A propósito del sentido fallecimiento de la señora Rosa Gómez de Mejía, ocurrido el pasado 21 de marzo, me permito recrear algunos detalles sobre el discurrir histórico-normativo del espacio de trabajo reservado para las primeras damas de la República. Mediante Decreto 741-00, de fecha 10 de septiembre de 2000, el entonces presidente Hipólito Mejía creó el Despacho de la Primera Dama. En principio, el Despacho funcionaría como “instancia ágil y eficiente” “para apoyar planes, proyectos e iniciativas llevadas a cabo por la esposa del presidente”. Rosa Gómez de Mejía fue la primera en ocupar la coordinación del Despacho. Lo hizo de forma discreta, pero contundente, promoviendo actividades que redundarían en beneficio de la niñez y la juventud e iniciativas como el museo infantil Trampolín, lugar que -más de 20 años después de haber iniciado sus labores de Primera Dama- le vio hacer su última aparición pública en esta tierra, casualmente recreando parte de las funciones oficiales que en su momento detentó.

El Despacho fue sucesivamente ocupado por Margarita Cedeño de Fernández (2004-2012) y Cándida Montilla de Medina (2012-2020). Fruto del discurrir del tiempo y del ensanchamiento de las funciones del Despacho de la Primera Dama, mediante Decreto núm. 368-20 el presidente Luis Abinader dispuso la disolución del Despacho de la Primera Dama y la transferencia de los programas que tenía a su cargo hacia los organismos con las competencias vinculadas a la naturaleza de los mismos. Posteriormente, se creó el Gabinete de Niñez y Adolescencia, cuya presidencia recae en la Primera Dama de la República. Entre las las atribuciones de la Primera Dama cuentan, entre otras, la implementación de un plan de prevención de uniones tempranas, la revisión del plan de reducción del embarazo adolescente, la coordinación de actividades en las áreas de educación y salud y la promoción de la educación parental en buenas prácticas educativas.

En consideración de que, en razón de su rol como presidenta de dicho Gabinete, la Primera Dama requería de una estructura mínima que le apoyase y asistiere técnicamente en la ejecución de sus atribuciones, el actual ministro Administrativo de la Presidencia remitió al ministro de Administración Pública una comunicación por medio de la cual requirió iniciar los trámites necesarios para la articulación de un esquema eficiente de cara a la integración y adscripción de la Oficina de la Primera Dama al Ministerio Administrativo de la Presidencia. Así, en fecha 10 de marzo de 2021 los ministros Paliza y Castillo firmaron, conjuntamente, la resolución MAPRE-001-2021 que modifica la estructura organizativa del Ministerio Administrativo de la Presidencia y enmienda la resolución núm. 2-2020, dictada en fecha 13 de marzo de 2020.

Por medio de la referida resolución se creó una oficina para el seguimiento al diseño y ejecución de las políticas públicas en favor de la niñez y adolescencia dominicanas generadas, entre otras, en el seno del Gabinete de Niñez y Adolescencia presidido por la Primera Dama de la República. Por igual, la Oficina de la Primera Dama prestará atención a sectores vulnerables de la población mediante la canalización de demandas ciudadanas hacia los órganos y entes gubernamentales que corresponda. La Oficina está bajo la dependencia directa del Ministro Administrativo de la Presidencia y tiene potestad de diseñar programas y proyectos propios, para lo cual -además de la correspondiente asignación presupuestaria- puede agenciarse fondos por otras vías, tales como asociaciones nacionales y organizaciones internacionales de cooperación para el desarrollo.

Al migrar de la estructura del ensanchado Despacho de la Primera Dama a la modesta Oficina de la Primera Dama, la actual administración, sin saberlo -en una especie de homenaje a su discreta y humilde forma de trabajar y reconocimiento en vida por sus aportes y legado en favor de sectores vulnerables- articuló una estructura operacional más al estilo original del disuelto Despacho de la Primera Dama, acercándola al estilo de Rosa Gómez de Mejía. Paz a sus restos.