euclides Gutiérrez Félix (1997), Gutiérrez ve trujillismo incide. El Nacional. 30/mayo/1997.
-Euclides Gutiérrez Félix (1999), ‘José Almoina: Lo que en realidad sucedió’.
-Euclides Gutiérrez Félix (2003), José Almoina y su libro. El Nacional. 5/1/2003.
-Euclides Gutiérrez Félix (2008), Trujillo: Monarca sin Corona. /497, 498.
-Euclides Gutiérrez Félix (2008), La Era de Trujillo: narraciones de Don Cucho. HOY. AREÍTO. 4/10/2008.
-Salvador Morales Pérez (2009), Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista. /265-81. Para todas las citas.
-Angela Peña (2003), El asesinato de Almoina. HOY. 7/2/2003.
-Bernardo Vega (2001), Almoina, Galíndez y otros crímenes de Trujillo en el Exterior. /127-8.