La falta de alcantarillados sanitario y pluvial en el gran Santo Domingo es la prueba mas evidente de que la República Dominicana tiene una amplia brecha y atraso de infraestructura ya sea por ausencia o falta de calidad de esta.
El primer plan maestro sobre el alcantarillado sanitario de Santo Domingo se preparo en 1996 hace ya 28 años poco mas de un cuarto de siglo, pero ningún gobierno lo ha ejecutado. Esto contrasta con el hecho cierto de que hace un poco más de 5 siglos que Nicolás de Ovando construyó el alcantarillado pluvial de la llamada Zona Colonial que todavía sigue operando eficientemente y cuando hay grandes lluvias la Zona colonial no se inunda. La CAASD cuando era dirigida por Alejandro Montás realizó una licitación que ganó la firma Hazen Sawyer para actualizar el plan maestro de alcantarillado sanitario en el 2010.
Ese plan cubre los siguientes municipios: Distrito Nacional, Santo Domingo Oeste, Los Alcarrizos, Pedro Brand, Santo Domingo Norte, La Victoria, Santo Domingo Este, San Antonio de Guerra y Boca Chica. El área total cubierta es de 1,403 Km2 y una población en 2010 de 3,256,661 habitantes proyectándose que será en el 2040 de 4,896,536 habitantes. Cuando se construyan los alcantarillados ya mencionados nuestro “Nueva York Chiquito” se convertirá en una verdadera urbe moderna sin usar pozos sépticos ni desechar aguas negras en las aguas superficiales y subterráneas y sin verterla en los ríos que circundan la ciudad: Ozama, Isabela, Haina y sin verterla al mar caribe sin el tratamiento adecuado lo que provoca contaminación que ataca la fauna y flora marina. El plan Hazen Sawyer propone instalar varias plantas de procesamiento de aguas negras y varios emisarios submarinos llamados: Núñez de Cáceres, Alma Mater y Los Frailes.
Futuros gobernantes podrán capitalizar para sí la captación de los ingresos descomunales que generará la Reforma Fiscal. La ciudadanía debe estar alerta para que esos descomunales recursos no sean dilapidados y, en lugar de eso, que esos fondos se dediquen a la construcción de los alcantarillados sanitario y pluvial. Abinader corrió el riesgo de recibir un castigo político al proponer la Reforma Fiscal.
Abinader, actuando como estadista y pensando en las futuras generaciones, no como político que solo piensa en las próximas elecciones a sabiendas de que, como ya se dijo serán futuros gobernantes que tendrán el derecho de manejar los descomunales ingresos generados por esa polémica Reforma Fiscal. Todo lo hasta aquí expuesto debe servir de alerta para que tan pronto sea aprobada la Reforma Fiscal se especialicen los fondos en cada uno de los presupuestos para que el atraso de la infraestructura se vaya disminuyendo año tras año para la mejoría de la ciudadanía en sectores críticos como el de la educación, salud y vías de comunicación urbanas (Calles y Avenidas) e interurbanas (Carreteras y Autopistas) para que así el trafico sea fluido, sin embotellamientos causados por la acumulación de agua y por grandes baches por la falta de drenaje pluvial como a ocurrido recientemente varias veces.
Con respecto a lo ya mencionado en mi artículo pasado debo enfatizar que estos proyectos se podrían materializar sin aumentar el nivel de endeudamiento gracias a los ingresos que generaría la Reforma Fiscal y también sin recurrir al peligroso déficit fiscal de los distintos presupuestos anuales como consecuencia de un gasto estatal basado en la eficiencia, austeridad y probidad.