Trujillo y los funcionarios que le rodearon tempranamente llamaron la atención de aquellos que observaban la deslumbrante ‘Era de Trujillo’, en los archivos ingleses aparece un informe del 31/marzo/1933 en el que se perfila al tirano y algunos de sus principales colaboradores, luego, en 1949 Almoina publica ‘Una Satrapía en el Caribe’, texto que hace una severa radiografía moral de la dictadura de Trujillo.

 

El primero en ser perfilado por la diplomacia inglesa fue el tirano: ‘Es un hombre sin educación y comenzó su vida como un chofer de camion’, alcanzó el poder mediante una campaña electoral que ‘se caracterizó’ por la utilizar ‘métodos de intimidación y terrorismo por parte del ejército’. Su codicia es insaciable, como jefe del ejército adquirió ‘considerable riqueza (…) principalmente a través del robo de ganado y la apropiación ilegal de tierras del gobierno y de otros’. Trujillo es ‘un dictador militar’: ‘ambicioso, inescrupuloso, falto de piedad, autocrático’ que ‘depende totalmente del apoyo de su ejército’, es ‘el hombre más poderoso del país’: ‘y tiene una concepción totalmente exagerada de la importancia relativa de su país y de sus principales ejecutivos’. Bernardo Vega y Emilio Cordero Michel (1993), Asuntos Dominicanos en Archivos Ingleses. /205-6.

 

De Mario Fermín Cabral los ingleses dicen que ‘es meramente un títere, en las manos del Presidente Trujillo (…) Siempre ha sido un político del tipo parasitario (…) Cuando estaba fuera del gobierno vivía de chiripas que lograba en conexión con clubes sociales, ferias agrícolas (…) es un adulador, utilizando la adulación para adquirir amigos‘.  Vega y Cordero Michel (1993), Obra Citada. /198.

 

Almoina sobre Mario Fermín Cabral vehementemente afirma que Desiderio Arias fue traicionado por Fermín Cabral: ‘el traidor de Desiderio Arias, el inescrepuloso Cabral’ / ‘la traición de Mario Fermín Cabral que entregó a Arias’ y que el Jefe pagó ‘al traidor Cabral’ haciéndolo Senador.

 

Para los ingleses Jacinto B. Peynado (Mozo) es ‘un abogado muy astuto’, ‘es el miembro de mayor influencia en el gabinete’ / ‘probalemente el más capacitado y el más inteligente miembro del gobierno’, ‘es un hombre de considerable cultura y tiene buen conocimiento de la música clásica’, pese a ‘su superioridad intelectual’ ‘es bastante inescrupuloso’, se integra  al gobierno de Trujillo ‘más que debido a cualquier convicción política’ ‘para promover los interese de su bufete’, Mozo es responsable del ‘uso inescrupuloso de su posición oficial a favor de su bufete’. Vega y Cordero Michel (1993), Obra Citada. /202.

 

Almoina dice  que este sujeto, Mozo Peynado, ‘tiene en su cuenta de trujillista’ el ser un ‘títere  presidencial’ / presidente pelele de Trujillo, fue ‘al Partido Dominicano buscando solución al problema de una familia numerosa, una hija (Mireya Peynado) casó cn Aníbal Trujillo, otra hija casó con un oficial del ejército, otras hijas fueron colocadas en distintos puestos, a un hijo se le designó Cónsul en Francia’.

 

Mozo Peynado es ‘un hombre con numerosa-numerosísima familia’: ‘detrás de él están los hijos reclamando, unos colocados, otros haciendo negocios, otros ambicionando las cien pequeñas cosas que se necesitan para abrirse paso en la vida’, agréguese que Mozo Peynado fue el creador de la frase ‘Dios y Trujillo’.

