Una aplastante mayoría de los participantes en los referendos ilegales convocados en los territorios controlados por Rusia en el este y sur de Ucrania votó a favor de la anexión, resultado condenado por Kiev, pero que el presidente ruso, Vladímir Putin, podría formalizar en los próximos días.

"Los resultados del referendo son evidentes. Su legitimidad no despierta ninguna duda. Millones de habitantes del Donbás y de los territorios ocupados han hecho su elección", aseguró Andréi Turchak, el secretario general del partido del Kremlin, Rusia Unida, que supervisó la votación en el Donbás.

La votación, que se extendió durante cinco días por motivos de seguridad, transcurrió sin alto el fuego de por medio, por lo que los combates continuaron entre el Ejército ucraniano, las tropas rusas y sus aliados, las milicias separatistas.

Ucrania, que considera que la "parodia" electoral en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk y las meridionales de Jersón y Zaporiyia no tiene ningún valor jurídico, advirtió de que aquellos ciudadanos que hayan participado en la organización de los referendos serán acusados de traición.

Las potencias occidentales, que ya adelantaron que no reconocerán los resultados, han amenazado al Kremlin con una nueva tanda de sanciones, como ocurriera con la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014.

Resultados

Según los primeros resultados del escrutinio, más del 96 % de los votantes respaldó la incorporación de sus territorios a la Federación Rusa, un resultado que recuerda las votaciones en la antigua URSS o Corea del Norte.

"Como en el lejano 2014 hemos salido a la calle y mostrado nuestra unidad. Sin conocer los resultados definitivos, estoy seguro de que la mayoría fueron a favor del ingreso en Rusia", dijo Leonid Pasechnik, líder de la autoproclamada república popular de Lugansk.

En el caso de Jersón, región limítrofe con Crimea, el recuento concluyó menos de tres horas después del cierre de los colegios con un 96,75 % de los votos a favor del sí.

También se votó en territorio ruso, donde se habilitaron urnas para que pudieron ejercer su derecho al sufragio los refugiados (o deportados, según Kiev).

"Hay que entender que los países occidentales no reconocerán nunca y en ningún caso los resultados de estas consultas, independientemente de que nos encontremos aquí y supervisemos sus condiciones (…)", señaló Maxim Grigoriev, jefe del consejo coordinador de la Cámara Pública rusa para el control de la votación.

La votación arrancó este martes, último día de la votación, en los colegios electorales al son del himno de Rusia, mientras la bandera tricolor rusa se podía ver en lugares públicos.

Los separatistas destacaron que la participación electoral superó todas las expectativas, aunque Kiev ha denunciado la coacción sobre los habitantes de la región, la manipulación del censo y la persecución de los leales al Gobierno central.

En el caso de la región de Donetsk, no votaron los ucranianos que viven en la parte controlada por las tropas ucranianas, es decir, el 45 % del territorio. Lo mismo ocurrió con una pequeña franja en Jersón y aproximadamente un tercio de Zaporiyia.

Moscú y los prorrusos acusaron a Kiev de intentar torpedear los referendos con el lanzamiento de decenas de proyectiles contra los territorios ocupados, lo que obligó a cerrar algunos colegios.

Anexión relámpago

Nada más terminar la votación, los líderes separatistas se mostraron dispuestos a viajar hoy mismo Moscú para reunirse con Putin e iniciar el proceso legal de "incorporación".

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se mostró convencido de que el proceso "será bastante rápido", ya que tanto los diputados como el poder ejecutivo "ya están listos".

El Ministerio de Defensa del Reino Unido informó de que Putin podría consumir la anexión este viernes, pero la presidenta del Senado, Valentina Matviyenko, dio entender que Moscú no tiene tanta prisa.

"Considero que entre mañana y pasado, en los próximos días, estarán listos los resultados de los referendos. Nosotros estamos listos, por ahora no veo necesidad de celebrar reuniones extraordinarias. La reunión planificada es el 4 de octubre", declaró.

En todo caso, agregó, "respetaremos la voluntad de los habitantes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y las regiones de Zaporiyia y Jersón. Si su voluntad es ser parte de Rusia, lo apoyaremos".

En el caso de Crimea, el referéndum tuvo lugar el 16 de marzo de 2014, y dos días después Putin anunció su anexión, que se formalizó el 21 de marzo durante una ceremonia solemne en el Kremlin con los líderes de la península y del puerto de Sebastópol.

Tras el controvertido referendo, Crimea declaró formalmente su independencia, que duró 30 horas, proclamación que los separatistas de Jersón y Zaporiyia han descartado por considerarla innecesaria.

Al respecto, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytró Kuleba, aseguró que los referendos separatistas "no tendrán ninguna influencia" en los objetivos militares de Kiev, que proseguirá su campaña de desocupación el territorio nacional.