¿Solo en el mundo? El mundo no es hijo de la soledad. Todos vivimos en el centro mismo de la vida.

La palabra sagrada y la palabra profana son hijas del lenguaje. Viven dentro del sujeto. Expresan toda situación mediante el discurso filosófico.

La potencia del hablante adquiere valor desde el cuerpo en, y, para su contexto.

El lenguaje de la creación no es ni absoluto ni relativo. Aspira a ser eterno.

El desierto del mundo actual es diferente al desierto de lo real. Nada se destruye si deja una huella: El cuerpo. El deseo. La vida plena. El fin y forma de las cosas.

Es cierto. La fuerza de las cosas está en la mirada del sujeto hombre y en el sentido de toda intención. Apertura de la doxa. Fuerza del pensamiento.

La forma de lo visible aspira a la forma de lo inteligible. El nombre del ser en la obra de arte no declina. Es el ser mismo en cuanto que ente determinado por el ojo humano.

Toda estética de la palabra será una estética de la forma y del sentido. El movimiento marcado por la intencionalidad es el punto de encuentro entre el sujeto y la visión.

¿Es la estética una disciplina filosófica? La estética es una decisión de creación y pensamiento.

El vínculo entre la palabra y el mundo es un contacto, una fórmula, un encuentro y a la vez un ritmo del sentido y del lenguaje.

Según los moralistas franceses el ideal de verdad está ligado a la justicia del lenguaje y del espíritu.

La justicia moral está ligada a la verdad absoluta y a la verdad relativa.

En el Tratado sobre el entendimiento humano Spinoza dictó su sentencia sobre la visión justificada en una base del tiempo y la palabra.

La Ética de Spinoza fue, sin lugar a dudas un instrumento de la lógica y la razón.

Gran parte del Tratado teológico-político fue un río sobre la sensibilidad y el deseo de creación artística y filosófica.

La estética legible en los escritos de Spinoza sirvió de entendimiento para un mundo indescifrable.

El filósofo francés Blaise Pascal elaboro una obra a base de sus Pensamientos infusos, difusos y visionales.

Pascal,  el tiempo de lo visible y lo sensible. ¿Será la duda sobre la realidad o un templo para la reflexión?

La realidad real amenaza la realidad del espíritu y toda metafísica del deseo.

La historia del pensamiento estético será siempre una historia crítica de los bordes y centros del arte y la esperanza creadora.

La forma del arte contradice la forma del mundo. Es una conmoción del lenguaje.

Se podría decir que todo realismo de la forma resulta de un realismo del lenguaje.

El deseo de creación se afirma como deseo de intencionalidad.

El vasto campo de apertura del mundo coincide con el movimiento estético de las entidades.

El poeta inglés William Blake aspiró a borrar la frontera entre el infierno y el paraíso.

La alegoría de la vida y la alegoría de la muerte se encuentran en un estado de neutralidad y movilidad visual. El jardín de las delicias es un verdadero infierno musical.

La obra de arte será siempre una decisión de ser en el mundo. Búsqueda y sentido. Cuerda que se abre entre el ojo y el mundo abierto.

La poesía es el latido mayor de la existencia.

El ritmo poético se nutre del sentido, el centro y la suma de los bordes reales e irreales.

Los ríos del mundo son la diversidad de los extremos que se juntan en la eternidad del horizonte.

El espejo es un símbolo del sí-mismo como obra de arte.

El fármacon de los sueños es un número esotérico en cuyo valor encontramos el principio y la razón de las cosas.

Agua. Sol. Cielo. Aire. Materia. Flujo. Cómo puede leerse la naturaleza desde una estética de los elementos de la creación.

Camino y tierra son dos enigmas que encontramos en toda poesía del cosmos.

A veces, los soles del desierto son los verdaderos espacios de la razón. Será el lenguaje un instrumento de la forma creadora.

Toda actitud hacia la obra de arte concretiza un sentido de la creación.

La fuerza del mundo que concibe la obra de arte es aquello que mueve la imaginación del artista.

Soplo y vuelo unifican el lenguaje de toda creación y de todo creador.

El proyecto de un lenguaje de creación asegura un objeto nacido de toda subjetividad.

El compositum artístico será siempre una materia y una forma de lo imaginario.

Toda poética de la imaginación remite al imaginario de una consciencia de dicha creación.

La huella es aquello que queda de una vida o un objeto que se desangra en sí mismo en la memoria compartida.

El sentido expresa el fundamento de las artes reconocidas en su mundo y calidad de formas.

La geometría del círculo ha sido en el archivo occidental la gráfica de lo claro y la letra de lo oscuro.

Luz y oscuridad son dos tendencias de la forma y el sentido afirmado por los creadores artísticos y su diversidad de rumbos.

La oscuridad manifiesta es también la oscuridad rebelada o revelada. Lo que permite entender las contradicciones esenciales del ser. Toda estética del ser es, en tal sentido, una estética del lenguaje simbólico.

La suerte es hermana de la fatalidad en la tragedia antigua griega.

El concepto de Ananké induce a toda fatalidad. Lo que permite entender que toda determinación de lo humano estalla en el lenguaje.

La obra de arte será siempre un enigma y la verdad de toda obra. Se cierra o se abre al ojo de la mentira y al ojo de la verdad.

Lo que se convierte en símbolo, signo o señal no es más que un enfrentamiento entre el azar y la necesidad.