Hace una década, la socióloga Shoshana Zuboff acuñó el término “capitalismo de la vigilancia” para referirse a las sociedades capitalistas de alto rendimiento en que grandes corporaciones económicas obtienen información proporcionada por usuarios para comercializar con sus datos personales sin conocimiento de las personas afectadas.
En su conferencia “Los retos éticos en la era digital”, el filósofo Agustín Domingo Moratalla retoma el problema reflexionando sobre la sociedad de la vigilancia, el capitalismo de datos basado en una economía algorítmica que amenaza la construcción de una sociedad democrática.
Este modelo de orden económico que coloniza todas las dimensiones de la vida humana es lo que le lleva a hablar de una “algor-ética”, una ética para la era de los algoritmos.
Moratalla propone transitar de una justicia conceptual a una justicia cordial, basada en el desarrollo de lo que denomina “hábitos del corazón”. Esto significa promover el desarrollo de unas prácticas interiorizadas emocionalmente dirigidas hacia la construcción de virtudes más acordes con nuestra condición de vulnerabilidad y necesidad de cuidado. Podemos pensar en cualidades como: la apertura hacia los demás, la humildad epistémica, la actitud dialógica, entre otras.
El profesor de la Universidad de Valencia resalta el hecho de que tenemos sociedades cada vez más conectadas y, sin embargo, menos comunicadas. Este problema requiere, además de la reflexión política, una reflexión cultural que nos estimule a replantear los valores sobre los cuales aspiramos a cimentar nuestros vínculos sociales.
Dicha reflexión presupone la recuperación de la atención de los alumnos en esta era de la desatención fomentada y manipulada por las corporaciones que manejan la economía algorítmica. Tenemos el reto de profundizar en una ética del cuidado que fomente la atención, la interacción dialógica, la deliberación responsable y la personalización de un mundo cada vez más caracterizado por la despersonalización y el anonimato.