El diccionario de la real academia define la palabra que da título a este artículo como una “Voz italiana que se emplea ocasionalmente en español con el sentido de 'actualización, modernización o puesta al día, especialmente de una institución o una organización'.”. Se hizo muy célebre a partir de su uso por el papa Juan XXIII al referirse a la visión que él tenía de la transformación que experimentaría la Iglesia católica como consecuencia de la convocatoria al Concilio Vaticano II, un ensayo de poner al día y revisar las normas establecidas.
Como realmente hubo una evolución notable a partir de este ejercicio, personas de todas las religiones se han quedado utilizando esta palabra para referirse a renovaciones de diferente índole. Dos experiencias recientes me hacen pensar en un aggiornamento de conocimientos. El primero ha sido conocer ligeramente la breve vida de Carlo Acutis (1991-2006), hijo de dos italianos, quien experimentó una cercanía inesperada con el dogma y las prácticas católicas a pesar del carácter eminentemente laico de la vida de sus padres. Parece que su vida fue realmente excepcional y el joven se interesó tanto en aprender y enseñar sobre catolicismo que, en los momentos incipientes de la creación de páginas web, concibió un sitio dedicado a dar a conocer los milagros eucarísticos. Más inesperado que la combinación de mirar hacia la trascendencia y hacia las redes sociales al mismo tiempo, ha sido la actitud de personas que lo rodearon, que ahora avanzan la causa de su canonización y se refieren a él como el futuro Santo Patrón del Internet y, si se llega a avanzar su causa de canonización (ya es beato) convertirlo en el que probablemente sea el primer santo millenial.
El segundo ejemplo de aggiornamento no se refiere a la religión sino al seminario jurídico sobre inteligencia artificial organizado por la Cámara Franco-Dominicana de Comercio. De nuevo una combinación inusual porque es tratar de unir principios que parecerían ser antitéticos: legislación dominicana (que “suena” a represión y control) con desarrollo de nuevas tecnologías. Lo interesante en este caso fue constatar que no solo existen los que se ocupan de pensar en usar la ley para la protección de datos y regular el uso de la información personal por terceros, sino que también están presentes los abogados que están diseñando herramientas que usan inteligencia artificial para comprender, conocer y estudiar mejor los casos que se desarrollan en el terreno local. Una verdadera puesta al día de los conocimientos y de la actitud que busca, más allá de recibir, atreverse a proponer y transformar un área que parecería tan desconocida. Igual a estos osados actores les tocan premios, de la misma manera que a un jovencito que no estaba buscando convertirse en Santo, lo están convirtiendo en símbolo de una juventud interesada en el bien colectivo.