Más de 1,5 millones de niños están en riesgo de padecer desnutrición, ahogamiento y enfermedades transmitidas por el agua debido a las intensas lluvias que azotan Bangladesh y que han generado grandes inundaciones, alertó este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
“El daño a vidas, hogares y escuelas es desgarrador. En este desastre, como en muchos otros, los niños son los más vulnerables", dijo el representante de Unicef para Bangladesh, Sheldon Yett, en un comunicado.
Las severas precipitaciones que lleva soportando el país asiático durante los últimos días han provocado grandes inundaciones en varios distritos del noreste de Bangladesh, afectando a más de cuatro millones de personas entre las que se encuentran 1,5 millones de niños, precisó el texto.
Estas inundaciones han sumergido "tierras agrícolas e infraestructura crítica como centrales eléctricas y escuelas", y como resultado ya se han reportado varias enfermedades relacionadas con la mala calidad del agua, como casos de diarrea, infecciones respiratorias o enfermedades de la piel, alertó la organización internacional.
"Unicef está en el terreno para proteger a los niños y satisfacer sus necesidades urgentes, apoyando al Gobierno y trabajando en estrecha colaboración con nuestros socios locales”, agregó Yett.
Esta ayuda se traduce en el suministro de agua limpia, kits de higiene, leche terapéutica y kits de aprendizaje, y en la colaboración con las autoridades locales para garantizar que los trabajadores sociales estén preparados para ayudar a los niños, informó Unicef.
Además, el comunicado lamentó el cierre de cientos de escuelas que acarrea esta situación, que pone en peligro aún más la educación de los menores después de que estos no pudieran acudir al colegio durante 18 meses a causa de la pandemia de COVID-19.
Estos episodios de fuertes lluvias se han saldado por el momento con diez personas fallecidas, mientras que otras 10.000 han tenido que ser evacuadas a refugios, apuntó este lunes a Efe Mosharraf Hossain, jefe administrativo de la localidad de Sylhet, una de las más afectadas por las inundaciones.
En este sentido, Unicef reportó en el comunicado la muerte de tres niños tras ser impactados por relámpagos.
Y pese a que Hossain afirmó que la situación de las inundaciones está mejorando ligeramente, alertó de que dos de los ríos principales del país, Surma y Kushiyara, "todavía fluyen por encima del nivel de peligro".
Ubicado en el gigantesco delta del Ganges, con poca elevación sobre el nivel del mar y con una quinta parte de su territorio surcado por ríos y afluentes, Bangladesh acostumbra a ser pasto de inundaciones cada año entre mayo y septiembre cuando llegan las lluvias monzónicas, que suelen causar centenares de muertos y millones de afectados.