De 29 golpes de Estado en el mundo entre 2012 y 2021, 23 tuvieron lugar en África. Solo en los últimos 3 años han acaecido 7 golpes de Estado en el continente.

El más reciente es el de Gabón. Desde el 30 de agosto pasado asume la presidencia el general Brice Oligui del llamado Comité para la Transición y Restauración Institucional.  Oligui derrocó a Alí Bongo culminando así  una dictadura de 14 años, continuación  de la dictadura de su  padre Omar Bongo de otros 33 años.

Como acontece con la mayoría de los países africanos, tiene Gabón grandes riquezas naturales.  Destacándose la abundancia de petróleo y otros recursos los cuales han atraído una importante inversión privada extranjera. Además de disponer de una extensión territorial de 267 mil kilómetros cuadrados para una población de solo 2 millones 300 mil habitantes, así como de una excelente localización geográfica en África central, con el océano Atlántico al oeste.

Todo lo anterior explica, entre otros factores, por qué es uno de los 4 países de África de mayor Índice de Desarrollo Humano-IDH-. Así como su potencialidad de  ocupar superiores posiciones en el IDH ante el mundo.

Si miramos hacia la democracia y la trasparencia a partir de la ilusión que provoca la denominada Transición y Restauración Institucional como se le ha llamado al gobierno,  es muy decepcionante saber que el nuevo gobernante  ha sido parte intrínseca de las dictaduras  y sobre quien además se comenta de acciones que riñen con el  imprescindible factor de la transparencia para una gestión estatal efectivamente  alineada con el desarrollo.

A la fecha Gabón ocupa el lugar 112 en el IDH que  en la clasificación se ubica en el rango de Alto,  superando así a países como Bolivia, El Salvador. Nicaragua y Venezuela.

Gabón bien podría ser de los países de mayor Índice de Desarrollo Humano –IDH- en el mundo y no lo es.  No lo es pues no logra articular efectivamente esos factores que le permitirían potenciar sus grandes ventajas comparativas.

Una lectura detenida de la historia reciente enfocándola hacia países que hoy tienen estabilidad política, permite ver en África y en particular en Gabón lo que es un proceso ya superado en otras latitudes, importante fuente de aprendizaje.

Referente para comprender la gran correlación que existe entre el Índice de Desarrollo Humano-IDH- y esa estabilidad política cuando se asocia directamente además con la transparencia en la gestión del Estado y la eficiencia en atender problemas fundamentales como salud, educación y seguridad ciudadana, a partir de lo cual bien podría estar Gabón en cuanto a desarrollo como el que más.