El año 2024 luce que será complicado a nivel internacional, pues los conflictos existentes no terminan, y a estos se van agregando otros que preocupan por sus posibles repercusiones.

La guerra entre Rusia y Ucrania continúa y se alarga su estela de destrucción y muerte, desde lejos luce que Ucrania hasta ahora es la más perjudicada. Los apoyos a esta última parecen ser menos firmes, y se nota cierto agotamiento en los países que económicamente han venido sustentado ese esfuerzo bélico.

En este momento no se vislumbra un cese al fuego, y creo que cualquier solución que se logre tendrá un costo importante para los ucranianos.
En el Medio Oriente se han desatado los demonios, por un lado, está el conflicto Israel- Hamas, provocado por una incursión de esta organización dentro de territorio israelita, la cual dejó un saldo de cientos de muertos, muchos de ellos jóvenes y mujeres inocentes, desprevenidos y desarmados.

La necesaria reacción de la Nación hebrea no se demoró, iniciándose con un constante bombardeo sobre la franja de Gaza, seguido de una masiva y contundente incursión terrestre de su ejército al mencionado territorio. Hoy, después de haber destruido casi todo lo existente en Gaza, y de haber aniquilado más de treinta mil personas, la mayoría de ellas personal civil, entre los que se encuentran niños y mujeres, la reacción israelí luce desproporcionada y excesiva, y el clamor por una terminación de las hostilidades es una constante a nivel mundial, que el gobierno de extrema derecha que existe en Israel no escucha, con el peligro de que ese conflicto pueda extenderse fuera de esas fronteras.

Por si esto fuera poco, en otro lugar de la misma zona, Yemen, un grupo respaldado por Irán, los Huties, atacan en el Mar Rojo embarcaciones que se desplazan por esa importante vía de comunicación marítima, vital para el transporte de petróleo y gas natural. Estas incursiones, han obligado a algunos países a enviar equipos y personal militar a ese lugar, para ofrecer protección a sus navíos, entre ellas los Estados Unidos, quien ha efectuado ataques aéreos para destruir bases y objetivos pertenecientes a los Huties.

Para complicar aún más las cosas, Paramilitares entrenados y equipados por Irán, ubicados en Siria e Irak, han atacado intereses norteamericanos provocando la muerte de varios soldados, en represalia por estos hechos Estados Unidos realizó bombardeos dentro de territorio Sirio e iraquí, con la finalidad de destruir facilidades de los mencionados grupos y de la guardia revolucionaria iraní, lo que puede tener imprevisibles consecuencias.

Todo esto ocurre en el momento en que las relaciones entre China, Rusia, y los Estados Unidos se encuentran en su nivel más bajo de los últimos tiempos, dificultando el que se encuentre una solución que controle lo que está sucediendo, y lleve un poco de tranquilidad a un mundo que está preocupado.

Mientras tanto, aquí en la República Dominicana, que parece ser un remanso de paz dentro de la convulsionada comunidad internacional, nos preparamos para celebrar elecciones municipales este mes de febrero, y presidenciales y congresuales en mayo, sin que se vislumbre ningún problema que ponga en peligro las disposiciones constitucionales ni el orden democrático, cómo está ocurriendo en otros lugares. Esta tranquilidad sólo se ve afectada por el insoluble problema haitiano, que cada día qué pasa se complica más, sin que la comunidad internacional pase de las palabras a los hechos.