Los seres humanos tenemos conductas instintivas como todos los animales, pero a diferencia de ellos, nuestros instintos son más complejos. Somos seres sociales y necesitamos interactuar con otras personas, eso nos mueve a lograr integraciones satisfactorias a las agrupaciones humanas de nuestro interés, es lo que conocemos como necesidad de pertenencia. Tememos ser despreciados por nuestra comunidad, siendo algo que condiciona nuestro comportamiento. Nuestras actuaciones buscan que los demás nos acepten, esto es positivo, pero también podría ser negativo.

El concepto de alineación, a nivel psicológico, sociológico o político, se ha utilizado para expresar el que varios individuos se identifiquen con una misma causa, contribuyan a un proyecto específico y funcionen como una única fuerza. Evidentemente, si en un grupo humano, cada individuo empuja en un sentido diferente y no se organizan en actividades colectivas, predominaría el caos y sería imposible el desarrollo de la civilización. Para un país desarrollarse necesita obligatoriamente organizarse.

No debemos confundirnos con alienación, que tiene varios significados según la disciplina en que se utilice el término, en los comienzos de la Edad Media fue utilizado por el cristianismo haciendo alusión a las posesiones demoníacas, en Medicina y Psiquiatría se ha utilizado aludiendo a la pérdida de la consciencia, desequilibrio mental o a la pérdida de la identidad. En filosofía y sociología hace referencia al convertirse en un extraño para sí mismo, para los demás, para su entorno y la pérdida de decisión en su propia vida, este concepto fue muy utilizado por Karl Marx como uno de los elementos que justificarían la Lucha de Clases, como una reacción ante el proceso de “cosificación” del obrero, esta situación no sostenible sería la desencadenante de los cambios y revoluciones sociales. En la alienación no tendrías el control de tu existencia y tu vida sería manejada por intereses de otros. Lamentablemente los líderes de los obreros suelen convertirse en una nueva aristocracia, a menudo más alienante que la que combatieron.

En la actualidad estamos muy comunicados, siendo posible saber qué piensa un ruso, qué come un chino, cuáles son los pasatiempos preferidos de los franceses y qué se baila en un país latinoamericano. Por otro lado, se perciben megatendencias en los medios que buscan definirnos y alinearnos de manera que seamos una misma cosa, un solo paquete, con el agravante de que la mayoría prefiere dejarse llevar para no tener que pensar. En los puntos trascendentes se nos lleva a asumir posiciones limitadas, inconsistentes y vacías, pero nos sentimos diferentes o especiales cuando exhibimos variaciones extravagantes o ridículas en temas superficiales. Pero nuestra diferenciación debiera manifestarse porque logremos descubrir nuestros valores ocultos, manifestándolos con calidad.

Si tu comunidad está presentando una existencia negativa, retrógrada o perjudicial, necesitas el valor para seguir esa voz que en lo profundo de tu conciencia te mueve a no degradarte. Si todos se están hundiendo, pero no estás de acuerdo con esa tendencia, debes y puedes conectarte con tu supraconciencia y encontrar la orientación adecuada. En teoría todos estaríamos de acuerdo con eso, en la práctica nos resulta difícil actuar de acuerdo con nuestra conciencia. Sin embargo, muchas personas son capaces de ser coherentes y a menudo solamente necesitan motivación.

Nuestra personalidad y autoestima pueden estar tan deficientes, que nos obliguen a simplemente ver cómo son los otros para nosotros copiarlos, analiza si se te dificulta tomar decisiones y solamente puedes hacerlo repitiendo lo que ves a otro hacer. No necesariamente es negativo imitar o hacer lo que hace el grupo, normalmente es una buena idea, siempre que veas que las acciones del grupo son positivas tanto para todos en general como para cada uno en particular. Normalmente conviene hacer lo que los demás hacen, excepto cuando los resultados están siendo lamentables.

Recuerda que la mediocridad abunda más que la excelencia, por lo que si no te permites hacer algunas cosas diferentes, el ser tan especial que vive en tu interior no podría manifestarse y sólo contribuirías a aumentar el número de los mediocres. Cada persona es muy valiosa y necesaria, excepto cuando se niega a dar lo mejor de sí misma. Lo más importante no es que logres llegar, sino que camines.

Para alinearse con lo positivo, sin temor a ser alienado por haber rechazado lo negativo, se necesita una mezcla de sabiduría y valor.

No siempre es conveniente apoyar al más grande, sino a aquel que creas que tenga mejores capacidades y disposición para lo que se requiera. A quien invitan a apoyar una causa simplemente porque es la que tiene más seguidores, lo hacen por considerarle mediocre y trepador.

Cuando estamos alineados con nuestro corazón, aunque todos nos dieran la espalda nunca estaríamos alienados, pero cuando traicionamos nuestras consciencias lo perdemos todo; tal vez conseguirías muchas cosas, pero ya no serías tú quien estaría en tu vida para disfrutarlas. Es maravilloso que los demás te acepten, pero es de vital importancia que tú te aceptes.