Los servicios de emergencia rusos rescataron hoy ocho cadáveres en el lugar del siniestro del avión privado Embraer, en cuya lista de pasajeros figuraba el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que se estrelló en la región de Tver, en el centro de Rusia.
Por ahora, según informa la agencia oficial RIA Nóvosti, los servicios de salvamento no han confirmado la identidad de los cadáveres hallados cerca de la localidad de Kuzhenkino.
Según la prensa, los cuerpos están totalmente carbonizados, así que será probablemente necesario realizar una prueba de ADN para confirmar su identidad.
El portal Baza asegura que uno de los pasajeros resultó decapitado en el accidente.
En las redes sociales rusas se discuten diferentes versiones sobre lo ocurrido. Canales cercanos a Wagner dicen que el avión de Prigozhin pudo ser derribado por la defensa antiaérea rusa.
Otros que el aparato fue víctima de un atentado con bomba o que fue derribado por un dron de asalto enemigo.
En el vídeo publicado por el diario digital Gazeta.ru se puede ver como el aparato se precipita estrepitosamente contra la tierra no lejos de unas viviendas rurales, tras lo que se produce una fuerte explosión.
"Se ha abierto una investigación sobre la catástrofe del avión Embraer ocurrida esta tarde en la región de Tver. Según la lista de pasajeros, entre ellos se encuentra el nombre y apellidos de Yevgueni Prigozhin", informó la agencia de aviación civil, Rossaviatsia, a las agencias locales.
Por su parte, el Ministerio para Situación de Emergencia, confirmó que el siniestro tuvo lugar cerca de la localidad de Kuzhenkino y que tres de las diez personas que viajaban a bordo del aparato eran tripulantes.
"Según datos preliminares, todos los que iban a bordo han muerto", informó el Ministerio para Situaciones de Emergencia.
El avión se estrelló en Tver, que se encuentra a menos de 200 kilómetros de Moscú, cuando efectuaba un vuelo entre la ciudad de San Petersburgo y la capital rusa.
En estos momentos, el presidente ruso, Vladímir Putin, participa en la región fronteriza de Kursk en una ceremonia oficial con ocasión del 80 aniversario de la Batalla de Kursk, una de las más importantes de la Segunda Guerra Mundial entre los ejércitos soviético y nazi.
Prigozhin, de 62 años, protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin en la que llegó a tomar una de las ciudades más importantes del sur de Rusia, Rostov del Don.
Tras la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, Prigozhin aceptó replegar a sus mercenarios y trasladar su base a territorio de esa antigua república soviética.
Después de acusarle de traición, Putin lo recibió en el Kremlin, tras lo que Prigozhin anunció el reinicio de las operaciones de Wagner en África.