Los más recientes estudios serios del mercado electoral revelan que el presidente Luis Abinader encabeza algunos de estos estudios, seguido del expresidente Leonel Fernández, que en otros también figura como puntero, pero, en cualquier caso, por tan escaso margen que podemos hablar de un empate técnico, pues en ninguno de esos estudio uno de ellos supera al otro con un margen superior al margen de error de la encuesta.
Lo que sí resulta relevante es que, entre ambos, hay uno en pleno descenso de su popularidad y aceptación, mientras que el otro viene de un escaso 8% en las últimas elecciones y se ha consolidado como la principal fuerza de oposición, incluso considerado por muchos como la principal fuerza política de la actualidad.
Si observamos la trayectoria de la Fuerza Del Pueblo, veremos cómo fue fundada, formó algunas estructuras y participó con éxito en una contienda electoral; pero que, pasadas las elecciones, a partir del año 2021 cientos de Regidores, Directores Municipales, Alcaldes, Diputados y Senadores, pasaron a formar parte de ese partido, que dirige el Expresidente Leonel Fernández, representando el verdadero despegue de esta organización política.
Sin embargo, si analizamos el transcurrir de estos dos partidos en el recién pasado año 2022, observaremos a un PRM que según señalan otros analistas: ¨renovó su dirección sin contienda ni crecimiento interno, no exhibe una maquinaria electoral y su candidato tendrá que apoyarse en el Gobierno, cuya imagen ya no es tan buena¨, pero que además, muestra figuras de trascendencias dentro del partido, que han manifestado su descontento e incluso actúan como los más fieros opositores al gobierno (Nada nuevo en los gobiernos de los Partidos Revolucionarios, Moderno o no). Y un hecho de mucha más importancia, es el disgusto de las bases del partido, que no se han sentido representadas por los funcionarios que se han nombrado en el gobierno, ni mucho menos por su Presidente.
En cambio, hemos visto al Partido Fuerza del Pueblo que se mantiene avanzando y juramentando a jóvenes, mujeres, ciudadanos apartidistas, a muchos de los que pertenecían a las bases del PRM, otros de partidos minoritarios, pero muy especialmente juramentando e incorporando a los trabajos políticos a cientos de miles de ex miembros y ex dirigentes del Partido que ostentó la mejor maquinaria política, en los últimos años; lo que sin dudas, convierte a la Fuerza del Pueblo en la estructura política más relevante del mercado y el canal más idóneo para que los mejores ciudadanos y líderes locales, de todo el territorio nacional, canalicen sus aspiraciones políticas.
Es importante resaltar que los que hablan de gran maquinaria política deben considerar que las estructuras que conforman una maquinaria política y electoral, capaz de cosechar éxitos locales o nacionales, son los cientos de miles de jóvenes y de ciudadanos políticos de larga data y de gran experiencia, que han salido de otros partidos mayoritarios o no y hoy en día han decidido formar parte de las estructuras de La Fuerza Del Pueblo.
Planteada esta realidad partidaria del mercado electoral dominicano, toca hacer un breve análisis de las posibilidades de éxito de estos dos partidos:
Sabemos que el dominicano vota en función de la solución o mitigación de lo que considera sus principales problemas que hoy lo representa el aumento en los precios de los productos básicos, la inseguridad ciudadana, la inmigración ilegal, los apagones, el desempleo, la afectación al estado de derecho y, sin dudas, el actual Presidente necesitará pasar de prometer a mostrar ejecutorias, no solo en materia de estos problemas, sino que incluso tendrá que hacer saber a la población si es verdad o no que hay un Ministerio Público independiente, si llegó o no un régimen de consecuencias que marque el fin de la impunidad o si en cambio, promoverá leyes como la de Fideicomiso recién aprobada en el Senado, que representan un completo retroceso en materia de Transparencia Administrativa.
Del otro lado, Leonel Fernández, tres veces presidente del país, con una trayectoria de muchas luces, que en sus gobiernos puede mostrar logros en materias de enfrentar crisis nacionales e internacionales, que redujo significativamente la inflación y los altos costos de los productos básicos heredados de un gobierno Revolucionario, que en materia de seguridad ciudadana ejecutó un exitoso plan, que en obras de infraestructuras exhibe importantes obras a lo largo y ancho del país y en materia de la institucionalización del país puede mostrar un sin número de leyes tendentes a mitigar y poder perseguir la corrupción administrativa, como la de Compra y Contrataciones, entre otras tantas y, no menos importante, la más moderna Constitución de la región, que ha logrado ser un freno para la aprobación de muchas leyes incoherentes con las buenas prácticas legales.
Ante este panorama y, considerando los pronósticos económicos internacionales de que la mayoría de los países desacelerarán su crecimiento económico o incluso entrarán en recesión y que esto incidirá negativamente en los resultados de las incoherentes e improvisadas políticas del Gobierno. Por lo que resulta lógico pensar que el Gobierno continuará cosechando descontento, mientras que La Fuerza del Pueblo y su experimentado candidato Leonel Fernández, que representa la esperanza de la gente, por lo que seguirá creciendo, proyectándose como el posible ganador, incluso en primera vuelta electoral.