Estamos iniciando clases, la escuela resulta un medio seguro y de distensión para muchos niños y jóvenes. Sin embargo también puede resultar muy estresante para otros. Es por eso que queremos alertar a padres, maestros y autoridades escolares sobre el acoso escolar o “bullying”.
Es bullying el resultado de la interrelación sadomasoquista entre un sujeto vulnerable, que llama la atención por sus características físicas o psicológicas “defectuosas” o poco habituales, y sus pares u otras personas con las que necesariamente debe vincularse. Puede ocurrir entre un sujeto dominante y sádico y otro que no se sabe defender e incluso en grupos en desventaja social en comparación al otro.
El bullying puede manifestarse de diversas maneras siendo las más frecuentes la burla en forma de apodos, los calificativos denigrantes, las palabras obscenas, los gestos y las muecas que imiten una anomalía física. Llamar al individuo mediante una alegoría a su defecto físico (“dientú” por tener los dientes grandes y hacia afuera) o lo contrario de éste (ojos bellos y el sujeto padece de un grave estrabismo convergente, o sea es bizco).
El maltrato verbal es el más utilizado por ambos sexos, aunque es característico que los varones sean maltratados por su mismo sexo, mientras las hembras pueden serlo por hombres y mujeres. Es usual la amenaza o el maltrato físico que ocasione dolor, llanto o humillación del maltratado.
El maltrato físico puede consistir en empujones, golpes, trato femenino a varones, incluyendo someterlo a supuestas pruebas para determinar su virilidad. Otras veces el abuso consiste en jugarle una broma pesada al individuo con algo de comer mezcladas con residuos o sustancias que provocan una sensación desagradable.
La exclusión del grupo al que debe pertenecer el sujeto, es una forma frecuente de bullying, impidiendo su integración o no teniendo en cuenta su presencia, con descalificación del discurso del sujeto, de sus opiniones y sus puntos de vista. Esta exclusión puede deberse a que sean portadores de discapacidades, tengan una orientación sexual diferente, por motivos religiosos, por determinadas características de personalidad, etc.
En otras épocas habitualmente este fenómeno sucedía cara a cara, pero con el desarrollo de nuevas formas de comunicación se ha extendido a la utilización del teléfono convencional, del teléfono celular, a través de la Internet, (en Ingles: "Cyber Bullying "), redes sociales, mensajes instantáneos, Whats App, y teléfonos móviles con cámara. Es frecuente el envío de mensajes insultantes por estos medios o fotografías tomadas al burlado en posturas o situaciones que atentan contra su autoimagen y autoestima.
El Bullying constituye un proceso que se desarrolla en diversas etapas y que puede ser abortado dependiendo de las actitudes que asuma el sujeto objeto de la burla y siempre que cuente con recursos adaptativos que le permitan sortear exitosamente esta confrontación dolorosa.
Estategias sugeridas para enfrentar el bullying.
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Si asume una actitud de afrontamiento y desafía al burlador sin temor alguno, interrumpirá inmediatamente el proceso y se granjeará el respeto de todos.
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Si no se deja provocar y asume una postura de real indiferencia, puede ocurrir un incremento inicial de las mismas, como una manera de probar fuerza el burlador, pero si se persiste en esta apariencia inconmovible, imperturbable, inmutable, logrará la extinción de las bromas y no se producirá el fenómeno del bullying.
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Otras veces el sujeto objeto de las burlas puede conseguir que se le respete si con alguna otra cualidad despierta la solidaridad y admiración del grupo quien lo protegerá del burlador y neutralizará cualquier intento de bullying.
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También puede lograr la neutralización del burlador si establece una relación interpersonal sólida con un sujeto que esté en disposición de defenderle en todo momento del acoso del burlador. En estos casos pueden invertirse los papeles y el burlado convertirse en burlador, o intentar un ajuste de cuentas siempre y cuando se encuentre presente su protector incondicional.
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La autoburla, siguiendo la corriente al burlador sin oponer resistencia alguna, caricaturizando de manera exagerada el sufrimiento, buscando de forma intencional al burlador pero manteniendo los límites en la relación interpersonal, puede mitigar las burlas a niveles soportables, por lo que el burlador preferirá experimentar con otra u otras víctimas buscando conseguir de ellas todo lo que él desea.
Sobre este tema continuaremos la próxima semana.