Hemos visto en los últimos días varios reportajes en diferentes periódicos del país, acerca de los graves problemas que enfrentan los ciudadanos de las principales ciudades en cuanto a la movilidad vial principalmente de los vehículos automotores que circulan por calles y avenidas.

En diferentes ocasiones hemos tratado el tema de la movilidad vial urbana en el país y particularmente en como inciden los diferentes actores que intervienen en tan importante aspecto que repercute sobre la propia salud de la población y naturalmente los derrames negativos sobre nuestro desarrollo. económico.

Los actores:

Gobierno Central

Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC)

Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTRANT)

Dirección General de Seguridad de Transito y Transporte Terrestre (DIGESETT)

Ministerio de Interior y Policía (MIP)

Gobiernos municipales

Conductores

Ciclistas y transeúntes o peatones.

Nota: El orden anterior no tiene ninguna relación con la importancia del actor.

Aunque en un escenario, cada actor tiene un roll definido, también las actuaciones son principales y otras de segunda y tercera importancia. En el caso de los actores que intervienen en el escenario de la movilidad vial, habría que jerarquizarlos tomando en cuenta las incidencias y las consecuencias que tienen sus buenas o malas actuaciones en este escenario.

Iniciando por el gobierno central, en el aspecto macro, su participación deberá ser la génesis del libreto a través del diseño de una bien estudiada estructura orgánica que integre todos los actores que deberán formar parte de este escenario. Definida la estructura, deberá seleccionar el personal mas idóneo para dirigir los organismos componentes de la estructura diseñada, lo cual garantizará con un menor riesgo una adecuada ejecución y alcance de los objetivos proyectados a mediano y largo plazo.

Para completar una adecuada actuación, el gobierno central, deberá garantizar con fuentes definidas los recursos económicos requeridos para el soporte de toda la estructura del sector. Es lamentable que tradicionalmente los recursos que se requieren para poder lograr las metas y objetivo han sido escasos en nuestro país, ya que los gobiernos no le han dado la importancia social y la repercusión en el desarrollo económico que significa para un país el mejoramiento de la movilidad vial.

Los actores que les corresponde por ley, dentro de otras, la ejecución de la política nacional de movilidad, transito y seguridad vial, son el INTRANT y la DIGESETT. El INTRANT pertenece al MOPC y la DIGESETT, es una dependencia de la policía nacional, que opera de acuerdo con los lineamientos del MIP y del INTRANT.

Entonces, el INTRANT, debe planificar y diseñar el sistema nacional de transporte público de pasajeros, bajo la sombrilla del MOPC, en coordinación con los GOBIERNOS MUNICIPALES y a la DIGESET le corresponde principalmente, elaborar actas de infracciones y ordenar el movimiento vehicular.

Al analizar los libretos y dependencia de los actores planificadores de la movilidad vial y de las acciones y operativos en las vías, claramente se aprecia que cualquiera que sea la estructura organizacional que rija en estas instituciones, las diferentes líneas de mando tendrán muy poca probabilidad de encontrarse y producir acciones integrales efectivas, ya que son organismos civiles y policiales, que obedecen a regímenes y actuaciones muy diferentes y todavía mas acentuadas en nuestro país.

Resulta que el escenario que la población ve y siente, y que finalmente sirve de base para evaluar los actores, está lleno de situaciones que van a nivel macro desde una ausencia de una verdadera planificación, diseño y ejecución de una política nacional de movilidad, transporte terrestre y seguridad vial, hasta faltas permanentes que se comenten en las vías y que de manera descarada no son penalizadas por el actor correspondiente y que ocasionan accidentes vehiculares, taponamiento en las vías, afecciones a la salud, por señalar algunas. Los actores con este libreto, en lugar de aportar paliativos a la solución de los grandes taponamientos que se producen en las vías, contribuyen sin ninguna duda a generar mayores congestionamientos con sus actuaciones, ya que no se corresponden con las necesidades del tránsito, mas bien con los requerimientos de una elite muy pequeña que no le está permitido permanecer parados en las calles y avenidas y que, aunque se sacrifique a la mayoría hay que “abrirle el paso”.

Por otro lado, el actor gobierno municipal, por el propio diseño de la estructura orgánica del sector, podríamos decir que tiene un papel de tercer orden, lo cual contrasta con la cercanía que deben tener los ayuntamientos con la población y las propias atribuciones de estos de acuerdo con lo que mandan sus leyes. Hay que destacar que el involucramiento de los gobiernos municipales para mejorar la movilidad y seguridad vial de nuestras calles y avenidas es indispensable para lograr las metas que se han establecido para la región por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Aunque se ha dejado para el final, el actor “Conductores”, tienen un rol protagónico en el escenario de la movilidad vial ya que son ellos los que conforman el medio, le dan vida y se supone que todo el sistema deberá diseñarse y ejecutarse para mejorar sus tiempos de traslados, su seguridad y la conservación del medio ambiente.

Lamentablemente, los conductores, en nuestro país, no contribuyen en nada al mejoramiento de la movilidad y seguridad vial, porque primeramente y lo mas importante, no son conductores educados, no tienen disciplina, no se penalizan sus constantes violaciones a las regulaciones de tránsito y como la mayoría quiere llegar primero, al final, el pago es que la mayoría llega tarde. En este mismo orden los ciclistas y peatones, son actores de rellenos no porque no sean importantes, sino debido a que en nuestro país estos no son debidamente tomados en cuenta en los procesos de diseño de vías, señalizaciones y también en la educación.

Al realizar una valoración de los actores de la movilidad vial del país, vistas las consideraciones expuestas, se podría concluir que estos no han llenado las expectativas y particularmente consideramos que los actores que intervienen en este sector deberán ser reorganizados e integrados con una estructura orgánica que permita líneas de mando bien definidas y prácticamente realizables para ver si en el mediano plazo pueden verse resultados positivos en este escenario.