En 2024 hubo grandes violaciones a los derechos humanos en distintas partes del mundo. También hubo grandes luchas para combatir tales violaciones y los discursos que las justifican, incluyendo aquellas que afectan con más frecuencia o con más dureza a las mujeres, sobre todo a las racializadas y empobrecidas.
Comprender la magnitud de estos hechos y debates es fundamental para poner en perspectiva el próximo año y quizás las luchas que se librarán en la próxima década en el mundo y en el Caribe, incluyendo a la República Dominicana, para defender un valor innegociable en cualquier grupo o sociedad: la dignidad humana.
- Genocidio y crímenes de lesa humanidad
Y el genocidio es la acción que más niega la posibilidad de construir un mundo en el que prime la dignidad humana y el reconocimiento de todas las personas como iguales. Con el genocidio, un grupo de personas decide exterminar a otras poblaciones humanas por origen étnico, nacional o religioso. En la actualidad, según organizaciones de derechos humanos, hay un genocidio en Gaza y se cometen crímenes de lesa humanidad en la República Democrática del Congo, en África.
En Gaza han muerto más de 45,000 personas, entre ellas 14,500 niños desde octubre de 2023 a la fecha. La organización internacional Human Rights Watch concluyó que: “las autoridades israelíes han creado deliberadamente condiciones de vida destinadas a provocar la destrucción física de la población palestina en Gaza, total o parcialmente. Esta política, aplicada como parte de una masacre masiva de civiles palestinos en Gaza, constituye el crimen de lesa humanidad de exterminio, que continúa en curso. Además, esta política se enmarca dentro de los cinco 'actos de genocidio' definidos en la Convención sobre Genocidio de 1948”. La organización plantea sus conclusions en el informe Extermination and Acts of Genocide: Israel Deliberately Depriving Palestinians in Gaza of Water.
Otros ataques brutales contra la población civil se cometen en la República Democrática del Congo. Los medios occidentales dan poca visibilidad a los posibles crímenes de lesa humanidad que ocurren en uno de los países más azotados por las consecuencias del colonialismo europeo que sufrió África en el siglo XX y sus secuelas en este siglo XXI.
Amnistía Internacional investigó una de las matanzas ocurridas en el este de la República Democrática del Congo el 30 de agosto de 2023 y concluyó que “los altos mandos del ejército deben ser investigados por posibles crímenes de lesa humanidad en relación con la matanza de Goma”.
De acuerdo con la organización: “Las autoridades dijeron que había 56 víctimas mortales pero, según un informe confidencial de la ONU que ha visto Amnistía, serían 102 personas fallecidas”. Amnistía Internacional ha exigido investigaciones tanto a las autoridades del país como a la Corte Penal Internacional. Activistas negras panafricanistas, como los que integran la plataforma Afrocolectiva han denunciado que, de hecho, en el Congo hay un genocidio en curso.
Tanto en Gaza como en la República Democrática del Congo se ha denunciado violencia sexual, especialmente contra las mujeres y las niñas. En Gaza también se han reportado violaciones de hombres palestinos, según la prensa europea.
- Violación de los derechos humanos de las poblaciones migrantes, incluyendo mujeres embarazadas
En Europa, Estados Unidos, América Latina y el Caribe, incluyendo a la República Dominicana, hay presión sobre las poblaciones migrantes y violaciones o riesgo de violaciones de sus derechos humanos, incluyendo la violencia sexual y el trato inadecuado a mujeres embarazadas.
Venezolanos y haitianos dejan sus países debido a la crisis económica y política. En el caso de Haití, la violencia de las bandas armadas y el riesgo de hambrunas empuja a la población a abandonar su territorio. La República Dominicana es una de las naciones receptoras de estos migrantes. El gobierno dominicano informó que deportaría a 10,000 personas por semana. Organizaciones sociales dominicanas han denunciado la violación de los derechos humanos de los migrantes haitianos, y las deportaciones de niños y de mujeres embarazadas.
Los dominicanos, a su vez, emigran a Puerto Rico, Estados Unidos y Europa, con frecuencia de manera irregular. Una de las rutas peligrosas seguidas por los dominicanos para emigrar a Estados Unidos incluye el paso por la selva del Darién. Este paso, ubicado entre Colombia y Panamá, es utilizado por grandes grupos de migrantes latinoamericanos.
Igual que otros migrantes latinoamericanos y caribeños, los dominicanos se enfrentan a políticas migratorias cada vez más duras en los Estados Unidos. Estas políticas empezaron con los gobiernos demócratas. “Bajo la dura política de expulsión sumaria conocida como Título 42, el gobierno del presidente Joe Biden rechazó a más de 2,3 millones de migrantes sin examinar sus necesidades de asilo. En junio, el gobernador de Texas, Greg Abbott, intensificó su brutal programa de vigilancia fronteriza “Operación Lone Star”, instalando en la frontera alambre de púas y grandes boyas flotantes y sierras circulares en el río Grande y alrededores para impedir los cruces. Según medios de comunicación, las fuerzas del orden estatales habrían recibido órdenes de empujar a los solicitantes de asilo, niñas y niños incluidos, que intentaban cruzar de vuelta al río”, explica Human Rights Watch.
