La grave situación por la que ha venido atravesando el sector eléctrico de la República Dominicana durante los últimos 50 años, amerita una atención permanente, de todos los actores que intervienen en este sector teniendo como protagonista al estado dominicano que entendemos debe llevar el roll principal, si partimos de su gran importancia para el desarrollo de todas las actividades que se llevan a cabo en el país. Lo cierto es que, este sector es el mas popular y escuchado a nivel del pueblo sea por lo vital que es para toda la población, por las condiciones en que se recibe este servicio, por lo costoso que resulta para el que lo paga, o por la atención que reciben los usuarios en las soluciones de los problemas que se presentan propios de este tipo de servicio.

A partir de la promulgación de la Ley General de Electricidad, en el año 2001, había de esperarse que por lo menos en los próximos diez años se tuvieran logros ostensibles con derrames con efectos positivos para el país y naturalmente sobre los usuarios en todos los ámbitos, residenciales, comerciales, industriales y servicios.

Lo cierto es que aunque el reglamento de aplicación de esta ley (Art. 27), dispone y ordena a la Comisión Nacional de Energía (CNE), rectora del sector, preparar y presentar al poder ejecutivo, un Plan Energético Nacional(PEN), que deberá contener a grandes rasgos la estrategia nacional para el desarrollo del sector energético de manera integral, contemplar su crecimiento en el mediano plazo, cinco años y a largo plazo, 15 años; además debe ser revisado, actualizado anualmente con la ponderación del nivel de cumplimiento de las metas y proyecciones contenidas en este plan; la realidad es que esto no ha sucedido así.

Se conoce que el primer PEN preparado y aprobado correspondió al periodo 2004-2015, realizándose unas dos actualizaciones correspondientes a los años 2004 y 2005. A partir del 2005 no sabemos de ningún otro PEN o documento que contenga las actualizaciones que indica la ley y no es hasta el año 2022, en el que la CNE prepara el PEN correspondiente al periodo 2022-2036. No se pudo encontrar una proyección del sector que abarcara las perspectivas a mediano plazo en este último PEN.

Es decir que, si el organismo encargado del sector no ha sido capaz de cumplir con este mandato de la ley, documento que se podría considerar la guía fundamental de actuación para lograr las metas que se tracen, mucho menos se espera que las acciones que se realicen por los actores del sistema correspondan o estén encajadas dentro de un marco que produzca los resultados esperados.

Mientras esto sucede, al igual que para el caso de los combustibles, la población debe pagar uno de los servicios de energía eléctrica mas costoso de toda la región, además de ser muy poco eficiente, ya que las antañas perdidas y la energía servida y no facturada, no han podido reducirse a niveles normales(41% de perdidas), que permitan a la población que paga el servicio tarifas mas justas. De igual manera, el crecimiento y desarrollo del sector eléctrico del país, se ve afectado por estos aspectos.

La solución definitiva de estos flagelos, podría constituirse en la fuente de recursos económicos que hoy se destinan a subsidios al sector, para que los gobiernos inviertan estos recursos en el desarrollo de proyectos para la producción de energía con fuentes renovables, como son el sol y el viento y cualquier otro tipo de instalaciones que sea necesario para dar soporte al sector, como podría ser la Refinería de Alta Conversión que ha sido propuesta por diversos técnicos y especialistas en esta área energética y que permitiría el procesamiento del petróleo requerido por el país y eliminar las importaciones de productos terminados que encarecen los precios que reciben los diferentes sectores que utilizan medios energéticos para la realización de sus actividades.

Por otro lado, en vista de que el CNE preparó el Plan Energético Nacional para el periodo 2022-2036 esperamos que este organismo le dé el seguimiento debido para ir haciendo los ajustes que siempre se requieren y que no se vuelva al pasado en el que el PEN 2004-2015 solo fueron letras y ni siquiera se trataron temas tan importantes como lo es el futuro y desarrollo de la energía con fuentes renovables.