Si se piensa llegar al 2036 para que Santo Domingo siga acumulando el mismo crecimiento hipertrofiado que ha llevado en los últimos 50 años, quizás sería mejor dejar las cosas como están. El modelo trujillista de lograr una macrocefalia del desarrollo en la capital de la República Dominicana, y segregar las autenticas provincias productivas, debiera quedar en desuso en el Plan Meta 2036.

Criticamos ese modelo que ha llevado a la extrema pobreza los barrios La Zurza, La Ciénaga, Guachita, El Arrozal, Los Guandules, Gualey y decenas de asentamientos urbanos donde cientos de miles de familias residen sin servicios de agua potable, sin saneamiento de sus aguas residuales, no hay recolección de basura y las viviendas están a merced del primer ventarrón o inundación en los ríos La Isabela y Ozama.

Para conversar a fondo sobre lo anterior saludamos que los ministros de la Presidencia (MINPRE), Joel Santos y de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Pavel Isa, junto a Peter Prazmowski, director ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad (CNC), presentaron en Santiago, las proyecciones que fundamentan el Decreto 337-24 del Plan Meta 2036.

Los funcionarios públicos, intercambiaron efectivamente con el liderazgo de Compromiso Santiago, formado por sus presidentes y los técnicos especialistas que fungen como directores ejecutivos de las siete organizaciones que forman este proactivo espacio de desarrollo del Cibao.  Santiago agradece esta primera y productiva sesión.

Muy en especial, porque somos parte del territorio que acumula tres planes estratégicos concertados con carácter primigenio (2000-2030). Herramientas sociales originarias que proyectaron consensos en uso de suelo, ordenamiento territorial, sostenibilidad ambiental, gobernabilidad, inclusión social y economía, lo que deseaba Santiago al año 2030.

Santiago se visualiza al 2030 como la metrópolis más ordenada de República Dominicana, que reconquista el río Yaque y logra una transformación urbana protectora del agua y adaptaba al cambio climático. Impulsada por una ciudadanía empoderada con empleos formales y viviendas habitables, robustecida como alma cultural y chispa productiva de bienes y servicios de calidad exportable. Generados con energías renovables y promotores de inclusión social y equidad de género (Ordenanza 3251-19).

Para el 2036, esperamos diagnósticos participativos entre actores estratégicos, y su validación en sesiones. También coloquios estratégicos barriales, conversatorios de sueños de ciudad en escuelas, y grandes asambleas ciudadanas, con la integración de más de cientos organizaciones sociales, asociaciones del empresariado y entidades del gobierno local y nacional. Impulsar que miles de ciudadanas y ciudadanos laboraren o se contacten aportando miles de horas voluntarias y millones de pesos de trabajo voluntario.

Plan Meta 2036 debiera ser un ejercicio de ciudadanía que nos llene de orgullo y nos aporte sentido de pertenencia.  El trabajo debe ser minucioso. La certificación de calidad otorgada por el Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU), las Cumbres Iberoamericanas y la articulación de una metodología dinámica e innovadora para vincular la planificación estratégica con la gestión estratégica del futuro.

Plan Meta 2036 impone innovación, agregar valor y sumar gestiones a favor del proceso tales como la estructuración de una base de datos, estudios originales, pesquisas específicas, debates abiertos y síntesis integradoras. Se estila permitir la elaboración de un diagnóstico integral con una selección de más de 100 indicadores comparables de los ejes sociales, económicos, territoriales y de gobernabilidad.

Los escenarios son prospectivas que compilan tendencias, y sintetizan una situación previsible en el periodo que transcurrirá del año 2024 al 2036. Armonizan los indicadores que han sido analizados en el diagnóstico a realizar, siendo útiles para la concreción de la Visión que acordemos. El Plan Meta debe tener una visión compartida por todas y todos.

Para proveer un marco integrador que responde las siguientes preguntas: ¿hacia dónde queremos ir?, ¿por cuáles caminos? ¿con qué acciones concretas? y ¿qué proyectos específicos?

Estos escenarios expresan un “continuum” donde habrán de sucederse tres períodos de gobierno en la República Dominicana. En consecuencia, en la formulación del Plan Meta 2036, debieran formularse dos escenarios: uno lineal tendencial de pocos cambios y el otro de los cambios deseables.

El escenario lineal tendencial (si no hacemos nada, hacia dónde iríamos), nos presenta la situación que se produciría si los proyectos estructurantes del Plan Meta 2036, no se ejecutan, y los indicadores de la línea basal establecida se deterioran porque no se sabe cómo aprovechar las oportunidades de la República para producir las transformaciones sustantivas que se requieren, y que imponen las condiciones objetivas.

El escenario de cambios deseables (si hacemos lo que nos comprometimos hacer a dónde llegaríamos), se refiere a la situación que se alcanzaría si se sabe aprovechar las oportunidades para reducir las debilidades y amenazas.  Es un escenario optimista y maximización de efectos positivos. Se formula como una síntesis de las aspiraciones. Tiene la finalidad de servir como estímulo liberador que promueve en la ciudadanía la noción de que “este es el futuro que soñamos”. Este escenario sirve de base a las estrategias de alianzas tendentes a propiciar la cohesión social de los actores estratégicos.

Duplicar el Producto Bruto Interno (PBI) de República Dominicana para el año 2036 es el objetivo principal de la propuesta contenida en el Decreto Presidencial 337-24. Es la tendencia al futuro del mejor escenario de nuestras potencialidades económicas, políticas y sociales. Es decir, se trabajará con tendencias reales, óptimas y planificadas, para lograr desarrollo.

El decreto precisa una realidad irrefutable al indicar que este objetivo es realista, dado que República Dominicana logró una de las mayores recuperaciones económicas postpandemia del mundo y cuenta con la debida estabilidad sociopolítica y económica necesaria.

Igualmente, subraya la propicia percepción internacional sobre nuestra nación, destacada por organismos como BID, Banco Mundial, Banco de Desarrollo de América Latina, FMI y agencias calificadoras de riesgo. Asimismo, tenemos más de 50 años creciendo de forma permanente.

Para tales fines se ha creado un organismo presidencial, la Comisión Meta RD 2036. Esta entidad diseñará un plan para el desarrollo pleno de República Dominicana, duplicando el PIB al 2036.

Santiago hará su aporte creativo para que la Comisión Meta RD 2036, articule sectores públicos y privados. Identifique acciones y reformas que permitan duplicar el PIB, así como conseguir metas de la Estrategia Nacional de Desarrollo y Estrategia Nacional de Competitividad. Nos ocupa proponer victorias rápidas como proyectos estructurantes.