Según los datos de la Junta Central Electoral (JCE-RD), la Abstención Electoral en las últimas ocho Elecciones Presidenciales y Congresuales, fueron: (1) El 23.15% en el año 1996; (2) el 27.16% en el año 2000; (3) el 27.17% en el año 2004.

Asimismo, (4) el 29.85% en el año 2008; (5) el 29.75% en el año 2012; (6) el 31% en el año 2016; (7) el 44.71% en el año 2020; y, (8)  el 46% durante el año 2024.

Como se puede observar, el número de dominicanos que no ha acudido a los Recintos Electorales a ejercer su derecho al voto, ha crecido exponencialmente en los últimos 28 años, comportamiento ciudadano que debe preocupar a los Partidos Políticos, a sus Líderes y, a quienes creemos en la Democracia.

Según los Tratados de Psicología Social y de Economía Política revisados por nosotros para estructurar este artículo de opinión, “la Abstención Electoral es un derecho que tienen los ciudadanos empadronados de no votar” (Tratados de Psicología Social y de Economía Política de la Universidad LAVAL, Quebec, Canadá, 1991).

En tal sentido, los tratados referidos en el párrafo anterior consideran que, los ciudadanos que no ejercen su derecho al voto, lo hacen por Apatía o Desinterés, por un lado y, por el otro, al éstos/as considerar que el proceso electoral está viciado o que los/as aspirantes a ocupar puestos por elección popular, no les merecen confianza y credibilidad” (Tratado de Psicología Social y de Economía Política de la Universidad LAVAL, Quebec, Canadá, 1991).

No obstante, para identificar epistemológicamente las posibles causas por los que un número significativo de dominicanos/as se niega a votar, se deben ponderar, entre otros: (1) La corrupción pública con poco o sin régimen de consecuencia y/o sanción social que ocurre en nuestro país; (2) la evasión fiscal por parte de la mayoría de los empresarios; (3) la desigualdad, la exclusión social, la pobreza y mala calidad de la educación.

Asimismo, (4) los servicios precarios de salud que se ofrecen en los hospitales públicos; (5) el desempleo, los bajos salarios y el alto costo de la canasta familiar; (6) el caos en el transporte urbano; (7) el costo y el déficit de viviendas dignas; (8) la deficiencia en el suministro de los servicios de agua potable y electricidad; (9) el consumo de drogas y el auge de la delincuencia y la criminalidad; (10) la incertidumbre y desesperanza de los jóvenes que no ven mejoría en su bienestar económico, social y familiar.

Además, la abstención electoral podría estar asociada a: (11) al cambio de residencias de muchos ciudadanos por cuestiones laborales y/o conveniencias personales y familiares; (12) al ascenso económico y social de un segmento poblacional importante; (13) a los problemas de salud de muchos de los empadronados; y, (14) a la ausencia de Propuestas Políticas Creíbles e Innovadoras por parte de los Partidos Políticos y sus respectivos candidatos/as.

Por su parte, la abstención electoral del 46% de los/as dominicanos/as habilitados para ejercer sus derechos a votar en las pasadas elecciones Presidenciales y Congresuales, lo podríamos interpretar como un mensaje de Sanción Política y Social a los Partidos Políticos, a sus Líderes y a sus respectivos Candidatos, por parte de quienes se sienten engañados y/o defraudados.

En tal sentido, los Partidos Políticos y sus Líderes, deben revisar sus Estrategias de Comunicación y sus Propuestas Electorales dirigidas a los sectores de clase media, los técnicos y los profesionales sin empleos, ya que los comentarios recopilados por nosotros nos hace pensar que, es este el segmento población que no asiste a ejercer su derecho a votar en creciendo desde el año 1996.

Por su parte, le corresponde a la Psicología Social, a la Sociología, a la Antropología y, a la Política como Ciencia, investigar con objetividad, criticidad e imparcialidad, las verdaderas causas de la Abstención Electoral que viene ocurriendo en nuestro país desde el año 1996 hasta la fecha.

De su lado, la Junta Central Electoral y los Partidos Políticos tienen la responsabilidad de especializar los recursos económicos y, contratar a los/as especialistas en psicología social, sociología, antropología y economía política, para que éstos/as diseñen y lleven a cabo, las investigaciones de campo, para determinar las causas de la Abstención Electoral que viene ocurriendo en nuestro país.

Según los resultados de cuatro estudios realizados por la Organización de la Naciones Unidas (ONU) durante los años 1990 y 1916 en África, Asia, Europa y América, “las ¾ partes de los ciudadanos que se abstuvieron de votar, indicaron que lo hicieron al considerar que, la Gestión Política de los Partidos, sus Líderes y sus Gobernantes, fue deficiente y frustrante” (Informes estudios ONU sobre Abstención Electoral en África, Europa, Asia y América, 2017).

Por lo que hemos visto en el cuerpo de este artículo, negarse a ejercer el derecho a votar es un indicador inequívoco de “Sanción Política y Social” a los Partidos Políticos, a sus Líderes y a sus respectivos Candidatos/as por parte de los electores empadronados, según los resultados de los estudios realizados por la ONU, referidos en el párrafo anterior.

“Los malos gobernantes son elegidos por buenos ciudadanos que no votan” (George Jean Nathan).