Cuando el hombre debido a la dinámica tradicional de poder controlar de manera coercitiva los recursos económicos, restringe el acceso al dinero o limita la independencia financiera de la mujer aun siendo el dinero ganado por ella, se considera violencia contra la mujer, debo de aclarar que esto se puede dar tanto por parte de la mujer como del hombre.

La violencia financiera en el matrimonio es una forma de abuso que está ocurriendo en la familia y muchas veces pasa desapercibido y esta se manifiesta cuando una de la parte utiliza los recursos económicos como herramienta de control, con el objetivo de ejercer poder o control en la relación. Este tipo de violencia suele presentarse en relaciones personales, familiares o laborales y es considerado un componente de la violencia de género, aunque no se limita exclusivamente a este entorno.

Este tipo de violencia primero empiezan a utilizarse con mucha sutileza que la otra parte ni lo percibe, pero de esa forma es que comienzan este tipo de personas a manipular a la otra hasta que la víctima se va dando cuenta que la están utilizando y ahí es que empieza a cambiar la forma, de una manera sutil a una forma directa y en ese momento comienzan los problemas y se va convirtiendo en un abuso de género, porque la persona afectada empieza tener un impacto significativo en su autonomía y bienestar emocional.

Existen varios indicios de identificar este tipo de violencia, como, por ejemplo, si tu pareja te obliga adquirir deudas a su nombre sin su consentimiento, impedir que la pareja tenga acceso a sus propios ingresos o decidir unilateralmente cómo se deben gastar, negarse a cubrir necesidades esenciales como alimentación, vivienda o atención médica, usar los ingresos o bienes de la víctima sin su autorización, obligar a la víctima a entregar su salario o propiedades etc.

Estas situaciones traen como consecuencias a la víctima pérdida de autonomía y autoestima, imposibilidad de salir de situaciones de abuso o dependencia, dificultad para generar un futuro financiero estable, en fin, una serie de frustraciones que no saben cómo salir del problema por el temor que le tienen a su pareja. Si usted está en una relación de violencia financiera y la situación ya es extrema, prioriza tu seguridad física y emocional, buscando ayuda de instituciones o refugios especializados en violencia doméstica. Nadie merece vivir bajo control o abuso financiero.

Es fundamental promover relaciones de pareja basadas en el respeto, la igualdad y la colaboración.

Finanzas para no financiero.