La asunción de la Administración Científica (AC, para abreviar) tiene una importancia más allá de una discusión que de entrada y de forma ligera se podría considerar como académica; pero realmente no es así. Solo cual instrumento para la efectiva conducción del Estado ya mucho que significa.

La verdad es que el aspirar y trabajar por una mejor sociedad no solo se limita a la eficacia y eficiencia del Estado marco de referencia a ser considerado, sino que existen otros fundamentales condicionantes ya abordados como la democracia y la transparencia.

Sobre la AC de aceptarse, comprenderse plenamente y aplicarse, puede significar un verdadero salto de avance no solo para el Estado sino para cualquier organización y por ende para el desarrollo humano. De ahí la relevancia de examinar sus fundamentos, a partir de lo que le hemos llamado fuentes; tales como conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, como expresa en una de sus partes la definición de ciencia del diccionario de la Real Academia Española.

En esta ocasión en cuanto a fuente de la AC nos referimos al conocimiento obtenido por el francés Henri Fayol (1841-1925) mediante la observación y el razonamiento, como una de las más importantes contribuciones iniciales.

Henri Fayol a partir de sus observaciones dirigiendo empresas mineras en Francia pudo descubrir principios generales para cualquier organización. Concluyó que para toda organización procede considerar un proceso en el que se han de contemplar planificación, organización, dirección y control. Bien entendidos y apropiadamente aplicados esos principios han demostrado contribuir muy apropiadamente a la eficacia y la eficiencia de todo tipo de organización. Nos quedamos al momento solo con esa trascendental contribución de Fayol en el camino hacia considerar el carácter científico que ha alcanzado la administración.

Como resultado de sus observaciones y razonamientos Fayol publicó en el 1916 el libro Administración Industrial y General, que comprende las referidas contribuciones hoy plenamente aceptadas y ampliamente incorporadas por las organizaciones más exitosas, al aplicarlas apropiadamente.

La contribución de Fayol inicia junto a la del estadounidense Frederick Winslow Taylor (1956-1915) el camino de considerar a las organizaciones como objeto de estudio riguroso, en el propósito de lograr sus objetivos mediante el más eficaz y eficiente funcionamiento.

Planificación, organización, dirección y control cual componentes fundamentales de toda organización es una fuente probada ampliamente a partir de entonces, si se aspira a tener una organización exitosa.

Solo ese aporte de Henri Fayol, cual fuente de la AC, de ser comprendido y aplicado plenamente tiene la potencialidad no solo de impactar la efectividad del Estado, sino de cualquier organización.