 

En el informe sobre las principales personalidades del país la diplomacia inglesa radicada en el país indicaba que los miembros del gabinete de Trujillo ‘nunca son consultados y no tiene ni poder, ni autoridad. La única excepción es el señor Rafael Vidal, el Secretario de Estado de la Presidencia, quien es el más deshonrado y único miembro poderoso del gobierno’. Étnicamente perfilado Vidal es ‘marrón oscuro, más que negro, posee el semblante característico, así como el pelo, de la raza negra, y es, de hecho, un negro típico, de una apariencia particularmente repulsiva’. Vega y Cordero Michel (1993), Obra Citada. /205-6.

 

Almoina señala que Trujillo ‘ha conseguido que la vida moral de la República se convierta en una sentina de adyecciones‘. En la República ‘Todo está relajado, prostituido, desquiciado. Por dondequiera el tirano fomenta los vicios, ejercita las corrupciones‘. ‘Chapita, el raterillo Chapita’ / ‘el chacal de La Caoba’ convirtió el país ‘en una sentina. La corrupción del régimen trujillero ejerce sobre la vida dominicana su acción destructora y puede decirse que ha infectado ya todos sus tejidos’.

 

Esa degradación moral se incrustó en todo el sistema socia: ‘En Santo Domingo la depravación moral alcanza a todas las clases sociales. Sólo se salvan algunas figuras señeras que han rechazado dinero, posición política, etc.’, esa ‘depravación moral’ se expresó con fuerza en ‘la vieja sociedad dominicana (‘la gente de primera’ / ‘los Dones’ / ‘los tutompotes’), ellos fueron abundantamente retratados en ‘Una Satrapía en el Caribe’.

 

En ese tenor, Almoina perfila a los funcionarios trujillistas: ‘las gentes que siempre le rodearon, negroides casi todos ellos, gentes sin escrúpulos, nacidas para la servidumbre y dispuetos a todo con tal de conservar posiciones, dádivas, lujos y prestigios’, son: ‘Alcahuetes, Bufones, Lacayos y Aduladores’.

 

He aquí algunos de estos ‘Alcahuetes, Bufones, Lacayos y Aduladores’: Francisco Prats Ramírez, hombre a sueldo de absoluta fidelidad al déspota, se prestaba a todas las combinaciones políticas del tirano. Virgilio Álvarez Pina (Don Cucho) ‘Cucho en español antiguo significa estiércol’, ‘don Estiércol’ al principio fue: ‘uno de los opositores más grandes que tuvo Trujillo en el Club de la capital’, tanto que ‘el hoy General Álvarez Pina’ estuvo preso en Nigua; luego se convirtió en ‘el miserable Cucho Álvarez’ un ‘alcahuete y lambiscón’ de Trujillo.

 

Isabel Mayer, ‘la muy acrisolada y sutilísima alcahuete doña Celestina fue la que proporcionó al tirano a Lina Lovatón y muchas otras’ / ‘la más conspicua y asidua proveedora de mujeres que asiste al déspota’, es ‘la biblia encuadernada en piel de Zorra’, Trujillo la nombró gobernadora y senadora de Santiago. José Estrella ‘el feroz criminal, brazo derecho del tirano en el Cibao’. Porfirio Rubiros: ‘el tristemente celebre asesino a sueldo de Trujillo’.

 

Manuel de Moya Alonzo, el homosexual predilecto de Trujillo: ‘que desde hace años conoce las debilidades de su protector, que ‘a más de servir a Trujillo de ‘mignon / lindo’, le proporciona (fiel a la practica del ambisexualismo) doncellas que arrancan a los padres, ya en el campo, ya en las ciudades, para llevárselas a Fundacion o aún a la misma casa de Moya donde el dictador las estupra. Por estas prácticas llegó a elevarse a la categoría de oficial de Ministro de Obras Públicas’. Moya fue ‘uno de los más ricos e influyentes amigos del dictador’, fue ‘el intermediario general de Trujillo para todo clase de negocios y combinaciones por sucias que sean’, la esposa del tirano ‘no consiente que Moya entre en la Estancia Ramfis ni lo invita’.

