Cayó un viejo roble y revolucionario ejemplar, vencido por una enfermedad que lo mantuvo postrado en su hogar en los últimos meses. Vivirá en la memoria y el recuerdo del pueblo de Puerto Plata por su línea vertical en contra de la injusticia, la corrupción y el engaño de ciertos políticos. Luchó por un mejor país. No pasó factura por sus servicios prestados. No buscó prebenda. Era desprendido de lo material. Vivió y murió humildemente. Así mueren los auténticos revolucionarios.
El movimiento sindical dominicano, no ha estado exento de tener dentro del mismo a uno que otros dirigentes que se han aprovechado económicamente de sus posiciones para sacarle ventajas económicas. Tenemos muchos dirigentes serios, honestos y capaces en el mismo.
Dentro de este último grupo, estuvo el profesor Abraham Smith, dirigente profesoral y sindical en la provincia de Puerto Plata. Con una hoja de servicios limpias a su querido y amado pueblo. Ha sido un ejemplo a imitar por las nuevas generaciones de líderes sindicales y políticos por su conducta vertical e insobornable en sus actuaciones, tanto privadas como públicas.
Participó en la formación y desarrollo de varias instituciones políticas, gremiales, culturales, deportivas y sociales en la provincia de Puerto Plata.
El profesor Abraham Smith, fue un verdadero titán en las luchas políticas, sindicales y magisteriales en Puerto Plata. Era conocido en el ámbito nacional por su trayectoria de lucha y defensa del pueblo humilde y trabajador.
Simpatizante de los Gobiernos: cubano y venezolano y de sus dirigentes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, respectivamente.
Fue un asiduo lector de los clásicos del marxismo Leninismo, como: Marx, Engels, Lenín, Stalin, Mao Tse Tung, Trotsky, Louis Althusser, Ernest Mandel, Martha Harnecker, Andre Gunder Frank y otros. Siempre andaba con un libro debajo de sus brazos para leerlos.
Se les consideró un educador de los pies a la cabeza, por su entrega total al magisterio. Se consideró un continuador de los educadores puertoplateños: José Dubeau, Emilio Prud Homme, Antera Mota, Mary Lithgow, José Ignacio Certad Hernández, Gloria Marión, Rufino Martínez, Mercedes Mota, Delia Quezada, y otros tantos.
Mantuvo una sonrisa y una alegría a flor de labio todo el tiempo.
Fue un hombre íntegro, serio, honesto, trabajador y preocupado por la suerte del movimiento sindical dominicano. No buscó jamás ventajas. En su entorno se le respetó y admiró. No claudicó jamás a sus principios e ideas revolucionarios. Dijo presente en todas las luchas que libró el pueblo de Puerto Plata. Luchó toda su vida como expresará él mismo: “Por un Puerto Plata mejor”.
Era común verlo caminando por las calles y avenidas de Puerto Plata, con un fólder conteniendo documentos, copias de notas de prensa y escritos suyos, debajo de uno de sus brazos.
En los últimos meses no se le veía caminando debido a que le apuntaron las dos piernas, debido a problemas de azúcar y de circulación en las mismas.
Abraham Smith nació en la ciudad de Puerto Plata, el 5 de octubre de 1938, hijo de los señores Roberto Smith y Ana Beard, ambos fallecidos. Su nombre completo era Abraham Odalís Smith Beard. Sus familiares, amigos y allegados le llamaban como Abrahamcito. Fue criado por su abuelo Abraham Smith, hijo.