“Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero.” Abraham Lincoln
Durante mucho tiempo la política partidaria sostuvo un argumento diferenciador entre el dirigente y el líder, dejando a entender que para ser dirigentes no se requiere liderazgo y es todo lo contrario. Sí, en el tablero político tienen roles distintos, el dirigente es un ejecutor de las estrategias y tácticas de su organización; el líder, una figura unificadora. No obstante, ambos deben estar en la capacidad de debatir los temas que interesan a la ciudadanía, sobre todo, en tiempos de fuertes confrontaciones.
Nos han sorprendido gratamente las iniciativas que promueven el debate político-electoral para todos los niveles de elección, pues son ejercicios de democracia y transparencia política ante segmentos electorales cada vez más demandantes.
Hasta la fecha se han presentado propuestas e ideas muy interesantes, sobre todo en los actores del nuevo liderazgo, abordando temas nodales en la acumulación de una gran deuda social de la que nuestros gobiernos continúan pagando cuotas.
No obstante, evidenciamos escasas propuestas y un tratamiento tímido respecto de varios temas, entre ellos la violencia creciente en nuestros adolescentes. Las peleas y delitos que hoy son grabados siempre han existido, por múltiples factores, quizás producto del inadecuado control de la gestión emocional que tienen nuestros jóvenes, solo que ahora cualquiera puede dejar constancia de ellos a través de las Redes Sociales haciendo virales acciones que contribuyen a la degradación de la sociedad y promueven la violencia.
Otra mirada debe ser hacia la recreación física, al deporte como factor del desarrollo humano, porque además de ser un medio importante para las habilidades y actitudes que representan mecanismos de integración social, en nuestro país, el deporte constituye una de las principales actividades lúdicas de los jóvenes; eso ha permitido que la República Dominicana se coloque en espacios de gran renombre mundial en el ámbito deportivo.
Queremos escuchar las propuestas que han de fomentar desde los inicios de la vida, actitudes y hábitos deportivos que alejen a nuestros jóvenes de la violencia; esto con la integración de los padres, los clubes, las escuelas y colegios. Además, de generar la habilitación de las estructuras y espacios para tales fines.
El nuevo liderazgo requiere de hombres y mujeres con probada vocación democrática, las diversas visiones sobre los problemas sociales, políticos y económicos son un enfoque para el debate y la confrontación de las ideas, donde la sociedad puede discernir cual es el mejor camino.