 

Los alcahuetes de Trujillo competían en las alabanzas al tirano, Almoina relata un anécdota, en una ocasión de sus habituales paseos matinales por el malecón, le acompañaban sus lambones Virgilio Álvarez Pina, Manuel de Moya, Lelé Mieses, ‘y otros’, estos comenzaron a hacer peroratas en las que el jefe resultaba ser una personalidad histórica más muy superior a Bolívar, San Martín, Lincon,  Washington y Napoleón, después que terminaron de hablar los adulones Trujillo, con ‘su cara de mulato’, exclamó: ‘Yo no me parezco a nadie, soy único, estoy por encima de todos esos, a mí no me echan con a San Martín, ni como a Bolívar, ni me asesinan como a Lincon, ni me dejaré tumbar como a Napoleón, todos esos hicieron cosas corrientes, insignificantes’.

 

En aquel estado de putrefacción / septisemia moral que fuera la ‘Era del Benefactor de la Patria’: ‘sólo se salvan algunas figuras señeras’, esto es, hubo excepciones: ‘En Santo Domingo la depravación moral alcanza a todas las clases sociales. Sólo se salvan algunas figuras señeras que han rechazado dinero, posición política, etc. Son las pocas que quedan de la vieja sociedad dominicana que no quiere saber nada con la canalla advenediza de bigeos, ladronzuelos y estrupadores. Estas figuras se llaman Federico Henríquez Carvajal, Américo Lugo, Enrique Apolinar Henríquez, los Fiallo y algunos retoños de estas viejas capas’.

 

Almoina refiere la famosa carta de ‘dignisima austerida’ dirigida por Américo Lugo al dictador en la que establece ‘que la historia no se escribe de rosillas’. El hijo Lugo, miembro destacado de las viejas capas dominantes, ‘tuvo que marcharse a Norteamérica a ganarse el pan como locutor de la radio’.

 

Otras luminosas excepciones reconocidas por Almoina son: Mauricio Báez un ‘líder auténtico, verdadero’ de los obreros azucareros, exiliado antitrujillista, fue asesinado por Trujillo. Juan Bosch: ‘En una ocasión en que Juan Bosch, el denonado luchador dominicano, produjo unas viriles declaraciones contra la tiranía de Trujillo, este mandó a fabricar una carta en la que al pie aparecía la es hacerse de un autógrafo de cualquier persona. En esta carta aparecía Bosch solicitando del Chacal un empleo y haciendo grandes elogios de Trujillo. Pura patraña y procedimiento muy usual en el déspota’.

Juan Rodríguez (Juancito), ‘opulento hacendado y ganadero, sencillo, firme carácter, hombre de acción’, sentía que él y su familia eran molestados por ‘El chacal de las Caobas’. Escapó al extranjero para lanzarse abiertamente a la lucha contra la tiranía, llevando una apreciable cantidad de dólares, efectivo utilizado para financiar la fracasada expedición de Cayo Confites. Trujillo respondió apoderándose de las propiedades de Juancito (fincas y rica ganadería), acosando a su familia, la hija fue encarcelada y su paradero ‘se ocultó mucho tiempo’, y judicializándolo como enemigo de su gobierno.

Con ‘el fuerte respaldo económico aportado’ por Juancito se formó un ejército integrado por dominicanos, cubanos, venezolanos, hondureños, españoles, salvadoreños, norteamericanos: ‘Era como si la conciencia de América, verdaderamente democrática, quisiera dar una lección a su vecina del Norte’.

El ‘sátrapa antillano’ desató su ira contra loa familiares de Juancito: ‘su esposa se encuentra encarcelada y su hija ha sufrido torturas a manos de esbirros de Trujillo’ / ‘Una de las hijas de Juancito fue insultada, atropellada, violada y no se sabe nada de ella’.