El poema “Alguna mañana” de Efraím Castillo es una profunda reflexión sobre el paso del tiempo, el cambio, y la naturaleza transitoria de la vida. El autor parece cuestionar la idea de repetición y rutina en la vida diaria, al mismo tiempo que se lamenta por los cambios constantes en el mundo, que no siempre son para mejor.
El poema comienza con una reflexión sobre si la mañana actual es diferente de las anteriores. Castillo explora la idea de que, aunque parezca que todos los días son iguales, siempre hay algo nuevo y diferente en cada uno. Esta sensación de novedad se contrasta con la tristeza y la rutina que también caracterizan a la vida cotidiana.
El poeta también reflexiona sobre la naturaleza y el medio ambiente, preguntándose si lugares como el río Ozama, o, Isabela siguen siendo tan hermosos como en sus recuerdos. A mí forma de ver, esta es una manera de expresar preocupación por el cambio ambiental y la pérdida de la belleza natural.
Considero que Castillo se opone a la idea de que la historia o la vida puedan ser simplificadas en narrativas sencillas o predecibles. Rechaza la noción de que el futuro es solo una repetición del pasado o que los cambios importantes son imposibles. El poema cierra con una llamada a reconocer y apreciar los cambios, tanto los buenos como los malos, y a entender que cada día es único.
La poesía de Efraím Castillo, como se muestra en este poema, destaca por su capacidad para entrelazar reflexiones profundas y filosóficas con una vívida imaginería poética. Castillo utiliza un lenguaje rico y meticulosamente elegido para explorar temas complejos como el paso del tiempo, el cambio, el amor, la naturaleza, y la condición humana; es hábil en el uso de imágenes poderosas y evocadoras. Por ejemplo: la descripción de la naturaleza —los ríos, la lluvia, las hojas— no solo sirve para pintar un cuadro en la mente del lector, sino también para simbolizar el estado del mundo y el paso del tiempo.
Este poema, como muchas de las obras de Castillo, se sumerge en cuestiones existenciales y universales. A través de sus versos, el poeta reflexiona sobre temas trascendentales como el cambio y la permanencia, la realidad versus la utopía, y la relación entre el ser humano y su entorno.
He tenido la dicha de leer las obras que Castillo habitualmente pública en sus redes sociales y algunas de las que están presentes en sus libros y a menudo emplea un tono reflexivo, invitando al lector a cuestionar y contemplar la existencia junto con él. Por en ejemplo este poema donde se evidencia la manera en que cuestiona la naturaleza de la realidad y la posibilidad de cambio.
La estructura de (Alguna mañana) facilita un flujo narrativo que lleva al lector a través de una serie de pensamientos y observaciones, casi como si estuvieran siguiendo el hilo de los pensamientos del poeta. A través de su poesía, Castillo logra transmitir emociones profundas. Su capacidad para describir sentimientos complejos y a menudo contradictorios es una de las cualidades más destacadas de su obra.
Les comparto el poema:
Alguna mañana
(Efraim Castillo)
¿Es esta la mañana de hoy
O es la misma mañana de ayer
Tan cargada de pesadez,
Tan huidiza y fría?
Podría establecer una teoría
De lo mismo:
Una física inmutable y circular
La teoría de lo improbable
En lo probable
Y lo ascendente
En lo descendente.
Podría inventar lo desinventado
Para internarme profundamente
En mí, acaparando humores
Goces y perversiones
Desigualdades
Y por encima de todo
Tristeza en la demarcación
Del lamento.
Esta debiera ser
La misma mañana
Y no lo es.
Un nuevo bombardeo
De estrellas nos observa
Como una fulguración de luz
Con algún renovado millón
De tristes personas
Y la misma quejumbre del hambre,
De soledades
Y empinadas rutas
Aguardando entre la angustia.
Esta podría ser
La misma mañana
Cargada de trinos
Y relucientes estrellas
De mar abierto
De cristalinos ríos
De tenue lluvia
Sobre alfombras de hojas
Y sin embargo no lo es.
¿Acaso en esta mañana
Estará igual de verde
El Mato Grosso?
¿Acaso corre el Ozama
Su mismo curso?
¿Está el Isabela
Tan transparente
Como ese cercano ayer
De mis sueños?
No. No es esta
La misma mañana
Y nadie podrá timarme
Con mensajes alborozados
Sobre el fin de la utopía
Ni de masas guiadas
Como manadas.
No es esta la misma mañana
Soñada por Buda. No.
Esta mañana huele
A economía de mercado
A temores y roturas
De anhelos y escarnios.
Alguna mañana
Debe haber cambiado
Algún instante
Se debe haber tornado
Color de incienso,
De humo y neblina;
Algún instante
Debe haberse colmado
De logros espaciados
Y voces inertes.
Alguna mañana y no aquella, precisamente,
Debe haberse permutado
En no-luz
En una escrutable historia
De vértigos.
Alguna mañana
Y no la convertida en ayer
Debe permanecer
En el grito
Para estacionarse
Como un estándar
En las gargantas
De los muertos
Y alertar para siempre
A los vivos
Que habrán de nacer mañana.
(Canto VIII de «Confín del Polvo». Colección «Cuadernos de Poética», 199