El nuevo primer ministro conservador británico, Rishi Sunak, de 42 años y el primer hindú en ocupar el cargo, dijo este martes que la prioridad de su Gobierno será "la estabilidad económica" y devolver "la confianza" en el Reino Unido y advirtió de que se avecinan "decisiones difíciles".
A la par, e inmediatamente después de recibir en el palacio de Buckingham el encargo de formar un Ejecutivo del rey Carlos III, quien previamente aceptó la dimisión de la primera ministra saliente, Liz Truss, que recibió ese mismo encargo de la reina horas antes de fallecer, comenzó a circular un video donde se aprecia el ritmo del nuevo joven gobernante.
Será el primer mandatario británico no blanco y el primer hindú en asumir el cargo, además también será el primer ministro más joven en más de 200 años, un prodigio político cuyo aspecto joven, trajes elegantes y actitud confiada y resuelta le valió el apodo de “Dishy Rishi” (“Guapo Rishi”) en medios británicos
"Este Gobierno tendrá integridad, profesionalismo, sobriedad y responsabilidad a todos los niveles", dijo este martes, en un esfuerzo por distanciarse de los mandatos de sus dos predecesores, Boris Johnson y Truss, a quienes no obstante rindió tributo.
Nació en 1980 en la costa sur de Inglaterra, de padres de origen indio nacidos en el este de África. Creció en una familia de clase media -su padre era médico de familia y su madre farmacéutica- y dice que heredó su ética de trabajo duro.
Allí se mezcló con la élite. Sus rivales difundieron hace poco un video de un documental para televisión de 2001 sobre el sistema de clases en el que Sunak, entonces de 21 años, decía tener “amigos que son aristócratas, tengo amigos que son clase alta, tengo amigos que son, ya sabe, clase trabajadora. Bueno, clase trabajadora no”.
Tras la secundaria, Sunak estudió política, filosofía y economía en la Universidad de Oxford -una carrera elegida por otros futuros primeros ministros- y después un MBA en la Universidad de Stanford.
Trabajó como gestor de cuentas para el banco de inversiones Goldman Sachs y vivió en Estados Unidos, donde conoció a su esposa, Akshata Murty, con la que tiene dos hijas.
A su regreso a Gran Bretaña, Sunak fue elegido al Parlamento por la circunscripción tradicionalmente conservadora de Richmond, en Yorkshire, en 2015. En el referendo de 2016 sobre el Brexit se mostró a favor de abandonar la Unión Europea, una decisión de carrera arriesgada porque iba en contra de la postura del gobierno conservador.
Cuando el bando a favor de la ruptura ganó de forma inesperada, la carrera de Sunak despegó. Sirvió en cargos intermedios en ministerios antes de ser nombrado jefe del Tesoro por Johnson en febrero de 2020, justo antes de la pandemia.
Es un defensor de reducir el papel del Estado y los impuestos, admira a la ex primera ministra Margaret Thatcher, pero dedicó miles de millones del gobierno a mantener a flote a ciudadanos y negocios durante la pandemia.
Su programa de despidos temporales, que pagó los salarios de millones de trabajadores que se quedaron sin empleo de forma temporal, le convirtió en el miembro más popular del gobierno, una posición que afianzó con hábiles publicaciones en medios sociales que, según sus rivales y críticos, reforzaban su reputación personal más que la del gobierno.
Sunak ha tenido sus contratiempos. Los críticos señalaron que una campaña para que la gente comiera en restaurantes tras el levantamiento de restricciones en el verano de 2020 contribuyó a otra ola de COVID-19.
Otros han dicho que la gran fortuna de la familia de Sunak y su pasado en Silicon Valley le alejan de las dificultades de la gente corriente.
También ha enfrentado preguntas sobre sus finanzas y las de su esposa. Murty es la hija de multimillonario fundador de la gigante tecnológica india Infosys, y la pareja tiene una fortuna de 730 millones de libras (877 millones de dólares), según la lista de fortunas del Sunday Times.
En abril de 2022 se supo que Murty no había pagado impuestos británicos por sus ingresos fuera de país. La práctica es legal, pero resultaba impopular en un momento en el que Sunak subía los impuestos a millones de británicos.
El ahora primer ministro también fue criticado por conservar su tarjeta de residencia en Estados Unidos, lo que sugería intención de instalarse en Estados Unidos una vez que dejara el cargo de responsable de las finanzas británicas.
Sunak fue eximido de cualquier infracción, pero las revelaciones dañaron su imagen. Al igual que Johnson y docenas de personas más, fue multado por asistir a una fiesta en la oficina del primer ministro en 2020 que incumplía las normas de confinamiento contra el coronavirus.
Sunak declaró que el Gobierno de Truss "cometió errores" y sostuvo que él ha sido elegido por su partido "para arreglarlos", una labor que empieza "de inmediato".
"Ahora mismo, nuestro país afronta una profunda crisis económica", afirmó Sunak, con expresión seria, para añadir que, a la hora de buscar soluciones, "mostrará compasión", como lo hizo, apuntó, al introducir el programa de protección del empleo cuando era ministro de Economía durante la pandemia.
"El Gobierno que dirijo no dejará a la próxima generación, a sus hijos y nietos, una deuda que fuimos demasiado débiles para pagar nosotros mismos", manifestó.
Sunak dijo que unirá a su partido y al país "no con palabras sino con actos" y prometió trabajar "día tras día" para cumplir con los ciudadanos, que sin embargo no han tenido la oportunidad de votarle en unas elecciones generales.
La primera prueba de fuego llegará el 31 de octubre, cuando el Gobierno presentará su plan fiscal a medio plazo, con medidas para equilibrar las finanzas públicas.
Mientras tanto, la oposición en bloque pide que se celebren unas elecciones generales anticipadas para dar a los ciudadanos la opción de decidir su futuro, después de tener tres primeros ministros conservadores diferentes en menos de dos meses.
Él quedó por detrás de Liz Truss en la pugna por sustituir como primer ministro y líder del Partido Conservador a Boris Johnson, que estaba asediado por los escándalos. Pero Truss renunció tras un accidentado mandato de 45 días y Johnson abandonó su intento de regresar, lo que dejó ayer lunes a Sunak como ganador de la contienda para el puesto que no logró ganar hace apenas dos meses.
Sunak aún debe superar las acusaciones de sus oponentes, que le tachan de traidor por abandonar el gobierno de Johsnon cuando zozobró entre escándalos de ética. La renuncia casi simultánea de Sunak y el secretario de Salud Sajid Javid el 5 de julio provocó una reacción en cadena. En 48 horas, unos 50 miembros del gobierno habían renunciado, y Johnson se vio obligado a dimitir.
Sunak lo describió como una cuestión de principios y dijo que quería reparar la “confianza perdida” en la política. También acusó a Truss de ofrecer “cuentos de hadas” con su promesa de rebajas fiscales inmediatas, cuando él creía que contener la inflación disparada era una prioridad mayor.