Se espera que acciones, normas y leyes antiinmigrantes se endurezca aún más con la llegada al poder de Donal Trump, que ganó la presidencia con un discurso antiderechos. Y en Europa, varios países, incluyendo a España, también han sido acusados de violar los derechos humanos de los migrantes, especialmente de los africanos.
- “Que la vergüenza cambie de bando”. Gisèle Pelicot, la mujer que plantó cara a sus violadores y a la normalización de abuso sexual
Dominique Pelicot fue condenado a 20 años de prisión por drogar a su esposa, violarla y ofrecerla a otros hombres para que la violaran. Más de 50 hombres violaron a Gisèle Pelicot en el transcurso de una década.
Su caso ha generado un debate sobre la normalización de la violación sexual contra las mujeres en Francia y en el resto del mundo. Alarmante que tantos hombres hayan aceptado violar a una mujer drogada, a la que su esposo ofrecía como objeto en una página de internet. Y también alarmante es que aquellos hombres que se enteraron de las violaciones y decidieron no participar, no denunciaron el hecho ni a la Policía ni a la Justicia, aunque podían hacerlo de forma anónima.
Gisèle Pelicot enfrentó públicamente a los violadores y dijo una frase, ya icónica para el movimiento feminista y para otros movimientos que luchan contra el patriarcado, que normaliza la desigualdad y el abuso de poder (incluido el abuso sexual). Gisèle dijo: "Que la vergüenza cambie de bando". Miles de mujeres y hombres aliados la han apoyado, tanto en Francia como en el resto del mundo. Los violadores, y no sus víctimas, deben sentir vergüenza. Como quedó evidenciado en el caso Pelicot, la mayoría de violadores no son “monstruos” ni “enfermos”, sino hombres que han normalizado que pueden abusar de los cuerpos femeninos.
- Los aportes del feminismo antirracista, decolonial y del movimiento de las antipatriarcales (que no se identifican como feministas)
En América Latina el feminismo y otros movimientos a favor de la igualdad han generado discusiones importantes para avanzar hacia sociedades más justas.
Desde hace varios años, feministas negras y antirracistas de Colombia han creado contenido importante y han logrado viralizarlo en redes sociales como Instagram y Tiktok. Hablan sobre las injusticias que sufren las mujeres racializadas y ponen en valor la historia y los aportes de comunidades afrodescendientes.
En Colombia se han dado discusiones sobre las mujeres negras y otros grupos racializados desde la política, las artes y los derechos humanos y estas han influido en el feminismo y en otros movimientos sociales de la región.
Además, han surgido plataformas digitales y de acción ciudadana transnacionales como Afrocolectiva, con una gran presencia en redes sociales como Instagram, con gran difusión entre jóvenes de los países en los que se habla español y tienen población negra y afrodescendiente, incluyendo a España. Afrocolectiva trata a la vez el feminismo, el antirracismo y la interacción entre ambos.
En la República Dominicana, Junta de Prietas y Acción Afrodominicana abordan el antirracismo, la divulgación de la historia negra y la de las mujeres negras en particular, y los debates sobre la situación de comunidades negras dominicanas y de los migrantes haitianos.
Los movimientos han sido influenciados por las teorías del feminismo decolonial, al que ha hecho aportes importantes la socióloga dominicana Ochy Curiel.
En tanto que grupos de mujeres denominadas antipatriarcales cuestionan, a la vez, la desigualdad entre hombres y mujeres, la desigualdad económica y el racismo desde fuera (pero no necesariamente en oposición) al feminismo, aunque se cuestionan algunas de sus prácticas.
Los debates teóricos del movimiento antipatriarcal son importantes para comprender las luchas de mujeres en diferentes partes del mundo y el cuestionamiento integral de sistemas en el que se mezclan las secuelas del colonialismo, el patriarcado, el extractivismo de recursos en países empobrecidos y el racismo estructural.
- El derecho al aborto y la lucha contra la violencia obstétrica
El Salvador, uno de los países que, como la República Dominicana, prohíbe el aborto en cualquier circunstancia, fue condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) por violencia obstétrica e impedir el derecho a la salud de una mujer identificada como Beatriz. En 2013, el Estado salvadoreño impidió abortar a Beatriz a pesar de que su vida corría peligro, debido a complicaciones de salud, por padecer de lupus, una enfermedad autoinmune. Además, el feto tenía una malformación congénita.
La Corte ordenó que El Salvador establezca medidas de reparación como “adoptar directrices y guías de actuación al personal médico y judicial frente a embarazos de riesgo para la vida o la salud de la madre”.
La sentencia es un precedente para los países centroamericanos y caribeños que como la República Dominicana no garantizan el derecho a la salud de las mujeres embarazadas.
*Canoa Púrpura, es la columna del proyecto periodístico de Colectiva Púrpura y de su podcast Libertarias, que se transmite por La República Radio.