El Estado en Angola se dirige hacia una “efectiva evolución”, respecto a lo cual se aspira que no haya retroceso; eso así pues ya el 24 de agosto de 2022 se evidencia el fortalecimiento de la democracia cuando los dos principales partidos llegaron a un equilibrio de fuerzas en el Congreso, 51% ante un 49%.
Lo dicho se entiende plenamente a partir del correspondiente contexto, dado que esos dos partidos que ahora dirimen sus diferencias en un Congreso, antes lo hacían mediante la lucha armada.
Nos referimos al Movimiento Popular de Liberación de Angola-MPLA-, en el gobierno, y la Unidad Nacional para la Independencia Total de Angola-UNITA- principal partido de oposición, junto al Frente Nacional para la Liberación de Angola-FNLA-.
Si bien la lucha por la independencia de Angola ante Portugal fue una guerra cruenta de 14 años (1961-1975) la guerra civil entre angolanos que le siguió, no menos terrible, tuvo una duración de 24 años terminando con el llamado acuerdo de Estoril en el 1999, a lo que sigue el complejo proceso de democratización.
Igual que la mayoría de los países de África en los que el gran retraso en cuanto al Desarrollo Humano tiene entre sus factores el colonialismo europeo, tan reciente como que Angola estaba bajo la égida de Portugal hasta el 1975; cuando -por ejemplo- la independencia de El Salvador cumplió recientemente 202 años.
También al igual que otros países africanos, las luchas internas y las dictaduras no han sido menos letales que esa colonización. Dictaduras que en cuanto a Angola tiene un simbolismo realmente nefasto; como que la hija de José Eduardo dos Santos quien dirigiera esa nación por 37 años, alcanzara “el sitial’ de ser la persona más rica de África y una de las de más ricas en el mundo, al acumular una fortuna de 3 mil millones de dólares.
Angola tiene 37 millones de habitantes y una extensión territorial de un (1) millón 246 mil kilómetros cuadrados, con grandes riquezas naturales. Aun así, ocupa el lugar 148 en el Índice de Desarrollo Humano. La mayoría de sus ciudadanas y ciudadanos apenas llegan a los 62 años de edad y un promedio de escolaridad de 5 años.
En Angola hasta se enarboló la “revolución” con la bandera del socialismo; pero parece que han entendido como se ha demostrado en otras naciones del mundo que lo que procede es “la efectiva evolución”.
Por el momento todo parece indicar que lo que más contribuye en Angola con esa “efectiva evolución” es una auténtica democracia junto a una bien gestionada economía de mercado que potencie el Desarrollo Humano.