Ahorrar con propósito “es una decisión responsable en estos tiempos de incertidumbre política, económica y social a nivel global” (Informe del Banco Mundial, Noviembre del año 2023).

Según los tratados de economías revisados por nosotros, “lo ideal es que cada persona y/o familia con ingresos fijos, ahorre entre el cinco y el quince por ciento de sus ingresos netos al mes”, monto que debería incrementarse si existe una actividad productiva y/o comercial rentable (Escuela de Economía de la Universidad de Harvard, 2019).

Como se sabe, “el ahorro es uno de los pilares de las finanzas personales que tiene un peso extraordinario en el desarrollo de la economía personal y/o familiar”. En tal sentido, el ahorro es una experiencia gratificante que los/as invito a experimentarla (DTGM, 2022).

Los estudios realizados en varios continentes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) refieren que, “una vez que las personas nos concientizamos sobre el valor del ahorro, experimentamos cambios radicales en nuestros hábitos de consumo tradicionales, lo que nos permite mejorar la calidad de vida y, bienestar personal y/o familiar a mediano y a largo plazo” (FMI, 2022).

Asimismo, “ahorrar nos permite destinar parte de nuestros ingresos para solventar los imprevistos”. En tal sentido, ahorrar es un hábito que nos fortalece y nos da seguridad como personas y/o como familias, cuando ocurren eventos de inestabilidad económica y social (Estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, 2022).

También, “el ahorro nos sirve de colchón cuando nos despiden del empleo que ocupamos o, la actividad empresarial y/o comercial que desarrollamos, requiere de ajustes importantes. Además, el ahorro nos permite hacer frente a cualquier enfermedad catastrófica que se nos diagnostique o, se le diagnostique a uno de los miembros de la familia” (BM, 2017).

En tal sentido, las experiencias personales y familiares documentadas nos refieren que, ahorrar con propósito nos garantiza, entre otros a: (1) Eliminar las deudas que tenemos con terceros; (2) establecer objetivos de ahorro a corto, mediano y largo plazo; (3) autopagarnos las deudas personales que tenemos acumuladas; (4) dejar como cosa del pasado los hábitos de consumo innecesarios (fumar, tomar alcohol todos los fines de semanas, jugar lotería, tomar vacaciones y viajar con frecuencia, etc.).

Además, ahorrar nos permite, (5) tomar las vacaciones en nuestro país, lo que nos permite conocer nuestras bellezas turísticas, ecoturísticas y culturales; (6) adquirir las cosas necesarias para vivir con dignidad; (7) reducir el consumo de combustible; (8) reducir los gastos o consumos fuera del hogar.

Asimismo, (9) alimentamos mejor y prevenir enfermedades asociadas con las ingestas de alimentos fuera del hogar; y, (10) disponer de tiempo de calidad para leer, ver tv, escuchar buena música, hacer ejercicios y compartir tiempo de calidad con los integrantes de nuestras respectivas familias.

Según se sabe, cuando una persona y/o familia decide planificarse y ahorrar, lo personal y/o familiar trasciende, lo que da seguridad económica y tranquilidad, mejora la administración del dinero, genera ganancias, reduce las deudas, dispone de ahorros para cualquier emergencia y, al mismo tiempo, acumula recursos económicos para su vejez.

De nuestro lado, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que, cuando se adquieren hábitos de planificación y ahorro a temprana edad, las personas estamos en capacidad de establecer un patrimonio sólido en el tiempo, lo que nos sirve de bases para logar un crecimiento económico sostenido a mediano y, a largo plazo.

Por su parte, las experiencias que conocemos en nuestro país sobre los hábitos de ahorros nos indican que, ahorrar desde joven nos permite aprender de los errores más comunes que cometemos las personas al usar los instrumentos financieros de inversión legal autorizados la Super-intendencia de Banco de la RD.

Como se sabe, el ahorro nos permite invertir y generar los recursos necesarios para paliar la inflación y enfrentar cualquier eventualidad que se nos presente, tanto en el ámbito personal, familiar, empresarial y comercial.

En el caso de nuestro país, existen decenas de cooperativas de ahorros y préstamos, reconocidas legalmente por el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP), institución gubernamental que dispone de técnicos y/o representantes capacitados, quienes son responsables de supervisar el funcionamiento profesional y transparente de dichas entidades.

En tal sentido, el ahorro tiene y debe ser seguro, ya que mientras más facilidades y beneficios otorgan las entidades de ahorro y crédito a sus usuarios, mayor será el riesgo que éstos tendrán cuando decidan hacer uso y/o retirar sus ahorros y/o inversiones.

Por lo antes expuesto, cuando usted y/o su familia decidan ahorrar, los exhortos a buscar la asesoría de una o dos personas entendidas en la materia e, identificar, una entidad financiera legalmente reconocida, en la que sus ahorros estén seguros.

“No ahorres lo que te quede después de gastar, gasta lo que te quede después de ahorrar” (SINONIMO).