Benjamín Netanyahu juró como primer ministro y se puso al frente de su sexto gobierno israelí, que es más derechista de su historia, con partidos extremistas y supremacistas judíos como socios que buscan reforzar la identidad judía de la nación, expandir asentamientos en Cisjordania ocupada y mermar la independencia del poder judicial.
Estos son las principales figuras del nuevo Ejecutivo:
– Benjamín Netanyahu: Al frente del partido Likud (derecha laica), el polémico ex primer ministro israelí vuelve a la cima del poder, que ya ocupó durante quince años, apoyado por primera vez por la extrema derecha religiosa. Lo hace con un juicio en curso por tres causas pendientes por corrupción, pero todavía respaldado por una leal base de seguidores que lo llaman cariñosamente "Rey Bibi".
– Itamar Ben Gvir: Condenado en el pasado por incitación al racismo y apoyo a organización terrorista, el líder del partido antiárabe Poder Judío representa el sector más extremista del nuevo gobierno, defensor de deportar a los palestinos "terroristas". Ocupará el Ministerio de Seguridad Nacional, con poderes reforzados sobre la policía tanto en Israel como en los territorios ocupados, donde vive como colono. Podrá presentar cargos y dictar la política general del cuerpo, por encima del comisario general.
– Bezalel Smotrich: Colono partidario de la mano dura con los palestinos y la anexión de Cisjordania, el líder del partido Sionismo Religioso va a ocupar el Ministerio de Finanzas la primera mitad de la legislatura -desde donde aspira a destinar más dinero público al estudio del judaísmo- y el de Interior en la segunda. Pero además, ostenta un cargo con rango de ministro dentro del Ministerio de Defensa, donde controlará la división que se ocupa de dictar la política civil y la construcción y expansión de asentamientos en Cisjordania ocupada, descabezando uno de los ministerios más importantes para Israel, medida que ha necesitado una enmienda a la Ley Básica.
– Aryeh Deri: Líder todopoderoso del partido ultraortodoxo sefardí Shas. Ha ocupado importantes ministerios desde los noventa y ocupará las carteras de Interior y Sanidad la primera mitad de la legislatura, y la de Finanzas en la segunda. Además será vice primer ministro, gracias a la aprobación de una ley in extremis, hace dos días, que blinda su trayectoria política pese a haber sido condenado y inhabilitado a principios de año por fraude fiscal. Esa norma -que también ha obligado a modificar la Ley Básica- solo inhabilita a altos cargos públicos que hayan ido a prisión, parte de la sentencia que fue suspendida en su caso al llegar a un acuerdo de culpabilidad. Sin embargo, el Supremo analizará el 5 de enero su designación como ministro es legal. Si la decisión es desfavorable, Deri deberá dimitir.
– Yitzhak Goldknopf: Líder de la coalición ultraortodoxa askenazí Judaísmo Unido de la Torah (JUT) y representante de su facción jasídica más radical. Será el ministro de Vivienda, un puesto relevante para la comunidad haredí, el sector de población que más crece en Israel. Durante las negociaciones, exigió que las centrales eléctricas de todo Israel dejarán de operar durante el shabat, aumentar las playas segregadas por sexo, aunque estas propuestas fueron rechazadas por el Likud. Sí ha conseguido incluir en el acuerdo de gobierno más financiación para las escuelas religiosas, incluso las que no enseñan las materias básicas, y menor control estatal sobre el currículo; así como una norma más clara, elevada al rango de Ley Básica, que exima a los jóvenes ultraortodoxos del servicio militar.
– Avi Maoz: Líder del partido homófobo y racista Noam, comparó a los gays con pedófilos y defiende las terapias de conversión sexual. Nombrado viceministro de Identidad Judía, dentro de la oficina del Primer Ministro, con competencias sobre educación, donde quiere imponer un programa religioso incluso en escuelas laicas. Además aspira a modificar la ley de retorno, que actualmente permite a cualquiera con un abuelo judío emigrar a Israel, para que solo sea eligibles personas con raíces judías por el lado materno y paterno. También rechaza las conversiones al judaísmo que no sean por la vía ortodoxa.
– Yariv Levin: Confidente de Netanyahu y hombre fuerte dentro del Likud. Ocupó temporalmente el puesto de Presidente de la Knéset (Parlamento israelí) para impulsar la agenda legislativa que sus socios de gobierno exigían para unirse a la coalición. Tras ser clave en esa maniobra, Levin dimitió ayer para asumir el Ministerio de Justicia, que jugará un papel relevante en el juicio abierto por corrupción Bibi, así como en impulsar una polémica reforma judicial que supeditaría la justicia a la política e incluso permitirá a la Knéset revertir decisiones del Supremo.
– Amir Ohana: Presidente de la Knéset, elegido hoy mismo para toda la legislatura. Fue en el pasado ministro de Justicia y Seguridad Pública, dentro del círculo de confianza de Netanyahu en el Likud. Miembro de la comunidad LGTBI, la única cara visible del colectivo en el nuevo gobierno, donde algunos de sus miembros tienen posturas claramente homófobas.
– Yoav Galant: Ex jefe del Estado Mayor y miembro del Likud desde 2018, es el nuevo ministro de Defensa, aunque verá reducidas drásticamente sus competencias por culpa de la ley exigida por Smotrich para descabezar el Ministerio y asumir él el mando de todo lo relacionado con Cisjordania ocupada. Aún así, la amenaza nuclear iraní, la delicada frontera con Líbano y Siria y la alianza militar con EEUU, son prioridades de su cartera que estarán bajo su control.
– Eli Cohen: Nombrado ministro de Exteriores. Miembro del Likud y ex ministro de Economía y de Inteligencia en anteriores gobiernos de Netanyahu. Expandir los Acuerdos de Abraham, especialmente a Arabia Saudí, es la prioridad de su cartera. A mitad de legislatura intercambiará ministerio con Israel Katz, también del Likud y titular de Energía. (Sara Gómez Armas)