“En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada”- Theodore Roosevelt.

El reciente Decreto núm. 453-24, que establece la Empresa Minera Dominicana, S.A. (EMIDOM), tiene como objetivo la exploración y eventual explotación de los "recursos mineros estratégicos del Estado, incluyendo la Reserva Fiscal Minera "Ávila" y otras que puedan ser declaradas por el Estado dominicano, siempre que se cumplan los requisitos establecidos por la ley”.

Si bien nuestra postura se opone a la creación de empresas estatales en el sector minero, y preferimos la firma de contratos especiales previa licitación pública nacional como modelo de desarrollo del sector, es esta la fórmula adoptada por el Ejecutivo. En consecuencia, solo nos queda proponer algunas medidas que promuevan la transparencia, la rendición de cuentas, la responsabilidad, la equidad y la eficiencia en la toma de decisiones en EMIDOM.

 Partiendo del análisis del decreto, es imperativo fortalecer la composición e independencia del Consejo de Administración. Consideramos esencial aumentar el número de consejeros independientes a al menos un tercio del total de miembros, lo que aseguraría la diversidad de perspectivas y reduciría la posibilidad de conflictos de interés. Este cambio alinearía mejor la composición del consejo con las mejores prácticas internacionales. Además, es crucial incorporar consejeros con experiencia en sostenibilidad, responsabilidad social corporativa y gobernanza, asegurando que EMIDOM opere bajo estrictos estándares ambientales y sociales.

La selección de los miembros del consejo debe realizarse de manera clara y transparente, priorizando las habilidades, la experiencia en el sector y las competencias en gobernanza corporativa. Este proceso, si se gestiona adecuadamente, fortalecerá la confianza pública en la administración de la empresa.

Asimismo, proponemos que todos los miembros del consejo, excepto el presidente (del Ministerio de la Presidencia) y el secretario (del Ministerio de Hacienda), sean ratificados por el pleno de la Asamblea General de Accionistas, lo que aumentaría la legitimidad del consejo y alinearía el proceso con las prácticas de transparencia recomendadas por organismos como la OCDE. Un proceso de designación abierto, con convocatorias públicas y la participación de expertos independientes en la evaluación de candidatos, contribuiría a este objetivo.

Desde sus inicios, es fundamental que EMIDON establezca mecanismos de evaluación anual del desempeño del consejo y sus comités, utilizando criterios claros y objetivos. Estas evaluaciones deben ser realizadas por una entidad independiente, y los resultados discutidos en la Asamblea General. Considerando las experiencias previas con empresas estatales en nuestro país y la región, es esencial implementar una política clara de gestión de conflictos de interés, que obligue a divulgar y gestionar cualquier conflicto potencial o real por parte de los miembros del consejo y la alta dirección.

La creación de comités especializados dentro del consejo, como el Comité de Auditoría, el Comité de Remuneraciones y el Comité de Riesgos, debería ser una tarea ineludible. Estos comités deben estar compuestos mayoritariamente por consejeros independientes y contar con la autoridad necesaria para supervisar áreas críticas de la empresa. EMIDOM debe garantizar la realización de auditorías internas y externas, cuyos resultados se reporten directamente al Consejo de Administración o al Comité de Auditoría. La selección de auditores externos debe llevarse a cabo mediante un proceso competitivo y transparente, asegurando que los auditores sean independientes y tengan la experiencia adecuada para auditar una empresa minera.

Es decisivo involucrar a los accionistas en las decisiones estratégicas de la empresa, así como ofrecer programas de capacitación continua a los miembros del consejo sobre temas como la gestión de riesgos, gobernanza corporativa, sostenibilidad y obligaciones fiduciarias. Igualmente, es fundamental reforzar la transparencia financiera, publicando informes detallados y accesibles tanto para los accionistas como para el público en general, cumpliendo con las mejores prácticas internacionales.

Además, es vital incluir a las partes interesadas, como las comunidades locales, ONG debidamente habilitadas y empleados, en las decisiones estratégicas, especialmente aquellas que tengan un impacto ambiental y social significativo. Desde el comienzo, EMIDOM debe contar con un código de conducta y ética empresarial que establezca las expectativas de comportamiento para todos sus empleados y miembros del consejo, con directrices claras sobre cumplimiento normativo, responsabilidad ambiental y respeto a los derechos humanos.

Aunque el concepto de sostenibilidad en la minería es objeto de debate, es ineludible que EMIDOM incorpore principios de sostenibilidad en su estrategia empresarial. La empresa debe asegurar que sus prácticas de explotación minera cumplan con los estándares internacionales y las mejores prácticas en cuanto a responsabilidad ambiental y social. Debería tomar en consideración el Anteproyecto de Ley del Sistema Nacional de Gestión de la Renta Estatal Minera, avanzado al ejecutivo en 2018. Este documento representa la funcionalidad de una sustentabilidad minera de la única forma que es posible hacerla realidad.

La implementación de estas medidas permitirá que la Empresa Minera Dominicana, S.A. se alinee con los principios de gobernanza corporativa establecidos por la OCDE  y otras organizaciones, promoviendo una gestión transparente, responsable y eficiente. Al mismo tiempo, establecerá una base sólida para generar confianza pública y asegurar el éxito a largo plazo de la empresa en un sector tan crítico para el desarrollo nacional como la minería.