Los seres humanos nacimos con el derecho a tener una buena salud física y mental. Si partimos de dicha premisa, estar sano es lo normal; mientras que, estar enfermo, es una tragedia o calamidad humana. En tal sentido, la ciencia de la salud, incluyendo la neuropsicología y la propia psicología social, conocen muy poco sobre el ácido desoxirribonucleico (ADN) y sus vínculos con la buena salud y la enfermedad.

Según la bioquímica, el ADN es una proteína compleja que se encuentra en el núcleo de las células y, es a su vez, el principal constituyente del material genético de todos los seres vivos. En pocas palabras, el ADN es el conjunto de cualidades inherentes e inamovibles que se transmite de una persona a otra o de una especie a otra. En tal sentido, la biología, la bioquímica, la neurociencia y la medicina vienen realizando estudios profundos para conocer más sobre las complejidades del ADN (OMS-OPS, 2020).

Según los estudios científicos que se han venido realizando desde el año 1955 y hasta la fecha, el cuerpo humano cuenta con más de cinco mil (5,000) enzimas que, desencadenan a su vez, unas veinte y cinco mil (25,000) reacciones orgánicas diferentes (OMS, 2019). En tal sentido, según la bioquímica y la neurociencia, cada acción de un cuerpo vivo está controlada por enzimas que, en el caso humano, regula nuestro sistema gastrointestinal y todas sus funciones colaterales que propenden a generar bienestar personal.

Por su parte, la ciencia de la salud y la neuropsicología saben que, el cuerpo humano es el único sistema curativo que puede restablecer su equilibrio cuando es atacado por una enfermedad de cualquier naturaleza. Según los estudios científicos realizados sobre varias enfermedades graves se sabe que, el organismo humano tiene la capacidad de autocurarse, cuando su sistema inmune reacciona positivamente (OMS-OPS/1998-2018).

En tal sentido se sabe que, las personas con buenas características gastrointestinales suelen estar sanas física y mentalmente, ya que su sistema inmunológico las protege de la mayoría de las agresiones por virus, bacterias, hongos y de muchos otros patógenos más. En ese orden se sabe que, las personas podemos fortalecer nuestras características gastrointestinales si seguimos una dieta cuyos alimentos aporten suficientes enzimas, especialmente, enzimas madres (OMS-2020).

Varias investigaciones realizadas por la OMS y la OPS en el período 2001-2019 refieren que, el cuerpo humano es una unidad en la cual todo está interconectado y que, la comida dañina produce indigestión, lo que obstaculiza la absorción de los alimentos que regulan las funciones vitales de nuestro cuerpo. Como se puede apreciar, problemas gastrointestinales sencillos, tienden a generar serias dificultades de salud física y mental (OMS, OPS-DMS-V).

Según la neurociencia, disfrutar de buena salud física y mental, requiere de una buena alimentación, beber suficiente agua, hacer ejercicios regularmente, descansar el tiempo necesario, dormir entre siete (7) y nueve (9) horas diario y mantener un estado anímico y emocional bajo nuestro control. No obstante y dadas las complejas conexiones del cuerpo humano, las personas debemos cuidar celosamente nuestro cuerpo. Estudios realizados por nutricionistas, psicólogos sociales y neuropsicólogos han constatado que, la mayoría de las enfermedades físicas y mentales son el resultado de los hábitos alimenticios que las personas hemos desarrollados a través de los años.

En tal sentido, hay personas que se consideran sanas, pero se ven afectadas por problemas de estreñimiento o diarrea, insomnio, tensión en el cuello, dolores de espalda y en los hombros, entre otros síntomas más, los cuales son señales de auxilio que el cuerpo humano nos envía. No obstante se sabe que, la mala alimentación influye en la calidad del sueño, genera estrés, provoca angustia y, en muchos casos, detona un trastorno de ansiedad terrible.

Según las investigaciones realizadas sobre nutrición, los productos que los humanos comemos e ingerimos, determinan casi el noventa y ocho por ciento (98%) de nuestra salud y calidad de vida. En tal sentido, si tú deseas tener buena salud por un período largo, aliméntate bien, comparte ambientes sociales y familiares sanos, aprende a tocar un instrumento musical, escucha buena música, haz el amor cuantas veces tú organismo te lo permita, visita con frecuencias áreas verdes o zonas montañosas, visita la playa de tu preferencia, escribe tu memoria personal, diviértete y disfrutas de los placeres la vida con pasión y hazte acompañar de una buena esposa o esposo y de buenos amigos.

Como especialista en higiene y salud mental te confieso que tu cuerpo es “Tu Tempo”, cuídalo y defiéndelo con responsabilidad, pues la medicina moderna, la neurociencia y la neuropsicología saben que solo algunas enfermedades se pueden curar y que la mayoría de las enfermedades catastróficas aún no tienen cura.

 “Un exterior saludable comienza en tu interior”. Robert Urich