Conducir bajo los efectos del alcohol es uno de los factores de riesgo más frecuentemente implicado en los accidentes de tránsito y, aunque todos sabemos que la conducción bajo los efectos del alcohol es peligrosa, muy pocos sabemos los riesgos exactos a los que nos exponemos cuando manejamos de este modo. Los conductores deben ser conscientes de que si beben y conducen, que se produzca el accidente es cuestión de tiempo.

Estudios realizados por la OMS, en países de ingresos bajos y medianos, revelan que entre un 33% y un 69% de los conductores con lesiones mortales excedían los límites legales de alcohol. Según un estudio realizado por OPSEVI (Observatorio Permanente de Seguridad Vial), en agosto de 2019, en la Winston Churchill, durante la noche de un viernes, el 46% de los conductores evaluados dieron positivo a la presencia de alcohol.

Dado que los datos anteriores son preocupantes, a continuación daremos una información lo más realista posible, para que cada cual valore el riesgo asociado a conducir habiendo ingerido alcohol.

¿Qué es la tasa de alcoholemia? Es el volumen de alcohol en sangre y se mide en gramos por cada litro de sangre (g/l) o su equivalente en aire espirado. Las tasas permitidas en la ley 63/17 son 0.5 gr/l en sangre o 0.25 mgr/l en el aire espirado. Los conductores de vehículos de transporte público de pasajeros, de carga o sean portadores de un permiso de aprendizaje, el grado de alcoholemia permitido será de cero en sangre y cero en aire espirado. Quienes conduzcan motocicletas se les permite hasta 0.2 gr/l en sangre o hasta 0.1 mgr/l en aire espirado.

¿De qué depende la tasa de alcoholemia? Aunque dos personas beban la misma cantidad de alcohol es poco probable que alcancen la misma tasa de alcoholemia. Incluso, una misma persona, tomando la misma cantidad de alcohol, en dos días distintos, puede alcanzar tasas diferentes, ya que son muy numerosas las variables que influyen sobre la tasa.

La absorción del alcohol depende directamente de la velocidad a la que se bebe, ya que el hígado es capaz de metabolizar 0.12 g/l de alcohol en sangre por hora. Si tomas la bebida rápido, mayor será la velocidad de absorción y la cantidad de alcohol que pase a la sangre. Por ello es recomendable beber pausadamente las bebidas que se vayan a consumir, siendo recomendable intercalar alguna bebida no alcohólica entre las alcohólicas.

La absorción del alcohol es más lenta para las bebidas fermentadas (vino o cerveza) que para las destiladas (ron, ginebra, whisky, etc.). Además, el alcohol junto a bebidas gaseosas (tónica, bebidas de cola) o tomado caliente favorece la rapidez de aparición de la alcoholemia.

La rapidez de absorción del alcohol depende de la cantidad que llegue al intestino delgado, por lo que es recomendable la presencia de alimentos en el estómago, ya que retrasa el paso de alcohol a la sangre, así como la cantidad.

Las mujeres normalmente alcanzan una concentración de alcohol mayor que los hombres, aunque hayan consumido la misma cantidad de alcohol. Esto obedece a que las mujeres producen una cantidad menor de la  enzima gástrica que metaboliza el alcohol.

Según la OMS, los conductores con una concentración en sangre de entre 0.2 y 0.5 g/l tienen como mínimo un riesgo tres veces mayor de morir en un siniestro vial. Este riesgo aumenta a seis veces con una tasa de 0.5 a 0.8 g/l. Se adjunta gráfico  de riesgo de colisión en función de la alcoholemia y un cuadro  de los efectos que produce la alcoholemia en el cuerpo humano. Deseo destacar que, aún  por debajo del límite legal permitido, se sufren alteraciones en la capacidad de toma de decisiones y se tiene un mayor riesgo de accidente.

Teniendo en cuenta lo expuesto, espero que se impulsen todas las medidas necesarias para controlar la alcoholemia y el consumo de sustancias prohibidas, ya que se necesitan datos para poder afrontar el problema, que estamos seguros es muy grave. Una persona ebria infravalora los efectos que el alcohol tiene en su rendimiento, crea una falsa seguridad en sí mismo y sobrevalora su capacidad, disminuye su sentido de la responsabilidad y de la prudencia, aumenta las conductas impulsivas y agresivas, y comete más infracciones.

Quiero terminar resaltando la importancia de hacer alcoholemia a los conductores involucrados en accidentes, incluso a los que fallezcan, pues se puede culpar en la reconstrucción del accidente a quien no es responsable. Además, esa es la única forma de saber el porcentaje real de muertos y heridos graves debido al consumo de alcohol y/o sustancias prohibidas.