No hay un grupo de biólogos (y quizás de científicos) que discutan entre ellos más que los taxónomos. Estos son los que se ocupan de nombrar a los distintos organismos y colocar en la evolución los distintos grupos de animales, plantas, bacterias, hongos. Les cambian los nombres, discuten quien los encontró y clasificó primero, son un lío.

En textos de zoología, digamos clásicos, encontramos que lo primero que se estudia son los protozoarios, como las amebas y los paramecios, que supongo muchos lectores conocen, son los primeros animales, los mas simples. Otros textos no los tratan, ya que algunos taxónomos los clasifican como un reino aparte, los protistas (los primeros) y ya eso no es zoología.

Después, muchos textos presentan a los poríferos, las esponjas, que por siglos se consideraron plantas y mas tarde dentro de los animales- aunque sean sésiles o fijas al sustrato como los vegetales.

En tercera fila vienen los cnidarios: las hidras, las medusas y los corales. Y ya estos si son, sin discusión nunca, animales. Y curiosamente presentan ciertas características como los humanos, de ahí los intentos de una “biología comparada”.

Y el nombre de cnidarios viene por las células urticantes que presentan, células con especie de flechitas, que se disparan al tacto y descargan un tóxico que pica y hasta en algunas especies, capaz de matar a una persona. Ojo, también son llamados celenterados, porque su cuerpo completo es una especie de funda, de saco, donde cabe todo a lo que le echan mano, digo, sus tentáculos.

Y son un grupo interesante. El primer grupo de depredadores, evolutivamente hablando, entre los animales. Se alimentan de presas que atrapan en sus tentáculos y matan con su veneno.

Pero además tienen otra gran característica. Presentan alternancia de generaciones o metagénesis, y esto significa que una generación sexuada producirá hijos que se reproducirán asexualmente. Y en muchas especies la ciencia solo conoce una de las generaciones y la otra bien escondida andará por los fondos marinos, algunos son solitarios, come-solos diríamos, y otros forman colonias, un gran grupo de individuos comportándose como un único organismo.

Ejemplo claro de lo anterior son nuestras agua-vivas o agua-malas- que ahora en agosto y septiembre veremos en nuestras playas. Pertenecen al grupo de las hidras, es una colonia que lo que vemos -moradita ella- es su individuo flotador sobre la superficie del agua. Por su color morado llamada también el marino portugués (portuguese man of water, también fragata portuguesa) y que los zoólogos llaman Physalia physalis. Sus tentáculos a veces de metros de longitud son difíciles de ver debajo del agua. Están llenos de células urticantes y otras células (digestivas, reproductoras, etc) atrapan a sus presas y las urticantes disparan su arponcito lleno de toxinas, que se consideran parecidas a los de venenos de serpientes.

El segundo grupo de cnidarios son las medusas. Son las más peligrosas. Parecen sombrillas suspendidas en el agua y las hay de muy distintos tamaños. Tienen un veneno fuerte, no emparentado con los del agua-viva y mucho más tóxico. A veces aparecen en grupos de muchos individuos. Entre estas está casi la mayoría que no se les conoce su fase pólipo o asexuada, pues bien sexuadas si son. Aunque lo disimulan bastante son activas nadadoras, y uno las ve y se cree que son simplemente arrastradas por la corriente.

Por último, tenemos a los corales y las anémonas o flores de mar. Sabios los corales, con un fuerte exoesqueleto, por fuera-externo-, que los protege de muchos enemigos. Se unen en grandes grupos formando las barreras o rompeolas y los sólidos arrecifes costeros. Las anémonas en cambio son de vida libre. Ambos se reproducen sexual y asexualmente y son, diríamos, los menos conocidos en su biología interna, en especial los corales. Eso sí, recientemente en Inglaterra se ha descubierto un fósil antiquísimo, bautizado como Auroralumina attenborougii, del grupo de los corales, con su exoesqueleto, que se reconoce como de 560 millones de años de antigüedad, 20 mas que lo que se supone fue el origen de las medusas…en la llamada explosión Cámbrica, y esta noticia salió hasta en nuestros diarios nacionales, con el título de “primer animal depredador”. ¿estamos en progreso científico o las medusas y corales están de moda?

Por lo visto los cnidarios o celenterados son peligrosos, pican fuerte y hasta matan, esconden bien sus ciclos de vida y son muy muy antiguos, o sea, han aguantado de todo, por lo que seguro son también bien mañosos. Hay que cuidarse de ellos.

Hasta aquí mi clase de zoología de hoy. Quizás en un futuro no lejano dediquemos otra clase a los pulpos, que para adelantarles algo les diré que son de los seres mas inteligentes del mal, digo, del mar.