El propietario de una empresa de seguridad de Miami investigada en relación con el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moïse, magnicidio perpetrado el 7 de julio de 2021, fue detenido este martes por agentes federales al igual que su socio comercial colombo-estadounidense Arcángel Pretel Ortiz y el consultor financiero ecuatoriano-estadounidense Walter Veintemilla.
El venezolano-estadounidense Intriago, dueño de la empresa de seguridad CTU Security comparecerá hoy mismo ante el juez de un tribunal del sur de Florida.
Según su abogado, Joseph Tesmond, Intriago ya había confesado en 2021 que había sido "víctima de un esquema para asumir el poder en Haití" que él desconocía, ya que su compañía fue contactada para suministrar la seguridad de un proyecto de infraestructura "humanitario" en Haití.
"Puedo confirmar que Intriago fue arrestado esta mañana y ha estado en Miami durante el curso de la investigación", dijo Tesmond, y agregó que su cliente "tiene la intención de declararse inocente en su audiencia".
Fue esta empresa la que reclutó a la veintena de exsoldados colombianos que asaltaron la casa del presidente haitiano la noche de su asesinato.
El abogado Tesmond confirmó previamente al diario The New York Times la detención de Walter Veintemilla, ciudadano estadounidense y prestamista financiero que vive en Florida, quien presuntamente prestó 172 mil dólares a la empresa CTU Security para financiar la operación.
A principios de este mes de febrero, la viuda del presidente asesinado, Martine Moïse, sobreviviente del ataque armado, pidió un tribunal especial de la ONU para investigar el asesinato de su marido.
También hoy fue detenido en Miami un cuarto sospechoso. Se trata de Frederick Joseph Bergmann Jr., acusado de contrabando de mercancías, entre ellas los chalecos antibalas para exsoldados colombianos que presuntamente llevaron a cabo la operación, según The New York Times.
Intriago cooperó con el FBI
El abogado de Intriago dijo que este había cooperado plenamente con el FBI desde inmediatamente después de la muerte de Moise y que ya en 2021 emitió un comunicado en el que afirmaba que no había participado en el plan de asesinato.
Intriago entregó entonces su ordenador portátil y su teléfono a los agentes federales y permitió voluntariamente que se registrara su despacho y su domicilio, según se dijo en ese comunicado donde sus abogados concluyeron que "los propios guardaespaldas del presidente lo traicionaron".
Los abogados dijeron entonces que Intriago se involucró con un grupo de "inversores internacionales, alcaldes, líderes religiosos y políticos poderosos" que habían elaborado "un plan de reurbanización humanitaria" para Haití a través de una serie de proyectos de infraestructura que incluían una planta de energía solar.
Del socio comercial colombo estadounidense Pretel se ha dicho que es un exinformante del FBI que trabajó estrechamente con las fuerzas del orden en Colombia antes de mudarse a Miami en 2015.
Veintemilla a su vez es un ecuatoriano-estadounidense que dirigía un negocio de corretaje de préstamos y ayudó a reunir la financiación para el proyecto de CTU en Haití.
En concreto, Veintemilla se supone que recaudó de prestamistas los recursos para hacer un préstamo privado al pastor haitiano-estadounidense Christian Emmanuel Sanon, quien al parecer buscaba convertirse en el próximo presidente de Haití y para ello habría contratado a CTU Security.
Sanon, sin embargo, se supone que fue engañado por los verdaderos autores intelectuales que aún no han sido identificados.
Otros detenidos
Cuatro detenidos por el asesinato de Moïse fueron trasladados a Miami hace dos semanas y puestos a disposición de las autoridades federales de Estados Unidos para responder asimismo por cargos relacionados con su presunta participación en el magnicidio.
Los identificados como los haitianos-estadounidenses James Solages, Joseph Vincent y Christian Sanon, y el colombiano Germán Rivera fueron transferidos a Miami desde Haití, donde se produjo su detención, para ser procesados por conspiración para cometer el magnicidio.
De acuerdo con la Fiscalía federal estadounidense, los tres primeros vivían en Florida y allí se reunieron en abril de 2021 para discutir cómo iban a proceder para sacar a Moise y producir un cambio en la Presidencia de Haití para colocar a un personaje que aún resta por ser identificado plenamente. Por ende, los autores intelectuales finales del magnicidio siguen a la espera de ser descubiertos.
Asimismo están arrestados en territorio estadounidense dos haitiano-estadounidenses identificados como James Solages y Joseph Vincent.
Las autoridades han dicho que el plan original era detener a Moïse, obligarlo a subir a un avión y llevarlo a un lugar no identificado, pero ese complot se derrumbó cuando un grupo de los complotados simplemente abrió fuego contra el jefe de Estado.
A Solages se le atribuye haber confesado que la verdadera misión era efectivamente matar al presidente y que se simuló una operación de la DEA para impedir que el equipo de seguridad del presidente reaccionara la noche del suceso.
También están detenidos en EEUU el exsenador haitiano John Joël Joseph que había huido a Jamaica, y el exinformante del FBI y empresario haitiano Rodolphe Jaar, extraditado a EEUU desde la República Dominicana.
En Haití la causa no avanza y ya suman cuatro los jueces que empezaron a conocer el caso y no siguieron: tres por temor a ser asesinados y uno destituido.
Hay en Puerto Príncipe unos 40 arrestados, incluidos 18 soldados colombianos.