Ante la contraofensiva del ejército ucraniano, que ya ha recuperado una vasta zona que había sido invadida, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha amenazado con utilizar armas nucleares contra esa ex república soviética, frente a lo cual un grupo de ciudadanos desenfrenados está organizando una orgía pública masiva en una colina a las afueras de Kiev, la capital de Ucrania.

Si llegara a suceder que Putin en realidad presiona el "botón rojo" e inicia la guerra atómica, los 15 mil ya inscritos en Telegram en el grupo “Orgy on Shchekavystsa: Official” deberán rápidamente pintarse las manos con rayas, cuya cantidad será la señal que indicará su interés en participar en una u otra variedad que tendrá la orgía planificada en la colina Shchekavystsa.

A los que les guste el juego que incluya sexo anal se deberán dibujar mientras se dirigen a la colina tres rayas, en tanto que los juerguistas que prefieran la variedad oral pueden mostrarlo pintándose cuatro rayas en las manos, explicaron los organizadores de la orgía.

“Orgy on Shchekavystsa: Official”. Logo de la actividad.

El evento se ha vuelto tan popular que, según estos organizadores, todos los apartamentos que estaban disponibles para alquilar con vista a la colina Shchekavystsa desaparecieron de las listas de propiedades en alquiler y se presume que fueron arrendados por interesados en solamente mirar a distancia.

Hoy mismo el New York Post dio cuenta del asunto, aunque ya la semana pasada se registró el interesado número 15 mil.

Una residente de Kiev dijo que la fiesta de la orgía en realidad resume el optimismo del pueblo ucraniano: “Es lo opuesto a la desesperación. Incluso en el peor de los casos, la gente buscará algo bueno. Ese es el megaoptimismo de los ucranianos”, dijo la mujer cuyo marido añadió: “Es un intento de mostrar que cuánto más intenten asustarnos, más lo transformaremos en otra cosa”.

El ensordecedor aullido con la activación de una sirena de ataque aéreo la semana pasada hizo que un miembro ansioso del grupo de orgía preguntara en Telegram: "¿Ya es hora?". Cientos le respondieron con emojis de caritas sonrientes pidiéndole paciencia.