Desde hace tiempo se está hablando de una reforma del código laboral en la República Dominicana, no obstante, en las últimas semanas el tema se ha intensificado y vemos como los expertos en la materia muestran su interés debido a la gran envergadura del tema, ya que afecta directamente a los empleados. Consideramos que desde hace mucho tiempo se debió de realizar los cambios necesarios, pero con el firme propósito de mejorar la condición de vida de la clase trabajadora.

En un mundo laboral en constante evolución, la modificación del código laboral se presenta como una tarea prioritaria para adaptarse a las nuevas realidades. Sin embargo, este proceso solo puede ser efectivo si se construye a partir del consenso entre empleadores, trabajadores y el estado, garantizando un sentido de equilibrio y justicia para todas las partes involucradas.

Es decir, para que una reforma sea efectiva y justa, debe ser puesta a disposición del público toda la información relevante, con la finalidad de generar una discusión informada. La reforma no puede hacerse a puertas cerradas y la discusión sobre ésta no puede estar limitada a ciertos grupos especializados o de interés, además no se deben de tocar los puntos en los cuales se haya realizado por medio de conquista de los trabajadores.

Posición de los sindicatos y de los empresarios:

Los sindicatos: Suelen oponerse a reformas que impliquen una reducción de derechos laborales o un aumento en la precarización. Exigen garantías de estabilidad laboral, mejores salarios, un fortalecimiento de la seguridad social y sin alteración alguna en la cesantía.

Los empresarios: Argumentan que el código laboral actual es rígido y eleva los costos operativos dificultando la competitividad, insisten en la necesidad de reducir los costos de despido y hacer más flexibles las contrataciones para adaptarse a cambios económicos.

Uno de los puntos que quieren modificar es la cesantía laboral con ponerle un tope, cuya medida las centrales sindicales se oponen, lo cual entiendo como trabajador, porque la cesantía viene siendo la seguridad social que debería de aportar el Estado dominicano para garantizar a los trabajadores una vejez con mayor calidad de vida.

El deseo de todos los dominicanos, es que la revisión que se le haga a nuestro código laboral debe de estar lleno de buenas intenciones, con el firme propósito de buscar un verdadero punto de equilibrio que resulte en medidas claras, objetivas, llenas de estímulo para el trabajador y que este orientadas únicamente a regular la realidad de nuestro mercado laboral con la buena fe que debe caracterizar toda relación de trabajo

 Todos somos conscientes de que llegar al consenso no es tarea fácil, pero es posible si logramos desarrollar un análisis del proceso de consenso, logrando identificar las partes interesadas, es decir, los principales actores como son el gobierno, sindicatos, empleadores, trabajadores independientes, al igual que especialistas en derecho laboral y se sientan en la mesa de negociación contando con la participación de un conciliador que facilite la comunicación garantizando que todas las partes sean escuchadas, abordando los estudios técnicos y basando las reformas en datos y análisis objetivos.

La importancia de este consenso es evitar conflictos sociales y laborales, lograr reformas que sean aplicables y aceptadas, al igual que reducir el riesgo de que las modificaciones sean revocadas o inaplicables. El consenso no solo legitima las reformas, sino que también refuerza la paz laboral.

Un código laboral justo y adaptado a los tiempos modernos solo puede ser fruto del consenso. Ahora más que nunca, debemos apostar por el diálogo como herramienta clave para avanzar hacia una sociedad más equitativa y productiva. 

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