Dmitri Medvédev advirtió este sábado que la paciencia de Rusia tiene un límite en lo que respecta al empleo de armas nucleares, en caso de que Occidente autorice a Ucrania el uso de misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso.
"Rusia está siendo paciente. Después de todo, es evidente que una respuesta nuclear es una decisión extremadamente compleja con consecuencias irreversibles (…), pero toda paciencia tiene un límite", escribió en su canal de Telegram el también subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia.
Subrayó que "nadie necesita un conflicto nuclear", motivo por el que "aún no se ha tomado una decisión" sobre el empleo de armas nucleares, sean estratégicas o tácticas.
"Aunque, digamos con franqueza, se dan para ellos condiciones formales que son comprensibles para toda la comunidad internacional y se corresponden con nuestra doctrina de disuasión nuclear. Por ejemplo, la misma Kursk", señaló, en referencia a la región fronteriza en la que las tropas ucranianas controlan casi un centenar de localidades.
El expresidente ruso, conocido por sus exabruptos en las redes sociales, parafraseó a los dirigentes occidentales al asegurar: "Los rusos hablan mucho sobre la respuesta con armas de destrucción masiva, pero no hacen nada (…) Los rusos no cruzarán la línea".
En cambio, consideró que los que tienen razón son los analistas occidentales que advierten que Moscú podría recurrir al armamento de nueva generación, en alusión, supuestamente, al armamento hipersónico.
"Y, entonces, eso es todo. Un gigantesca mancha gris fundida en el lugar de la madre de (todas) las ciudades rusas" (Kiev), concluyó al final de su mensaje, en el que añadió en inglés: "Es imposible, pero ocurrió".
Medvédev se pronunció horas después de la reunión que sostuvieron en Washington los líderes de EEUU y el Reino Unido, Joe Biden y Keir Starmer, quienes prefirieron no informar sobre la decisión que adoptaron sobre la petición de Ucrania que quiere el permiso de la OTAN para usar armas letales en territorio ruso, lo que ya Vladimir Putin marcó como el límite de la paciencia rusa.
Rusia niega que la cooperación militar con Irán viole el derecho internacional
Rusia negó también hoy sábado que la cooperación militar con Irán viole el derecho internacional, en alusión a las sanciones occidentales adoptadas contra Teherán por el supuesto suministro a Moscú de misiles balísticos para su empleo en Ucrania.
"Nuestra cooperación ha superado la prueba del tiempo y no contiene elementos que supongan una violación desde el punto de vista de las obligaciones internacionales o de alguna manera influyan negativamente sobre la seguridad de alguien o en algún equilibrio regional", dijo Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso, según la agencia TASS.
Riabkov denunció que, en realidad, EEUU quiere enfrentar a ambos países, ambos objeto de sanciones occidentales, y sacar provecho de ello.
"Nuestra cooperación llega muy lejos: en los ámbitos de la política, la economía y el transporte. También la cooperación técnico-militar, nadie lo niega", afirmó.
Por ello, llamó a EEUU a dejar de "meter la nariz en asuntos ajenos" y dedicarse a sus propios problemas, que -aseguró- "son muchos".
Pese a las sanciones, el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió el jueves en San Petersburgo con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, el general Ali Akbar Ahmadian.
Putin destacó que desde que asumiera el cargo el nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, "no ha habido ningún cambio en las relaciones con Rusia".
Rusia anunció esta semana la pronta firma de un nuevo acuerdo marco interestatal con Irán durante la reunión entre Serguéi Shoigú, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, y Ahmadian.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, que se reunieron el miércoles en Kiev con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusaron a Rusia de escalar la situación "con el envío de misiles balísticos desde Irán".
Por ese motivo, adelantaron que abordarán con los líderes de sus países la autorización para permitir a Kiev utilizar misiles de largo alcance contra territorio ruso.